#ContraTodoYContraTodos, este hagstag circulaba ayer por las redes sociales impulsado por numerosos aficionados del Atlético de Madrid. ¿La finalidad? Por un lado, animarse y animar al equipo en un momento crítico. Y, por otro lado, denunciar lo que no hacen desde el palco Forbes, los extraños arbitrajes que está sufriendo el equipo en las últimas jornadas. No hay ningún atlético que no sea consciente de lo mal que viene actuando el equipo las últimas jornadas. Un equipo que parece no tener ganas (cabeza), ni piernas (físico) y con varios jugadores señalados por un rendimiento paupérrimo y muy por debajo de la categoría que se les supone o de lo que habían demostrado.
Sin duda el aspecto anímico, verse superados por las circunstancias, es clave para entender esa flacidez con la que salen al campo, tirando las primeras partes casi siempre. También influye el estado físico de algunos, por no decir la mayoría, de los jugadores. Algo en lo que ha influido, no se puede ocultar, el brote de coronavirus que afectó al equipo con la llegada del nuevo año. Como muestra el jamacuco que le dio a Dembélé hace dos semanas y del que no se ha recuperado. Un brote que provocó tener que utilizar más de la cuenta a ciertos jugadores sin descanso. Algo que afecta a las piernas y a la cabeza. Si a eso se le suma que las selecciones se llevan a los jugadores dos semanas y te los devuelven o lesionados (João Félix) o agotados (Koke, Llorente…), es casi comprensible que den esa mala imagen. A ello súmenle que los fichajes han sido los típicos de los Gil y que el Cholo Simeone se ha equivocado en alguna ocasión.
Esto lo ve hasta un ciego, lo que se evita ver es el otro fútbol, el que se mueve tras las bambalinas y que necesita que el duopolio gane siempre para que cuadren sus cuentas de resultados. Las cuentas de los clubes (porque a esos se les permite ser clubes aunque acumulen más deuda que muchas SAD) y las cuentas del tito Tebas para vender fuera de España. Y si algo falla siempre está el consigliere Rubiales para ajustar desde el Comité Técnico de Árbitros las desviaciones. Así se entienden las cosas extrañas, por no decir atracos a mano armada, que se vienen realizando en las últimas jornadas. Más ese otro fútbol de sacar tarjetas amarillas justo y casualmente a los jugadores que sumarían acumulación y al siguiente partido no jugarán.
Los Gil Manzano y demás árbitros “que tienen mala suerte con el Atlético de Madrid” designados tan repetidamente no es puro azar. Es algo premeditado y dirigido desde los despachos para apretar La Liga todo lo que se pueda en favor del duopolio. Hace dos o tres meses la prensa cervatilla clamaba que “la liga estaba peligrosamente preparada” para el Atlético. Una campaña terrorífica en los medios del nacionalmadridismo que ha conseguido que a Rubiales le entrase el cagancho (no se descartan llamadas de algunos dirigentes) y haya actuado en consecuencia para lastrar más al equipo rojiblanco. Normal que Simeone se calle en las ruedas de prensa. Ya advirtió que les caerían partidos por protestar… especialmente si se es del Atleti.
Cuando Koke dijo que habría que pelear “contra todo y contra todos” como queja después del último arbitraje lamentable, sabía perfectamente a lo que se refería. Igual no estaba en su cabeza pero ahí, en ese cupo de “todos”, entrarían los anticholo, los antisaúl, los anti en general que se ocultan para saltar cuando al equipo le vienen mal dadas. Curiosamente esos anti nunca son antigil y tragan con la usurpación, el cambio de estadio que no ha reportado dinero, el logo, la destrucción del filial y del femenino y tantas otras cosas.
Cierto que se viene tirando la Copa los últimos años, pero igual es porque las personas se creen que los fichajes son tan magníficos como vende la prensa nacionalmadridista y luego en el campo se pasean. Pero también es cierto que a João le están crujiendo a patadas y nadie le protege en el campo. Cierto que faltan jugadores de carácter como Tiago, Gabi, Juanfran, Godin, etc., pero en cuanto un jugador rojiblanco se acerca a un árbitro es cosido a tarjetas (vean las estadísticas de faltas y tarjetas de este año). Cierto que todo podría ser mejor y más bonito, pero eso históricamente sólo les sucede a dos equipos que tienen al poder de su lado. Y a pesar de las circunstancias el equipo sigue primero y dependiendo de él nada más… y nada menos, porque algunos equipos que se enfrentan al Atleti parece que se estuviesen jugando la vida y al siguiente partido acaban goleados y arrastrándose. Lo que parecen haber olvidado es que el Atleti es capaz de hacer la gracia para mal y para bien… ese es su miedo y por eso sacan toda la artillería.