Fuente: ATM web

Como cada temporada quien acaba ganando en todo esto de la ordenación de la plantilla es Miguel Ángel Gil Marín. Invierte lo justo, estos dos años presionado por los inversores un poco más, y logra que todo el mundo alabe su gestión. Da igual que esté Andrea Berta que Carlos Bucero, se ficha bonito y barato, o en su defecto a pagar en comodísimos plazos, y ya si sale bueno se le ponen los ojos con el signo del euro o del petrodólar y a vender en cuanto se pueda. A todo ello conoce perfectamente el funcionamiento de la prensa, especialmente la nacionalmadridista, y sabe que una palabra suya bastará para cepillarse a alguno en según qué medios. El mayor problema lo tiene en aquellos medios que no controla o que son muy minoritarios, pero siempre habrá tiempo para un patrocinicio de Gilmar.

Lo que hacen todos los presidentes de equipos de fútbol, vamos. El del Getafe con su prensa local, el del Villarreal con la prensa provincial y regional, el del Barça con la prensa autonómica —impresentable lo que están haciendo con Ter Stegen pero allí culpando al jugador, cuando no quieren cumplir lo pactado desde la directiva— y luego está el Maligno que lo controla todo. Dentro de esta situación común, Gil Marín tiene la especial habilidad de torear a la prensa que cubre la información rojiblanca con suma maestría. Debe ser que de sus años de ganadero taurino le ha quedado el poso de algún torero bueno y entre verónicas, pases de pecho y naturales consigue que la afición no sepa ni por dónde vienen dadas.

Alimentó algún tipo de esperanza antes del Mundial de Clubes, incluso se llegó a invocar aquello del faiplay financiero o el período de fichajes cuando era evidente que aquello había sido liberado para esa época. Luego no se anunciaban los que se decía habían fichado porque patatas, vamos que no estaban los avales monetarios, no se habían terminado los flecos o había que esperar algún ingreso para poder poner la primera cuota del fichaje —algo que contamos aquí y que luego nos han reprochado como quejas infundadas—, el cash flow de toda la vida. Que se puede contar así porque le pasa a todos los equipos, de hecho hay unos cuantos equipos con fichajes que no han podido ser inscritos por motivos de ese estilo. Desde la prensa se alimentaba la esperanza, normal al comienzo del verano, pero sin dar más información. «Baena está hecho, pero tal y cual»; «Johnny llegará, pero lo otro y lo demás allá», les faltó «lo de Ruggeri ni la hemos visto venir».

Mientras caían los seis fichajes, cuando han echado a ocho hay que recordar con insistencia, Gil Marín acariciaba un gato en su despacho. En cuanto se terminaron los fichajes comenzó la campaña de salidas, lo que tuvo a la muchachada entretenida otra semana y el gato estaba hasta las narices de las caricias. Todos los medios al unísono diciendo que los fichajes habían sido estupendos, que todo iba muy bien y la prensa nacionalmadridista vendiendo que el Atleti ya no se podía conformar con ser tercero, que de dónde sacaba el dinero y las típicas estulticias de esa tropa de personas con zapatillas de velcro. ¡Ah, pero amigo! ¿Ahora qué?

Ahora MAG comienza a filtrar y juguetear con unos y otros. Lo primero es que sale en la autoentrevista diciendo que están haciendo «una plantilla para soñar en grande». Algo que es interpretado como que van a seguir llegando fichajes y se supone que buenos de verdad, de los que cincuenta millones para arriba. Y ahí están opinando en las tribunas rojiblancas que si dos, que si tres, que si la sorpresa final del verano… Mientras tanto, se comienza a filtrar que si no salen dos de los que pueden dejar dinero la cosa va a estar complicada y les ponen nombre y todo: Sørloth y Gallagher. La Gloriosa, pensando que van a traer al Cuti o a algún descarte de los buenos de Chelsea o PSG, atizando a los pobres jugadores. Por cierto, menos mal que Darwin Núñez se va a Arabia porque cuidado que lo han pedido no se sabe bien por qué.

En cuanto se han descuidado los periodistas les filtran que van a por Raspadori o Piccoli, y algún rodillas raras más que saldrá, porque son oportunidades de mercado, dejando abierta la posibilidad de algo más de calidad. En ese tiempo Enrique Cerezo, después de comer y «sobremesear», sale diciendo que el Atleti es candidato a ganar todo. Más especulaciones y todos contentos porque van a venir más jugadores y el parón es lógico tras el esfuerzo. Todavía hay que sacar a algunos jugadores para dar el último paso pues el mercado dura hasta el ¿30 de agosto o 1 de septiembre inclusive? —La Liga ha modificado las fechas, sin emitir un segundo comunicado, en su página web—, sin pensar que si siguen sacando jugadores el equipo se va a quedar con los seis fichajes, Oblak y Julián.

Y como el Diablo es travieso, ahora filtra que la plantilla se va a quedar en 22 fichas, salvo que salga alguien más, y que sólo llegará un jugador más. Un jugador que no será estrella, ni nada por el estilo —como se avanzó aquí— y que apunta a fichaje de esos estrafalarios que tanto gustan al CEO. ¿Cómo quedan todos esos periodistas que hasta ayer decían que desde la directiva se estaba trabajando en sumar más efectivos al equipo? Tras ver las carencias en el primer amistoso, ¿dónde están los que decían que el mercado era muy bueno y se estaban haciendo las cosas bien? ¿Do quedan esos que estaban llamando a llenar el Metropolitano para la gran fiesta rojiblanca de presentación de fichajes? ¿Quién es el guapo que ahora se atreve a asumir la responsabilidad de haber sido engañado y empieza a exigir de verdad al CEO?

Mañana, ¿qué nos contarán en los medios? ¿Otra filtración completamente contradictoria con todas las demás filtraciones? La verdad es que MAG los tiene a todos bailando y todavía algunas personas piensan que se está cociendo una sorpresa enorme. Sorpresa la que se van a llevar el año que viene al renovar el abono, que se lo subirán para hacer fichajes ilusionantes. Mientras habrán dejado una plantilla peor que la anterior, la cual ya daba pena. Como ha dicho alguno en redes sociales, si se quedan en 22 fichas, considerando que hay uno que se pasa la vida lesionado (Giménez), otro que es casi exjugador (el marido de Érica) y alguno que no le gusta demasiado al entrenador (Gallagher), pues son 19 fichas para una temporada llena de partidos. En el camino, MAG los tiene bailando en sus palmas.

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