Sí, los españoles están cansados de la demagogia de baja estofa de Unidas Podemos y sus diversos satélites. Toda vez que ÉL ya no está vinculado directamente al partido, aunque condicione toda su agencia desde detrás, ahora es Pablo Echenique el máximo difusor de patrañas, de mentiras o medias verdades y de toda la demagogia posible para que sea replicada por las mentes sumisas al orden morado. Y cuando se les dice tienen la cara de enfadarse. Normal que una persona de izquierdas, que no es del PSOE, no vayan ustedes a pensar mal, como es Antón Losada acabe mandando al podemita a pastar.
Ayer, como se aburría el portavoz morado –pues su trabajo se lo debe realizar alguna asistente (por cierto ¿pagará la seguridad social de esta persona o ya si eso que sean los españoles los que lo hagan?)- se dedicó a lo que más le gusta: lanzar mierda contra los medios de comunicación que no les ríen las gracias –la caza del periodista crítico de siempre-. En realidad contra los medios que se autocalifican de progres y no les ríen las gracias, aunque le estén pagando un sueldillo a ÉL. El problema para Podemos es que, como dijo Losada, Echenique no es nadie quien tenga capacidad de poner medallas de izquierdas o de valorar si lo que se estaba contando en el programa atentaba contra la sanidad pública.
Demagogia barata
Lo anterior es sólo un ejemplo del cansancio que existe con los peleles que están al frente de Podemos y sus cansinos discursos de verdadera izquierda de a 100.000 euros al año. Si la mayoría de mujeres feministas les detestan por la ley generista, por destrozar a las mujeres con los vientres de alquiler o la legalización de la prostitución, el resto de personas están aburridas de tanta demagogia. Porque, pese a que se queje Echenique de que le califiquen de populista, no son otra cosa que demagogos, trileros de la política, que utilizan la buena fe –al menos la que le queda a unos cuantos- de las personas para llevárselo crudo. En cuanto hay alguna duda acaban tragando con lo impuesto por el sistema o una de las fracciones dominantes.
No hace mucho estaban contentos con el adjetivo de populistas porque su discurso era “pueblo contra casta”, ahora que son casta muy bien remunerada ya no les gusta. Al pueblo que le den. Ahora son de los pueblos, especialmente si son aquellos pueblos que molestan la construcción de una España plural, social y soberana (pueblo catalán, pueblo marroquí, pueblo vasco, pueblo valenciano…). Hasta les cae mal ya Vladimir Putin y adoran al jefe del Imperio Joe Biden. Demagogia, como van a ver más abajo, para mantener el monipodio y seguir engañando a aquellas personas que se dejan engañar –porque quien no sepa de qué van a estas alturas se están dejando engañar-.
Sólo somos 35 diputados y todo es complejo
Meses dando por saco con la derogación de la reforma laboral, tanto como para simular una posible ruptura del pacto de gobierno (perdón por poner unas risas enlatadas, ja ja ja ja ja), y ahora cuando se ha demostrado que iban a las reuniones con los pantalones hasta las rodillas sacan el recurso de siempre: la realidad es más compleja de lo que se dice. ¡Pero si los que vienen diciendo sois vosotros, jetas! Campañita demagógica para favorecer la imagen de Yolanda Díaz. Esa misma que ha desbrozado y no ha invitado a las mininistras moradas a su fiestuqui brilli-brilli en Valencia.
También tienen otro clásico para tapar la demagogia, recurrir a que tan sólo cuentan con 35 diputados y que por eso no pueden hacer más. Lo de pensar irse del gobierno y que toda la recua de incompetentes que tienen colocados pierdan los 100.000 del ala no se contempla. Como se contó mucho antes de que se firmase el acuerdo de Gobierno –fíjense si hace tiempo- no aprendieron nada ni de Louis Althusser, ni de George Marchais. O sí lo aprendieron (por no seguir las lecciones) porque están a lo que están, a la agenda postmoderna que dictan desde las organizaciones Soros y otras del estilo. Igual sólo tienen, dando gracias, 35 diputados porque se dedican a insultar a la ciudadanía por no votarles. Igual, ¡eh!
Todo lo malo es culpa del PSOE
Otra de las típicas utilizaciones de la demagogia podemita es señalar que todo lo malo que sucede en España es culpa del PSOE que no les deja hacer cosas de izquierdas. Por un momento vuelvan al punto en que no tienen valentía para irse del gobierno porque perderían sus sueldazos. Vale, ya pueden volver. Cansa que todo lo malo sea culpa del PSOE y todo lo bueno, aunque sea gestionado por un ministerio socialista, sea gracias a Podemos… entre otras cosas porque es mentira. Las decisiones gubernamentales son decididas por todos los ministros y ministras, son corresponsables. De ahí que quejarse o ponerse medallas no sea más que demagogia barata.
Y si algún medio señala eso, siempre tienen a Monedero para decir que quienes realizan tales críticas son franquistas. O cuando aquí se contó la jugarreta que le estaban haciendo a Salvador Illa se dijo que se trabaja para Vox, pero fue confirmada por ÉL. Demagogia como cada uno de los mensajes en redes sociales de Echenique. Normal que Losada y muchos otros analistas y periodistas estén hastiados con Unidas Podemos –salvo los que trabajan para los mismo jefes que los morados-. Más cansados están los votantes y militantes socialistas. Y muchísimo más una gran parte de los españoles, de izquierdas y derechas. Esa pretensión diaria de “actúa como yo te diga pero no como yo haga”, propia de los demagogos, les mandará al foso de la historia. Tal vez en ese momento haya posibilidad de rescatar algo de la izquierda.