– ¿Puedes describir la novela en treinta segundos?
El asesino inconformista es la historia de un antihéroe, es un asesino que no se conforma, que elige a sus víctimas, que asesina corruptos, que encuentra en una ciudad como Madrid un ecosistema perfecto para ampararse en él, esconderse en él y hacer su trabajo. Y al mismo tiempo es una gran historia de amor, la historia de una pareja, Fortunato y Claudita, su gran amor.
-Háblanos de los escenarios principales de la novela, ¿Madrid puede considerarse un protagonista más?
Los escenarios principales de la novela son muchos, pero hay uno que destaca sobre todos los demás, que es Madrid. Madrid es la historia del asesino, de su infancia, de su juventud, de su educación sentimental, y Madrid es el escenario de sus encargos. Es un asesino que asesina corruptos, así que desarrolla su labor donde está la sede del poder. Pero es un asesino muy viajero y muy buen lector, es un amante de la literatura de viajes, amante de conocer sitios nuevos, y lo vamos a ver en sitios tan dispares como Nueva York, los clubes de “sadomaso” de esa ciudad, un safari Lodge de lujo en Zanzíbar, visitas a La Coupole y el Café di Fiore de París, en un hotel en Estocolmo, o en la propia Bagdag de Sadam Husein. Así qué de alguna manera, es también una novela de viajes.
– Tras el éxito de Mongo Blanco, una novela histórica, has cambiado de registro hacia una novela de suspense con toques políticos. Cuéntanos a qué se debe.
El cambio de registro entre una novela histórica y de aventuras, tan documentada como Mongo Blanco, a una novela mucho más actual, responde a muchas necesidades mías. En primer lugar, a mí como escritor me gusta escribir y pensar que no escribo siempre el mismo libro, me gusta buscar distintos registros. Responde también a la necesidad de mezclar géneros, algo que está muy presente en todo lo que escribo, que es mezclar algo novela negra con algo de novela política. Es una novela muy pegada a los últimos años de nuestra sociedad, muy pegada a los últimos años de Madrid, y también de visitar algo que Mongo Blanco no tocaba en profundidad, o lo hacía muy tangencialmente, como es una gran historia de amor, que es la pareja que forma Fortunato, el asesino inconformista, y Claudita.
-¿Qué tiene la novela de amor?
El asesino inconformista tiene de amor que es una historia articulada por el deseo de felicidad y de paz junto al gran amor de su vida, Claudita, una actriz. Ambos arrastran sus monstruos, sus demonios, conviven con ellos. Y al escribir el libro tenía muy presente, de alguna manera, esta exageración de los monstruos, por ejemplo, como que él sea un asesino.
-¿Qué tiene de política?
No es una novela de humor. Es una novela política, con elementos de thriller, y también de amor, pero tiene toques de humor negro, pero ese tipo de humor, o lo que yo he buscado, es llevar al lector hacia la carcajada para salvarnos de la brutalidad y de la indignación, estas cosas que nos hacen reír a veces incluso por vergüenza, porque lo que retrata El asesino inconformista es un ecosistema político en el que se necesitan asesinos que limpien la basura, desgraciadamente, donde la psicopatía no se limita al que mata, sino que la psicopatía está en el que encarga que se mate y esas psicopatías muchas veces están muy altas en el poder.
-¿Y qué de muerte?
Pues el protagonista es un asesino, es un señor que se gana la vida matando y se la gana muy bien. Es un misántropo, es un hombre que pese a matar, a lo único a lo que aspira es a vivir en paz con la mujer a la que ama. A vivir bien. Pero hay mucha muerte porque cuando el asesino entra en contacto con sus semejantes, normalmente eso se resuelve con la muerte. Hay muertes de todo tipo, algunas francamente divertidas.
– ¿Te has inspirado en la actualidad política nacional?
Por supuesto, me he inspirado mucho en la actualidad política y social de este país. En el periodo histórico más corto. También es la novela de la educación sentimental de un asesino. Vamos a recorrer la historia de Madrid y de España, casi desde la transición, en muchos casos. Y está muy apegada a lo que pasa en la actualidad, es un asesino de corruptos. Como dice Fortunato en algún momento de la novela, él adivina cuál va a ser su próximo encargo solo viendo los telediarios. He querido trasladar eso a la novela.
-¿Qué va a encontrarse de Carlos Bardem el lector en El asesino inconformista?
No creo que sea una novela de auto-ficción. O, dicho de otra manera, todas las novelas son de auto-ficción. De mí hay en todas mis novelas, en Mongo Blanco hay mucho de mí, todo lo que saben mis personajes de la vida es lo que yo sé o lo que yo he oído a gente muy cercana. Como digo, es una novela muy pegada cronológicamente a mi vida en Madrid, a los años que yo he vivido directamente en Madrid, y a cosas que he podido conocer. Así que, siendo por momentos una sátira muy descarnada, tiene ese punto cruel, pero hay similitud.