El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hace escasas horas lanzó un mensaje basado en el terror contestando a las amenazas del mandatario de Corea del Norte, Kim Jong-un. “Una furia y un fuego jamás vistos en el mundo”, -sí continúan las amenazas-, fue el misil verbal de Trump hacia el líder norcoeano, que ha tenido repercusión inmediata en el mundo, y en la respuesta de un portavoz del Ejército de Corea del Norte, que ha asegurado este miércoles que “tienen un plan para atacar con misiles balísticos las bases de Estados Unidos en la isla de Guam”, un destino militar situado en el Pacífico dependiente de Washington.
La agencia norcoreana KCNA ha admitido que “examina un plan para abrir fuego con misiles de alcance medio-largo Hwasong-12 en el perímetro de Guam, dirigido a la contención de las bases estratégicas militares estadounidenses en esta isla”. El alcance de estas armas oscila entre 3.500 a 6.000 kilómetros, son misiles que cuentan con la potencia suficiente para alcanzar esta isla en la que residen 160.000 personas. Este plan también incluye la Base Aérea de Anderson, dejando en manos de Kim Jong-un la orden de comenzar dichos ataques a las bases de EEUU.
Por otra parte, desde KCNA se han referido al último despliegue de bombarderos de Estados Unidos en la península coreana, desplazados desde Guam hasta Corea del Sur, “usando aviones de combate que despegaron de la Base de Anderson para realizar una simulación de guerra real”.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió imponer sanciones económicas el pasado sábado a Corea del Norte, con el apoyo de todos los países, tras el lanzamiento de dos misiles balísticos utilizados durante el mes de julio. Sin embargo, el Ejército norcoreano no está dispuesto a tolerar que desde Washington se intente poner freno al programa de armamento nuclear de Corea del Norte. Esta es la clave de todo este asunto: la tecnología nuclear de los norcoeranos.
En este sentido, Corea del Sur ya se ha manifestado contraria a otra guerra en su territorio, por tanto, es muy improbable que EEUU contase con el apoyo territorial de los surcoreanos, en el supuesto de que se hicieran efectivos los ataques entre estadounidenses y norcoreanos.