Según se acerca la fecha de las elecciones andaluzas más nervios existen en los cuarteles generales. No sólo de los partidos políticos, algo lógico, sino en los del poder mediático. Entre otras cosas porque los que hoy están siendo fuertemente subvencionados con el gobierno de Juan Manuel Moreno Bonilla, puede que mañana dejen de estarlo. Y no se hace referencia a los medios andaluces, los cuales acaban trincando de casi cualquier gobierno, sino a los de ámbito nacional.
Si se han percatado, tras un fulgor demoscópico al convocarse las elecciones, la tendencia enseñar encuestas ha decrecido. Sigue habiendo algunas –bastantes con mala relación respecto a lo sociológico electoral-, pero las de las encuestadoras más respetables han casi desaparecido. Y con respetables no se quiere decir ni que acierten más, ni que sean utilizadas por medios nacionales, sino que ofrecen los datos con seriedad y de forma adecuada. No se limitan a copiar lo típico que aparece en todas (que si CATI, que si nivel de confianza del ±3%, etc.), sino que ofrecen los datos por provincias (¿no se recogen los datos así?), datos sociodemográficos, votos sin cocina y demás cuestiones propias de un sondeo bien hecho.
Ok Diario y sus encuestas raras
Cuando una elección se produce en una región con varios distritos electorales, lo normal y profesional es ofrecer los datos distribuidos en los mismos. Que se diga que Ciudadanos va a conseguir 2 escaños sin conocer el distrito, en este caso provincia, o distritos en los que se va a producir es cuando menos para sospechar. Sobre cualquier encuesta que no ofrezca los datos distribuidos por provincias sospechen a priori. No puede haber distribución de escaños sin ese dato. Salvo que estos datos sean inventados o parezcan inventados, como sucede con las encuestas de Ok Diario.
Si ya hay sospechas de que las encuestas las hace Eduardo Inda en su despacho, pues la encuestadora DATA10 no aparece en los registros de empresas, ni hace más encuestas para otras empresas de cualquier sector, cuando intentan aparentar, lo hacen sin aportar datos. Evitando esta sospecha que corre entre todas las empresas de encuestas, ofrecen los datos por provincias pero sin aportan un solo porcentaje de voto. Como pueden ver en la imagen que acompaña este artículo, en Ok Diario ofrecen un mapa coloreado donde vence el PP en todas las provincias menos en Sevilla. Cualquiera podría pensar que es factible que eso suceda y lo es, pero sin saber qué porcentajes en cada una igual hay que pensar en algún tipo de manipulación.
Tiene que ganar el PP
Ya el titular de la noticia es tendencioso (El estancamiento del PSOE anticipa otro fracaso para Sánchez: el PP gana en 7 de las 8 provincias), pone a Pedro Sánchez en lucha contra Moreno Bonilla. Igual el presidente del Gobierno de España, sin necesidad de empadronarse, se va a lanzar a la carrera para ocupar el palacio de San Telmo, o es una forma más de situar el debate donde le interesa al PP y perjudica al PSOE, Vox y demás partidos. Juan Espadas parece que ni se presenta, ni Macarena Olona. A la que citan como obligada compañera de viaje de Moreno Bonilla.
En el mapa no ponen los porcentajes de cada partido, pero igual lo hacen en el texto de la noticia… Pues no. Tampoco lo hacen. ¿Cómo saben que el PP gana en cada provincia si no ofrecen los datos? ¿Cómo saben que Moreno Bonilla va a arrasar si no hay distribución del voto provincial? ¿Cómo conocer las variaciones de esta encuesta con las anteriores si siempre dan datos parecidos? Lo curioso es que afirman en la segunda noticia (arriba el enlace) que Vox tiene una fidelidad del 87%, ¿saben que Vox venció en Almería en las últimas elecciones celebradas? Y si el PP tiene una fidelidad similar, ¿saben que Moreno Bonilla no venció en las últimas elecciones regionales?
Más vale quedarse corto
Ni Elías Bendodo es tan torpe para acomodar las encuestas que realiza desde la administración pública. Dicen que sube Vox cada vez más (25% de voto), si esto es cierto, y comprobando los datos de anteriores votaciones, Moreno Bonilla debería estar preocupado. Y mucho. Al PSOE le dejan por debajo de los porcentajes de Susana Díaz, cifra curiosa porque a la andaluza le pasaron factura los suyos propios, por las peleas dentro de su partido. No capta ni un voto de Podemos, ni de Adelante Andalucía, ni de Ciudadanos, ni de nadie. ¿Cómo pueden saberlo si no hay datos de porcentajes provinciales?
La intención de esta encuesta, como otras muchas (es un mero ejemplo cercano en el tiempo), es condicionar el voto. Ahora que encuestadoras más fiables ven que Espadas aumenta su porcentaje de voto y que Vox va ganando terreno en la derecha, hay que poner en el camino al votante. Claro, que ofreciendo estos datos y siendo la fecha que es la elección, igual acaban por desincentivar el voto hacia el PP. Inda debe estar trabajando en la sombra en favor de Sánchez sin que nadie se haya enterado. En muchas ocasiones más vale quedarse corto en el invento que lanzarse a lo grandilocuente.
No se dejen engañar
Sean del partido que sean, no se dejen engañar. A nivel global y sólo ofreciendo porcentajes se puede intuir por dónde pueden ir los tiros, como tendencia. Esos porcentajes no son del todo fiables porque no se presentan los datos por provincias. Y no porque importe en sí el porcentaje provincial, que también, sino porque dan a entender que la distribución de la muestra igual no ha sido correcta. Si se hace la encuesta de forma correcta no hay miedo a ofrecer datos provinciales, principalmente, porque los tienen.
Si no se ofrecen esos datos provinciales no se crean nada. En ese caso la única utilidad de la encuesta es política, en el sentido de partidista. Una encuesta, que acabará pagando el partido al que se beneficia mediante alguna campaña de publicidad en el periódico, hecha para que diputados, correveidiles de partido y machacas de las redes sociales generen un efecto de caballo ganador, tanto para captar voto como para desincentivarlo. Ofreciendo los datos provinciales cualquier persona avispada acaba comprobando si es manipulación o no. Si IU, por ejemplo, siempre ha obtenido un 30% de los votos en una provincia y ahora pasase al 10% sería sospechoso sin mediar escándalo político. No se fíen.