“Por su obras los conoceréis, guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de oveja pero por dentro son lobos rapaces” ha dicho el ministro Félix Bolaños a la diputada de Vox Macarena Olona. Todo a raíz del empadronamiento de la dirigente voxera en Granada para las elecciones andaluzas. Una gracia neotestamentaria del ministro, mal citada por cierto, que pretendía dar a entender que las gentes de Vox son lobos con piel de cordero. Bueno, como la mayoría de políticos, tampoco es nuevo. Lo malo cuando se juega con la Biblia es que si sólo citas una parte del capítulo escondes, para evitar la proyección personal, la verdad que allí se esconde.
Si se recupera esa parte “olvidada” del capítulo se ven con claridad las intenciones del ministro de la Presidencia respecto a Olona: acabar en la hoguera. Como buen sacerdote de la religión laica de lo políticamente correcto, Bolaños desea enviar a la hoguera (esperemos que social y ficticia) a cualquiera que no piense como él y su jefe. De hecho, el reglamento que escribió para el PSOE impide la libertad de pensamiento y de expresión en todo aquello que, sin necesidad de debate, digan ellos que es la “verdad revelada”. Luego si les espían los móviles y no actúan de forma acorde a lo lógico para el cargo desempeñado la culpa es de otro, en este caso de otra, la ex-directora del CNI.
¿Qué dice el evangelio de Mateo?
“Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Ustedes los conocerán por sus frutos, pues no se recogen uvas de los espinos, ni higos de los abrojos. Del mismo modo, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. El buen árbol no puede dar frutos malos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que ustedes los conocerán por sus frutos” es lo que se expone en el evangelio de Mateo, capítulo 7, versículo de 15 a 20. En efecto a cualquier persona no hay que valorarla por sus palabras sino por los actos. El demonio es artero y utiliza la alabanza y la promesa de lo bueno cuando en realidad lo que desea es provocar un daño.
Si se enlaza lo anterior con Lucas 6:43-45 acaba comprendiéndose mejor las palabras de Jesucristo: “Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo. A cada árbol se le reconoce por su propio fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.”.
¿Quiénes son los malvados?
Según el ministro Bolaños los voxeros son malvados, son árboles malos que no pueden dar sino frutos malos. Según los voxeros es el ministro Bolaños el árbol malo. Malvados todos, los españoles están jo… El problema es que sacar las frases de contexto. Ya se ha dicho anteriormente que “Por sus actos los conoceréis” es el versículo 16, no el 15 que ha expresado Bolaños, quien se podía haber molestado en mirar una Biblia y no buscar por internet. Si se hacen las cosas que se hagan bien. Chapucero. Sin la parte posterior la primera no se entiende. Es como si alguien escribe: Hitler era bueno para la maldad” y se le señala porque ha dicho que “Hitler era bueno”.
Habría que traer a colación, cuando se está hablando de políticos, otro aporte bíblico, en este caso el evangelio joánico: “El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra”. Porque ninguno se salva en la inclusión de cuneros y amigos en las listas electorales. En el PSOE de Bolaños se incluyó con fórceps a la amiga del presidente, Irene Lozano (a la que van situando en distintos cargos), persona muy reconocida por insultar a los militantes socialistas anteriormente. Esa sí que es una loba con piel de cordera, aunque la hayan vendido como una pecadora arrepentida. La tradición de los cuneros (esos que ahora llaman despectivamente paracaidistas) es larga y nadie había dicho nada hasta que los ofendiditos han llegado a la política.
Olona ha estado más veces en Granada que el ministro
El ministro Bolaños ha dicho que la diputada Olona, acusándola de no pisar Granada, se presenta “de candidata en una tierra en la que no ha vivido nunca y probablemente no vivirá nunca y ese es el problema de fondo de su candidatura”. Se puede recordar al ministro que el diputado de las dos primeras legislaturas del PSOE en Asturias, Luis Gómez Llorente, no vivió jamás en Asturias. La visitó mucho, cada vez que le reclamaban para cualquier acto. Así Olona ha estado visitando la provincia de Granada en numerosas ocasiones. En al menos tres ocasiones, quien esto escribe, se la ha encontrado sin haber actos políticos de por medio. Una vez en Granada capital, otra en Motril y una tercera en La Herradura. En dos de ellas acompañada de su familia.
Si para combatir a Vox hay que caer a ese nivel de estulticia, sin confrontación ideológica y política, es que el ministro tiene un problema intelectual grave. Y el PSOE también. Quien anda por la vida señalando a los demás por pecadillos seguramente es que esconda pecados más graves, en especial cierta soberbia que parece vislumbrarse en Bolaños. Por sus actos los conoceréis y en efecto a Bolaños los actos que se le conocen son todos contrarios a la democracia (a la interna del PSOE sin duda) y a la buena gestión de las cosas de Moncloa. ¿Dirán algún día en qué ocasiones privadas utiliza el Falcon y otros vehículos del Estado Pedro Sánchez?, por ejemplo. Paradójicamente el ministro Bolaños está empeñado en que las gentes de Vox no tengan actos por los que conocerlos (el famoso cordón que no aplican a los secesionistas y asesinos). ¿Se les conoce por los actos, se les quema porque son malos, qué se hace señor ministro si es que tiene capacidad para responder?