Parece que el falso mantra de la derecha más recalcitrante se quiere extender por España. Hoy en el Pleno del Ayuntamiento de Alcorcón, la concejala del Partido Popular, Susana Mozo, ha calificado al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, de ser un golpista “por gobernar con 84 diputados” y negociar con terroristas/etarras (como se puede ver en el vídeo adjunto). Una vez más un gobierno del PP es el frente de la reacción conservadora ante unos malos datos del CIS que dejan al PP del “sin efecto” Pablo Casado a más de 10 puntos de distancia.
La reacción de la oposición ante tamaña falsedad e ignominia contra un procedimiento democrático y constitucional, eso mismo que en el PP defienden como sacro cuando les conviene, ha sido levantarse e irse del Pleno en señal de protesta. Para Ganar Alcorcón/Podemos se entiende que el alcalde David Pérez ha decidido convertir los plenos del ayuntamiento en un circo permanente. Jesús Santos, portavoz de la formación morada, cree que “es intolerable que el Pleno se convierta en un auténtico circo, desacreditando el espacio democrático cuyo fin y obligación es debatir la resolución de problemas de la ciudadanía de Alcorcón”. Desde el PSOE se exige la “inmediata rectificación al Gobierno del PP por llamar golpista a Pedro Sánchez”.
Ganar Alcorcón, en boca de su portavoz, insiste en que “es un acto de absoluta irresponsabilidad que merma el ambiente democrático que debería haber en el máximo órgano de debate municipal”. Olvidan en la formación podemita que el PP no conoce el significado de la palabra democracia cuando no gobiernan. Lo mismo que Dolors Montserrat, cuya empresa familiar debe una millonada al fisco, da lecciones de ética y lanza el mantra del golpismo en la sesión de control al Gobierno estatal, eso es replicado por los demás estratos del conservadurismo español. Mozo no es más que la continuación de esa estrategia para reforzar la pérdida del apoyo de la ciudadanía frente a Ciudadanos y el gobierno socialista con apoyo de Podemos.
Tras solicitar que se retirasen las propuestas que habían llevado al Pleno, Santos ha querido remarcar que “esto simboliza que el partido Popular no sólo no quiere escuchar a la ciudadanía sino que tampoco quiere escuchar las soluciones que traía nuestro grupo municipal a problemas como el mantenimiento de las calles y los edificios públicos, o a las carencias de plantilla municipal para proporcionar los servicios públicos que necesitan los vecinos y vecinas”. Una estrategia del PP de David Pérez para que no se hable de la polémica que siembra estos días las calles de Alcorcón por la falta rigor en la recogida de basuras. Donde la oposición acusa al máximo rector de la ciudad de tenerla hecha un asco y con basura amontonada en los puntos de recogida, y el alcalde les acusa de apoyarle para dotar a la empresa municipal. El caso es que la nueva consigna del “sin-efecto” Casado y su PP es llamar golpistas a Sánchez y sus socios por actuar bajo los parámetros constitucionales. Y así todos los días…