Los datos ofrecidos por el último sondeo electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) han sorprendido a propios y extraños por el amplio swing (giro) metroscópico que ha ofrecido. Una subida de más de siete puntos para el PSOE del Gobierno que le sitúa en el 29,9% en intención de voto. A ello se suma una bajada del resto de fuerzas políticas que quedan a más de nueve puntos de distancia, cuando hace tres meses la diferencia entre PP, Ciudadanos y PSOE era mínima. Un cambio en la opinión consultada realmente sorprendente porque los datos de intención directa de voto, sin cocina, también recogen un aumento enorme del partido en el gobierno.
Un CIS que no se debe creer ni José Félix Tezanos, el ex-miembro de la Ejecutiva del PSOE, que ahora dirige la institución. Bueno, él sí se cree eso y mucho más porque es muy creyente. Como el alcalde de Valladolid y portavoz de la ejecutiva socialdemócrata, Óscar Puente, quien ha manifestado que “a los que manejamos encuestas no nos ha sorprendido el CIS de hoy lo más mínimo. Es más, el PSOE está aún mejor de lo que el CIS dice. Tiempo al tiempo”. Como gran gurú de la Metroscopia, porque hizo un curso en la escuela del PSOE, sabe que la tendencia es a mayor crecimiento hasta salirse del mapa electoral. Vamos lo de 1982 y los 202 diputados se va a quedar en nada. Pero francamente es la primera vez en años que los expertos no se creen los datos del CIS y ven una mano corregidora detrás.
Narciso Michavila, director de GAD-3, ya avisaba ayer mismo sobre el efecto Tezanos, y las típicas subidas de ocho puntos a todo lo que huela a PSOE. Hoy mismo apuntaba al cambio en las muestras para generar ese swing tan amplio. Algo que es relativamente sencillo de hacer y que puede orientarse. Sospechas de exceso de cocina en el centro sociológico por excelencia más que por cuestiones menores que han apuntado algunos medios como la no llegada a la presidencia del PP de Pablo Casado o las polémicas de la propia acción de gobierno. El gobierno bonito de Sánchez encumbrado metroscópicamente por un cambio en las muestras para hacer campaña electoral continua.
El efecto de obtener el Gobierno, sin duda, debía provocar la subida del PSOE e incluso el ponerse el primero en el sondeo. Eso no hubiese extrañado a nadie. Lo raro y lo que es más inexplicable es el cambio tan brusco que otras tendencias no mostraban. Especialmente, en el voto directo antes de simpatía y cocina que ya se sitúa en un 23,9%. De ahí que se estime desde diversos centros demoscópicos que ha habido un cambio muestral que ha generado esa diferencia de nueve puntos dentro de un sistema con varios partidos en liza. Si se analizase a lo bruto parecería que todo lo que pierden los demás partidos se lo lleva el PSOE, cuando la realidad de los estudios electorales demuestra que no es así para la realidad que se tiene. El efecto Tezanos para ganar elecciones que se antojan cercanas parece una explicación más plausible.
Si se comparan estos datos con los ofrecidos en distintos medios regionales se observa que las tendencias no siguen las pautas habituales. Es más, los problemas y la opinión de las personas sobre la situación política es igual que en el anterior muestreo. Por tanto, parece que sólo cambia la intención de voto. Es más, hay un dato significativo que indica que ese cambio muestral puede haberse producido porque en la valoración de dirigentes políticos suben todos los de la izquierda estatal y bajan los de la derecha y los regionalistas. Joan Baldoví, que sigue siendo el político más valorado, baja del 4,14 al 4,05, mientras que Pedro Sánchez pasa del 3,35 al 4,04; Alberto Garzón del 3,80 al 3,98; o Pablo Iglesias del 2,77 al 2,96. Albert Rivera baja del 4,14 al 3,35.
Los estudios del CIS siempre han gozado de un amplio prestigio y sus tablas, además, sirven a muchas empresas metrocópicas para ajustar sus propios trabajos. Sin embargo, esta vez las dudas son amplias y se extienden por todas ellas. Porque salvo cambios bruscos por sucesos extraordinarios de especial gravedad, las tendencias se conocen y suelen ser más contantes que abruptas. Tal y como reflejan sondeos regionales que no encajarían con los datos ofrecidos por el CIS. Así pues no queda otro remedio que ver este sondeo con mucha precaución. No es extraño que baje el PP, Ciudadanos o Unidos Podemos, lo extraño es que lo hagan de esa forma. Lo puede hacer uno o dos, pues hay cuatro partidos en competencia, pero todos a la vez y con ascensos de voto directo tan altos es cuando menos extraño y genera muchas dudas. Veremos…