Han llegado de toda España. De Cataluña, de Andalucía, de Galicia, de Castilla o de Madrid. Los afectados del Banco Popular se han concentrado este mediodía ante las puertas del Banco de España para reclamar Justicia y eso se traduce en la restitución del dinero que en la madrugada del 6 al 7 de junio les fue presuntamente estafado tras la venta del Banco Popular al Santander por un euro tras haber sido intervenido por la Junta Única de Resolución (JUR).
Entre las víctimas de esta presunta estafa se detectaban distintos sentimientos. Ira, cabreo, decepción, desesperanza y, sobre todo, desamparo. «No entendemos cómo el Gobierno ha permitido que nos quitaran nuestros ahorros», decía una afectada a Diario16, «es incomprensible que hayan permitido que nos robaran el dinero que hemos ido juntando después de toda una vida de trabajo». Esta afectada llevaba trabajando toda su vida con el Banco Popular. Confiaba en la entidad y, a pesar de todo, continúa confiando en los empleados porque «ellos no han tenido la culpa. Esto no es como con lo de las preferentes que el robo se hizo engañando a las personas aprovechando la confianza que tenían en el banco. A nosotros nos han quitado el dinero porque el Gobierno no podía permitir que el Santander quebrara».
La incredulidad de los afectados ante la pasividad de la Justicia y que aún no se hayan tomado medidas de ningún tipo también es notable y en los corrillos se escuchaban críticas muy duras hacia el juez Fernando Andreu. Uno de ellos, al que arrebataron 40.000 euros en la noche del 7 de junio, fue muy contundente al hablar con Diario16: «No entiendo cómo los tribunales no han actuado ya, sobre todo después de ver toda la documentación que habéis publicado. Seguro que si el Santander no estuviera en medio ya se habrían tomado medidas de algún tipo. Pero son los Botín, amigo, no se les puede tocar. ¡Esto es una estafa, un robo y la Justicia no hace nada! Y como los jueces no hacen nada éstos —señalando a los policías que allí se encontraban de servicio— tampoco pueden entrar a las oficinas del Santander, del Banco de España o del despacho de De Guindos para sacar documentación».
Los gritos de la concentración iban dirigidos sobre todo contra Ana Patricia Botín, Luis de Guindos y contra el Gobierno. «¡Manos arriba, esto es un atraco!», fue uno de los más coreados. Eso en la puerta del Banco de España.
Por otro lado, los afectados del Popular se ven minusvalorados por la gran mayoría de los medios de comunicación, sobre todo por las grandes cadenas. «Cuando fueron las preferentes, casi todos los días salían en televisión, ¡y era Cajamadrid! A nosotros no nos hace caso. Sólo vosotros y Esteban Cano estáis de nuestro lado. ¿Tanto poder tiene Ana Botín para callar a todos los periodistas de este país? Esto sólo pasa en España», dijo otra afectada a Diario16.
La resignación es muy grande, el desaliento llega a sus corazones. «Nos están quitando la esperanza de que recuperemos nuestro dinero antes de que nos muramos. Nadie nos escucha, nadie hace nada. ¡Esto es una vergüenza!». En otros casos hemos detectado mucho dolor. Los afectados y afectadas nos han contado situaciones de vida muy duras sobrevenidas por el hecho de haberlo perdido todo. Una afectada nos contaba lo que ha estado viviendo desde junio del año pasado y, en medio del relato, ha tenido que parar porque se le saltaban las lágrimas.
«¡Manos arriba, esto es un atraco!», ha sido el grito que ha resonado ante las puertas del Banco de España. ¿Logrará penetrar lo suficiente como para hacer que se busque la solución a las más de 305.000 familias y se les devuelva el patrimonio que se quedó sin valor una noche del mes de junio?