No lo pueden evitar. Prefieren mentir a sabiendas, vivir en el engaño perpetuo, en vez de reconocer que no quieren que gobierne un partido de izquierdas. Como ocurrió en la Región de Murcia, con ardides institucionales, con proclamas en los medios de comunicación, con mentiras sobre posibilidades reales de comisiones de investigación, van ganando tiempo hasta que su “presa” cae en la red y sigue el plan que tienen en mente, seguir en la oposición atizando al PP. Como pasó con Pedro Antonio Sánchez, ahora quieren hacer con Cristina Cifuentes. Pero en el Partido Popular ya han aprendido la lección y les siguen en juego hasta que ellos mismos caigan en sus vómitos populistas y electoralistas.
Carecen de toda ética en Ciudadanos. Sólo entienden de encuestas y de llegar al poder para servir a sus verdaderos amos, los señores (porque son hombres casi todos) del bloque en el poder o, como se conoce de otra forma, el establishment. Quieren el poder para utilizar las arcas del Estado en favor del establishment (grandes infraestructuras, privatización de servicios públicos…), y por ello usan el populismo del sistema como ideología, y ser de derechas como matiz ideológico. Así, es normal que Ignacio Aguado saliese ayer a dar 48 horas al PP madrileño para que apoyase la Comisión de Investigación que proponen en el caso Máster. Eso sí, lo justifican con mentiras, que ahora quedan reveladas por el cariz que ha tomado el caso: “Dos semanas en las que Ciudadanos le ha exigido una y otra vez que diga la verdad, y en las que ella ha actuado con irresponsabilidad y soberbia. Muy lejos de lo que se espera de una presidenta de la Comunidad de Madrid”. Mentira. Llevan dos semanas diciendo que no podían creer lo que decían medios de comunicación “digitales”, que aún no hay pruebas físicas y reales, o que lo que digan profesores en una Universidad no es totalmente válido.
📢 Una vez presentada la iniciativa de creación de una Comisión de Investigación ante la Mesa de la @AsambleaMadrid, y si es conforme al Reglamento en su objeto y normas, apoyaremos su creación. Como siempre.#sinmiedoalaverdad https://t.co/FWOvGfxGbX
— PP Asamblea de Madrid (@PPAsamblea) April 7, 2018
Aguado con cara de enfadado, pero con el alma negra de mentiras, ha manifestado que: “El PP tiene hasta el lunes tomar una decisión y apoyar con sus 48 diputados la Comisión de Investigación que hemos planteado”, incluyendo “aceptar todas las comparecencias que Ciudadanos proponga para la misma, que pasan por el rector de la URJC, el supuesto director del máster, el tutor del master, las tres profesoras que supuestamente examinaron a la presidenta en el trabajo final y, por supuesto, la propia Cifuentes”. El PP, que ya conoce las tretas y las mentiras del populismo naranja, no ha tardado en aceptar la Comisión de Investigación. Eso matizando la aceptación a que, como ha manifestado Ángel Garrido, “se adecue a la legalidad y al reglamento de la cámara”.
💬 @angelgarridog: “Todavía no conocemos la iniciativa de Cs, pero si se adecua a la legalidad y al reglamento de la cámara, la aceptaremos”. pic.twitter.com/JnQu9B9aMM
— PP Comunidad de Madrid (@ppmadrid) April 7, 2018
Y aquí en esa matización está el destape de la mentira de Ciudadanos y donde se descubre que quiere ganar tiempo y rascar votos a la espera de una dimisión de Cifuentes. Algo que ha afirmado sin ocultarlo Aguado en su intervención después de ser aleccionado por los jefes de Ciudadanos: “Nunca nos ha temblado el pulso para ser contundentes y tomar decisiones como hemos demostrado en Murcia o en Andalucía, y en Madrid ha llegado la hora de la responsabilidad”. En Murcia, tras la moción de censura del PSOE, se vinieron abajo y forzaron la dimisión de Sánchez. En Andalucía se pueden reír hasta decir basta porque se aliaron a Susana Díaz, para poder rascar dinero para financiarse de la administración paralela de la Junta, e impidieron que Díaz y algún consejero tuviesen que declarar. Y en Madrid se encuentran con que normativamente es muy probable que la Comisión no vaya a algún lado.
Imposibilidades para crear la comisión de investigación.
De forma esquemática es bueno recopilar todos los impedimentos para poner en marcha la comisión y que desmontan la estrategia, supuestamente legalista de Ciudadanos.
1.- Reunir 3/5 de apoyos bastante improbable. Para que una comisión de investigación prospere necesita el apoyo de tres quintos de los diputados y las diputadas de la Asamblea de Madrid. Algo que a día de hoy no tienen en su poder. Es más, desde el PSOE, por activa y pasiva, ya les han dejado claro que apoyarían la Comisión siempre y cuando apoyen ellos la moción de censura. Al PSOE no le van a bajar de la moción, que se presentará en menos de 20 días, y quieren, como es lógico, retratar a Ciudadanos en sus apoyos o no. En Podemos tampoco tienen apoyo. Así que es improbable que puedan llevarla a cabo antes de la moción de censura.
2.- Legalmente, como ya hemos comentado, los letrados de la Asamblea de Madrid entienden que no se puede crear porque no afecta a ninguna acción de Gobierno, ni de diputado o diputada en activo de la cámara. Si se recuerda, el presunto delito (si es que hay delito) de Cifuentes se habría cometido con ella como Delegada del Gobierno en Madrid, no como diputada de la Asamblea de Madrid. Apuntarse al Máster, un mes antes y con período vacacional entremedias, de ser nombrada no implica acto delictivo alguno. Como ya dijimos, en el Congreso de los Diputados, sí se podría abrir comisión, en la Asamblea es complejo. Además, para poder crear la comisión habría que demostrar que se valió de su cargo para inducir a otros a cometer delito, algo que nadie ha dicho hasta el momento en lo que va saliendo en los medios de comunicación. Y esto lo saben desde el principio en Ciudadanos, pero les ha dado igual.
3.- Una Comisión inútil. Por mucho que acudiesen rectores, profesoras y demás a la Comisión, no están obligados a hablar o declarar. Y si la causa acaba tramitándose judicialmente aún menos por el secreto procesal. A esto hay que sumar que al no existir documentación en poder del Gobierno de la Comunidad de Madrid, las peticiones de intervención en la comisión no tendrían más justificación que lo dicho en la prensa. ¡¡Eso que en Ciudadanos han criticado como no válido!! Y tampoco podrían los componentes de la Comisión conocer sobre qué van a tratar en la comparecencia. Los documentos, si es que existen algunos más allá de los mostrados, son de la Universidad y no está obligada a darlos a la Comisión. Y menos si hay cuestión judicial por medio. Y esto lo saben en Ciudadanos. Bueno no deben saberlo porque no creemos que hayan preguntado al cuerpo jurídico de la institución. Por lo que es peor pues se lanzan a una “caza de brujas” que les dará más votos y no sacará ninguna conclusión, partiendo del desconocimiento. Otra muestra más del populismo naranja.
4.- Impedimento temporal. Actualmente en la Comunidad de Madrid existen ya diversas comisiones de investigación en marcha, especialmente interesantes la del gasto público y la de corrupción, por lo que esta Comisión tendría que esperar a que hubiese espacio temporal para llevarla a cabo. Esto es, los diputados y diputadas ya están dedicados a demasiadas comisiones, las propias de su trabajo más las de investigación, y no hay tiempo material para abrir una nueva hasta, por lo menos, después de agosto. Vamos, que como dijo el cuñado mayor del reino, Albert Rivera no puede hacerse mañana. Digamos que el proceso, el más rápido, llevaría mínimo un mes. Pero aquí está una trampa más de Ciudadanos. Con la justificación de que la Comisión se tramitará, ellos se inhiben de mojarse en la moción de censura del PSOE.
Es clarísimo que en Ciudadanos carecen de ética y que el caso Máster tan sólo les interesa en tanto en cuanto haga daño al PP y les permita ganar votos. Pero se han encontrado con un PSOE, que ya se ha dado cuenta en Madrid del funcionamiento de la derecha populista naranja, y no va a caer en la trampa saducea de Ciudadanos. Esta vez si la operación Murcia sale adelante, claro que es no conocer a Cifuentes, será después de la moción de censura, nunca antes. Así que lo mejor es que Girauta, Gutiérrez, Villegas y demás mandamases de la calle Alcalá preparen otra trampa u otra estrategia para su encargado Aguado.