Ahora que se cumplen cincuenta años del estreno en los cines de la primera cinta de la famosa trilogía de El Padrino, es bueno recordar la segunda de ellas (estrenada en 1974). En ella, mediante engaños, se hace creer a uno de los jefes de la familia Corleone (Frank Pentangeli) que el intento de asesinarle ha procedido del padrino. En un momento de la película acaba entendiendo que su traición a la familia ha sido un error. El padrino le ofrece la oportunidad de irse de este mundo con dignidad romana y así Pentangeli decide cortarse las venas en una bañera de agua caliente (la muerte feliz).
En el PP no han permitido a Pablo Casado tomar esta decisión. Los jefes de las distintas familias no le han perdonado y han lanzado a todos sus soldados (mediáticos) contra el jefe de la organización. Habiendo acordado cometer el suicidio el próximo martes, le están lanzando andanadas mortales para acabar con él y tirar el cadáver en una fosa en el desierto. Ni un mínimo respeto a quien, paradójicamente, ha intentado evitar que la corrupción (posible) dañase al partido una vez más. Lo quieren muerto, ya han conseguido el cadáver de su lugarteniente y más temprano que tarde cazarán a Casado. Como el beso de Michael Corleone con su hermano Fredo, a Casado ya le han dado el beso de la muerte.
¿No quieren que les investiguen a los demás?
Casado no filtró los datos del hermano de Isabel Díaz Ayuso. Ha sido ella misma la que ha venido hablando de las cantidades y de los conceptos. Ha sido ella la que ha filtrado que le estaban investigando por un posible caso de corrupción. Casado no ha movido ficha mediática pero va a ser el que muera, de momento, en esta lucha de clanes mafiosos que es el PP actual.
¿Por qué esa fiereza contra Casado? Podría parecer que es para que no se muevan las alfombras. Esto recuerda a una anécdota entre el viejo profesor Enrique Tierno Galván y el concejal socialista (y secretario general de la Agrupación de Madrid) Alonso Puerta que se lanzó a denunciar unos contratos sin pruebas. El alcalde, ante el error de Puerta, le dijo: “¡Hombre Alonso! Antes de tirar de la alfombra hay que mirar debajo”. Eso es lo que ha hecho Casado, mirar debajo de la alfombra para ver qué había. Y ese mirar debajo de alfombras parece que ha asustado a los demás. Aunque si hacen todo bien ¿por qué tener miedo?
Esconder las pruebas del asesinato rápidamente
Como ya se informaba ayer en estas páginas, el establishment ha decidido quién será el sustituto de Casado. Alberto Núñez Feijóo debe hacerse con las riendas del partido de forma inmediata (en poco más de un mes) y amansar a las fieras cuanto antes. Hay que tapar las pruebas del crimen cuanto antes y hacer como si nada hubiese pasado. Nadie va a impedir que el gallego se haga con el poder del partido porque algunos están, a estas horas, palpándose el cuerpo para ver si les ha llegado alguna bala a ellos (¿A que sí Francisco Núñez?).
Los medios de comunicación que han servido como esbirros para cometer el crimen recibirán su soldada. Que para algo Moreno Bonilla, Feijóo, Mañueco o Ayuso tienen muchos millones para campañas de publicidad. De ahí que nadie haya calificado de rata que huye al alcalde Almeida, paga muy bien a sus soldados. Cuestión bien distinta es que a medio plazo no acaben cobrándose alguna pieza entre la soldadesca… vienen tiempos muy revueltos en el mundo del periodismo digital y no hay para todos. Y no todos tienen padrinos.
Ayuso está alegre pero es la siguiente
Díaz Ayuso hoy se hace la víctima, cuestión bien distinta es que cuele porque no hacen más que salir contratos de más familiares y follamigos. El día de mañana será la siguiente que pase a formar parte de los ejecutados por las cuitas de la familia. Si ha sido capaz de lanzarse contra el presidente de su partido (que hay que recordar no filtró nada y lo hizo todo en secreto), qué no hará en un futuro próximo contra el resto de dirigentes del PP. Además como mujer despechada ya está Cayetana Álvarez de Toledo, otra que saldrá en cuanto se pueda.
Adolfito Súarez tampoco es que tenga una vida en el PP garantizada. Ha hecho lo que le hicieron a su padre con la misma saña. Aquel Congreso de Mallorca de UCD tuvo altas cotas de sangre política, sólo le ha faltado enseñarle una pistola a Casado. Hay hijos que hacen sentir orgullo por la memoria a su padre y hay otros que ensucian el apellido que portan. Y otros más que hoy hinchan el pecho victorioso acabarán con el cemento en los pies. Porque Feijóo llega con una legitimidad para hacer y deshacer a placer junto a los barones con mando en plaza.
Recomponer un PP con muchas familias
El PP es un mundo en sí mismo. Además de las familias ideológicas, hay familias religiosas, regionales, locales y las subdivisiones de todas esas. Liberales libertarios (los de la serpiente); liberales republicanos; liberal-conservadores; conservadores, democristianos; algún falangista; opusdeístas; kikos; cielinos; los de Educatio servanda; algún focolar; caciques provinciales; caciques locales (tipo Gabriel Amat); empresarios de todo pelaje; y los comisarios políticos de distintas empresas del Ibex.
Son muchas pequeñas familias que el próximo Padrino deberá manejar con la sutileza que le ha faltado, especialmente a “por mis cojones” Teodoro García-Egea. ¿Qué será de Casado? Complicado porque se ha cerrado puertas en Europa (una salida clásica), en las fundaciones estadounidenses que controla Aznar y en la Universidad y/o empresas. No porque sus estudios sean de aquella manera, sino porque se ha demostrado que es un incapaz. Pero, pese a ser un sinsorgo, no se merece la cacería que está sufriendo de sus “compañeros de partido” (como dijeron Konrad Adenauer y Giulio Andreotti) y de los medios de comunicación. Con algunos columnistas hay para hacer siete artículos de zascas de cuando le lamían el culo.