El mamatorium de los fichajes del Atlético de Madrid esta pretemporada está dejando muchos análisis graciosos: está la policía de los fichajes; la vuelta de la policía de las celebraciones; y el analista que no ha visto jugar al Atleti desde 2015. Sobre la policía de los fichajes ya se ha hablado en estas páginas y solo cabe recordar que se han desgañitado diciendo que el equipo rojiblanco no podía hacer esos fichajes por esas cantidades. Da igual radio, periódicos o televisión han salido con los ojos fuera de las órbitas negando la realidad.
Normal que se hayan inventado que hay una oferta, hoy, ahora mismo, en la mesa del nobel del racismo por 1.000 millones de euros. Paradójicamente callan que esa oferta se realizó en diciembre de 2023; callan la cantidad ofrecida al equipo del Mahatma futbolístico; y callan que es todo una estratagema que se activó nada más se hizo público que Julián Álvarez, objeto de deseo del señor de Pío XII, fichaba por los rojiblancos, quitándoselo al todopoderoso Manchester City. Normal que los tontoslaschampions hayan salido a decir que ya no es el equipo del pueblo.
También ha reaparecido la policía de las celebraciones, compuesta en buena medida por los mismos que hacen parte de la policía de los fichajes, para señalar que el Atleti no puede presentar sus fichajes en el Metropolitano —todos estos agentes del totalitarismo florentino siguen diciendo Wanda, demostrando lo…— y que no podrán llenarlo como sus aficionados llenan el generador de ruidos de la Castellana. Parece que sí se va a llenar y no con uno sino con varios e Indi. Pobres entes.
Lo mejor de todo esta orgía del biberón es que al analizar el encaje de este o aquel fichaje saltan todos con el mantra de que el Atleti es un equipo ultradefensivo. ¿Hace cuántos años no ven todos los partidos del equipo rojiblanco? Como solo ven uno o dos de los que tocan contra su equipo —donde no hay que hacer el juego al bloque bajo (porque es bloque bajo y no defensivo) y patadón al Mahatma— pues ocurre que no saben cómo juega. En términos generales no saben de fútbol, pero tienen una visión reducida de lo que pasa en La Liga u otras competiciones porque solo ven a su equipo. No es algo inhabitual pues muchos aficionados no ven más que a su equipo, pero no son analistas/periodistas y les pagan por ello. Bueno, en realidad, les pagan por hacer propaganda, como sucede en casi todos los medios con los analistas o doxósofos, pero aún así habría que trabajarse un poco en terreno.
El Cholo Simeone se quedó con el cliché de ser defensivo y, sin embargo, uno de los equipos que más ocasiones generó el año pasado fue el Atleti. Eso los partidos donde decidían jugar porque en los que estaban tocándose los dídimos, ni defendían. También son los que piensan que en la Premier se juega al pelotazo; en la Bundesliga todo es correr; en la Serie A catenaccio y en la Ligue 1 todo son granjeros. Los clichés de siempre porque no les gusta el fútbol, no saben de fútbol (ni de baloncesto, que para ellos es fútbol con las manos), solamente saben de su equipo y si gana. Mientras tanto actúan a la voz de su amo.
Y encima estamos ante el Atleti de los guapos.