En su discurso como nuevo presidente de la Internacional Socialista, Pedro Sánchez habló de la extensión de la democracia a todos los puntos cardinales del planeta. La socialdemocracia, vino a decir, debía ser propulsora del bienestar mundial y, por ende, de la democracia que garantiza ese bienestar. Sería bueno que lograse ese objetivo pero primero debería aplicar esa democracia en la propia casa, el PSOE. Salvo que piense que la democracia es lo que él piensa y hace, que no sería de extrañar en una persona que habla de pasar a la historia con ego desmedido, en el PSOE no existe eso.
El sanchismo, que es esa masa informe de personajillos que pululan por redes sociales y actos del partido, afirmará que no existe mayor democracia que la propugnada por su amantísimo líder. También dicen los franquistas que había elecciones durante la dictadura (que haberlas las había pero sin asomo de proceso democrático). Ni a democracia orgánica llega el espejismo existente en el seno del PSOE. Ni bajo la dura mano de Alfonso Guerra hubo menos democracia y más persecución al discrepante. Dirán que hay primarias, pero esconden cual bellacos que están manipuladas desde su propia concepción.
Un reglamento para dominarlos a todos
A albur del sanchismo efervescente de las primarias de 2017, los muy inteligentes adoradores del rey sol le dejaron hacer libremente. Le permitieron, pues su amado líder sabe más que nadie de todo, sacar todos los preceptos y artículos legales de la democracia interna de los estatutos para derivarlos a un reglamento. Al hacer esto se evitaban cualquier tipo de demanda por incumplimiento de la Constitución de los estatutos. El reglamento, que fue aprobado por unanimidad –con el consentimiento del sanchismo-, le sirvió para destruir cualquier fórmula democrática.
El interior del PSOE es la URSS. Con sus elecciones dirigidas, con el dedazo carismático de la Ejecutiva, con su policía política y los delatores de redes sociales. Un engendro totalitario al servicio de Koba Sánchez. Sí hay primarias, pero están dirigidas pues sólo se puede elegir a una persona que hará la lista que quiera. Ya no cabe presentar lista alternativa, ni nada por el estilo, son uninominales. Por no hablar de la subida del número de avales que ha realizado de un congreso a otro. Pero esto no es lo más siniestro… cualquiera que realice una crítica puede ser expulsado. Sólo hay una voluntad, la del ser que pasará a la historia.
Callar a los barones
Las baronías, de todo pelaje, no suelen expresarse contra las decisiones que suele tomar Sánchez. Salvo Emiliano García-Page, el resto calla cual amante de monarca bien pagada. ¿Será que defienden a muerte al secretario general? No, es que les ha entregado las llaves para hacer lo que les venga en gana en sus estructuras regionales. Cualquier lista electoral puede ser modificada, pese a votaciones y demás artificios, por la Ejecutiva de rango superior. Si Sánchez puede hacer las listas que quiera en cualquier proceso nacional, los barones lo pueden hacer en cualquier proceso regional y local.
Hay que quitar el caso del PSOE de Madrid, que no es más que una sucursal de Moncloa donde todos callan porque se vive muy bien en la oposición. ¿Dónde van a ganar muchos de los cargos de 45.000€ para arriba en un trabajo? Más allá de la excepción Sánchez ha conseguido acallar a los barones dejándoles hacer y deshacer a su gusto en sus regiones. Un poder omnímodo para defenestrar y nombrar en manos de una sola persona.
El modelo del PP
Por eso los diputados no protestan, ni hablan más allá de los argumentos que les mandan desde Moncloa. No hay debate, ni posibilidad de discrepar (así han callado a muchas mujeres durante el proceso de la ley trans). Y quien tenga el honor suficiente para decir verdad, sabe que va a la calle a la siguiente ronda electoral. Muchos no se llevan bien con sus barones y no tendrían acomodo en la propia región. Otros no tienen donde caerse muertos tras tantos años mamando de la política. No les toca otra que callar.
Al final Sánchez ha pisoteado toda la tradición del PSOE (y la tradición que se le ponga por delante salvo la de usar el falcon) mientras los que hablaban de defender la democracia aplauden con tanta fuerza que les sangran las manos. Ha copiado el modelo del PP-Vox-Podemos-PCE pero sigue insistiendo en que no hay mayor democracia que en el PSOE bajo su mando. Una mentira más de un engreído al que no se atreven a confrontar dentro del PSOE porque son tan mierdecillas como él. Está la situación tan apretada económicamente que perder el chollo del cargo de diputado o senador no sale rentable. Mejor callar y meterse la ética democrática por donde amargan los pepinos. En realidad son seres amorales que pretenden dar lecciones a los demás.