Felón. Traidor. Pérfido. Canalla. Falso. Todos estos sinónimos se le pueden aplicar, sin asomo de insulto, al presidente del Partido Popular. Que por su cuenta y riesgo, Pablo Casado decida reunirse con los embajadores de la Unión Europea para decirles que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez se va a gastar de mala forma los dineros del IV Reich, es una felonía. Y el que comete felonía es un felón. Y un malnacido cuando no hace más que darse golpes de pecho supuestamente patrióticos y llora por las esquinas proclamando lo que le duele España. Ni le duele la patria, ni piensa en el pueblo, es un lambiscón de la clase dominante y del monarca –aunque a este último no dudaría en asesinarle si con ello salvase su cara y los dineros de la clase dominante-.
En una situación pandémica, donde los gobiernos del PP están destacando por su promiscuidad con las empresas sanitarias y de servicios sociales, eliminando toda probidad en la gestión, tener la osadía tan sólo de reunir a los embajadores de los países europeos para impedir, de una u otra forma, que el dinero sirva para destinarse a salvar vidas, a dotar de fuerza económica a las empresas que más lo necesitan (Pymes), a proporcionar los medios sanitarios suficientes, es felonía y carencia absoluta de ética y moral. Casado sólo piensa en llenar los bolsillos del viudo con gafas y empresarios de ese estilo, más todos aquellos que son generosos donantes de su partido. El resto de la población no importa que perezca, especialmente si son de barrios populosos de clase trabajadora. Ya que no le votan al menos disminuir las fuerzas del contrincante. Hasta el momento sólo se le ha escuchado al estólido presidente pepero pedir el despido gratuito, bajar los impuestos a las grandes empresas y fortunas –como ha hecho Isabel Death Ayuso en Madrid- y que el resto de los dineros vayan a las empresas que a él le parezca bien.
También ha pedido un IVA super-reducido en Canarias (donde no hay IVA), ha sacado de las votaciones democráticas a Alberto Garzón (o bien Málaga no lo considera circunscripción, o bien piensa que no son españoles quienes le votan) y demás estupideces que no hacen sino demostrar que jamás en su vida ha estudiado y que los títulos son completamente regalados. A esto estaban los españoles acostumbrados. Si el presidente del PP es inculto, lambiscón y nesciente se asume como un mal menor pues ya le cambiarán –ninguna encuesta muestra que vaya a ganar elecciones-. El problema es que por puro egoísmo de partido, por pura mezquindad personal, por ser un engreído que no aguanta que otros manden y que el pueblo español no le haga caso a ÉL –cree firmemente que es el elegido-, piensa traicionar a España frente a los demás países europeos. Por mal que llegue a hacerlo el gobierno, ya tiene a una mujer de negro del Reich como Nadia Calviño para controlar todo, es indigno que antes de actuar ya se intente impedir que el dinero europeo llegue a las arcas de la Hacienda española. Egoísmo personal y de partido sin pensar por un momento en el devenir de España. Es egoísmo porque no se le ha escuchado explicar ¿dónde están los miles de millones que se han entregado a IDA para sanitarios, rastreadores y demás cuestiones principales que no han visto los madrileños?
Alta traición de la que tendrá la suerte de no pagar por ella. Si fuese el siglo XIX sin duda acabaría frente al pelotón de ejecución o sentado en el garrote vil (mucho más español). Hoy toda la prensa cavernaria alabará traicionar al gobierno legítimo de España. Y lo harán porque precisamente piensan que no es un gobierno legítimo sino totalitario -¡lo que hay que leer!- que hace las mismas cosas que hacía el PP de M. Rajoy, en economía especialmente, siendo esto lo que les molesta porque no han comenzado la revolución. Mientras entretienen a la población con macguffins sobre la república, sobre “hoy te intervengo, mañana no”, sobre la corrupción de Neurona, sobre los peligros de los socialcomunistas, realmente la continuidad del sistema es lo que prima en todos los gobiernos de cualquier color. La diferencia, que es sustancial y determinante, está en entregar ese dinero con control a lo público, o a las empresas que realmente lo necesitan (especialmente las pequeñas y medianas que aún subsisten). Casado quiere que ese dinero vaya casi en su totalidad a manos privadas, sean las empresas de servicios del viudo con gafas (11 millones de euros por un hospital que se dejó de utilizar pero se siguió pagando y que ahora se reconstruirá previo paso por caja), sean los colegios privados y concertados, sean las empresas de suministros, sean empresas de amigos que estaban mal financieramente antes de la pandemia… a otras manos pero no a la inversión pública.
Felonía por egoísmo personal pensando que sacará algún rédito electoral. Felonía para entregar el dinero de la UE a la fracción de la clase dominante a la que se deben en el PP. Felonía para no tener que renovar el CGPJ y quedar en minoría pues tiene numerosos casos de corrupción el PP y no quiere que avancen más. Felonía por sus propios problemas psicológicos –ese sentimiento de inferioridad que le hace ser engreído-. Felonía porque quiere meter a España en guerras que son innecesarias. Felonía porque es tan estólido que es capaz de hundir a España por salvarse él solo.
También el gobierno debería mandar una carta a esas embajadas advirtiendo que ciertas actitudes suponen una molestia al gobierno. Y si no hay disculpas retirar embajadores de los países que ayuden a la traición del presidente pepero. ¡Basta ya de cachondeo y de esconderse detrás de una columna! Ante apoyos a traiciones a España, actitudes duras y enérgicas. Que una cosa es recibir la ayuda europea, porque ha sido desde Bruselas desde donde se ha dejado el sistema productivo tal y como está, y otra bien distinta es vivir genuflexos. Con la que está cayendo es ignominioso que embajadores, se supone que amigos, actúen de correveidiles de la oposición política. En privado pueden hablarlo y hasta encamarse si así lo desean. En acto público y publicado es traicionar al Gobierno por parte de estados extranjeros. Por menos de eso se han montado guerras en otros tiempos. Felón Casado y pérfidas las embajadas.