He de reconocer (perdonen que inusualmente hable en primera persona) que ayer, antes de sentarme a escribir, estaba barruntando escribir sobre un debate curioso en el marco político y social. A raíz del libro Feria de Ana Iris Simón y algún artículo y tuit lanzado por la escritora, las gentes de la “izquierda verdadera” han saltado a señalarla como rojiparda o fascista. Algo también han hecho con socialistas, comunistas de viejo cuño, tradicionalistas y algún fascista de verdad. Quería realizar una explicación lógica sobre el tema pues tiene mucha enjundia (aunque algo ya avancé hablando de Alain de Benoist y otros rojipardos hace tiempo). Pero la prensa deportiva (vamos el nacionalmadridismo) está traspasando todas las líneas de la subordinación para caer en la fantasía más alevosa. Así que nada mejor que hacer una comparativa con dos fichajes, uno del campeón de liga y otro de uno de los aspirantes.
El Atlético de Madrid fichó ayer (se recupera la voz usual en los artículos) al brasileño Matheus Cunha por 26 millones de euros más gratificaciones futuras, procedente del Hertha de Berlín. Igual no se han enterado porque las imágenes de la presentación han sido relativamente escasas y todo está centrado en otro jugador. Sepan, entonces, que el campeón de liga, sí el campeón, ha fichado a un ganador del oro olímpico y convocado por la todopoderosa selección brasileña para los próximos partidos. Una selección donde no está el aspirante a balón de oro –en la imaginación de muchos- Vinicius, por cierto. Bien es cierto que no ha despertado excesiva ilusión entre la afición rojiblanca, algo que casi es mejor a futuro, pero todo lo tapa el posible fichaje de un jugador para un aspirante a ganar la liga –tal y como muestran los puntos conseguidos hasta el momento-.
No hay momento del día en que no se sepa cómo está la supuesta negociación entre el PSG y el Real Madrid por Kylian Mbappé. La mayoría de españoles, da igual el equipo al que pertenezcan o si les gusta el fútbol, pensaban que estaba cedido por gracia de Florentino Pérez en el conjunto parisino porque, desde hace cuatro años, están diciendo que iba a llegar a Madrid. Todo el día con el seguimiento al segundo, con análisis sobre mensajes que un primo quinto de un jeque qatarí, con mentiras sobre el salario que cobraría (no se dejen engañar con eso de que cobraría menos que en el PSG, el primer año cobrará lo mismo que viene cobrando –no lo que cobraría si renovase-), pero eso sí, vendiendo que el “mejor jugador del mundo” está casi a punto de llegar. Mejor jugador porque lo dicen esos medios. Si uno lee los periódicos extranjeros dicen otra cosa y tienen otros gustos.
Con todo y con eso, hay muchas probabilidades de que genere más rendimiento Cunha para el Atleti, que Mbappé para el Real Madrid. Vean algunos datos:
Deportivo:
Mbappé, según aspiran los entes madridistas, viene para ganar la Champions y lo que se tercie. Pero primero la Champions. Un trofeo al que sólo ha llegado una vez en su vida de jugador con el PSG con mejor plantilla que el Real Madrid. En el Bernabéu piensan que con el galo ya van recuperar todos los goles que hacía el portugués al que abrieron la puerta no hace tanto, lo que demuestra que no han visto partidos del PSG o de Francia salvo dos o tres. Ha marcado muchos goles, sí, pero en Francia. Y escondiéndose en la mitad de los partidos, algo que desesperaba a Tuchel y a Pochettino. En un equipo con un centro del campo sin suplentes y en un juego mucho más correoso igual baja su cifra de aciertos. De Cunha sólo se espera que sea un buen suplente de Luis Suárez. Y todo lo que sobrepase esas expectativas –aunque los que le han visto afirman que cojo no es-, ya generará más ganancias deportivas que el jugador francés. O lo que es lo mismo, Mbappé tiene que ganar él solo junto a casi ex-jugadores y Cunha viene a sumar a un equipo campeón ya formado.
Mercantilismo:
En el Real Madrid piensan, y hasta habrán hecho algún estudio, que con Mbappé volverán a vender camisetas y llegarán patrocinadores a mansalva como cuando tenía a Cristiano. Y eso es ser optimista si no se atiende a la lógica del mercado. Primero, Grealish, De Bruyne, Bruno Fernandes y demás jugadores que pueden aspirar a ser los mejores del mundo a futuro, a día de hoy, venden más camisetas que el francés. Tan sólo por jugar en Inglaterra tienen un mercado mucho más amplio. Del PSG se venden más camisetas de Neymar (y ahora de Messi) que del otro seguramente. Mbappé no es un producto de alto retorno en estos momentos y ya se verá a futuro, porque lo que alimentó el pique CR7-Messi no volverá. Además, su calzado es Nike lo que le sitúa como una estrella entre otras. En el Atleti lo de las camisetas, aun siendo importante –si volviese el escudo venderían más- y visto el maltrato exterior de Nike, sin embargo, Cunha puede romper a bueno y ser una puerta a Sudamérica en materia de anuncios. Si ocurre algo con todas ventas de mercadería siempre será a mejor y sabiendo que eso cubre parte del presupuesto, no todo.
Vestuario:
Dicen que Cunha es un poco, en su carácter como Diego Costa. Eso malo no es para un entrenador que ya ha pasado por jugadores con carácter, siendo un reflejo de lo que era él mismo en sus tiempos como jugador. Si le encauza, no hay problema y esa mala leche irá dirigida a los minutos que disponga en el campo de juego. Si no, puerta sin sufrimiento. Lo que no se cuenta en España, aunque en Francia es comidilla en los medios de comunicación (por cierto, patético El chiringuito no sabiendo qué es el periódico Libération, igual tampoco conocen a Sartre), es el carácter de Mbappé. Según el nacionalmadridismo el chaval es poco menos que un candidato a canonización por el papa Francisco. Y no, para nada. Se ha contado en más de una ocasión en Francia el vedetismo del niño, los caprichos futbolísticos que le han enfrentado con compañeros de juego y el ego tan descomunal que tiene. Lo del ego puede ser un arma de doble filo, a Cristiano o Messi les ha servido para ser los mejores durante años y tener hambre de ganar todavía, en el caso de Mbappé no le ha servido para tirar del equipo cuando ha debido. Esto se lo han recriminado en Francia. A ver si pensando en sustituir al portugués van a acabar trayendo un Bale II.
Rentabilidad real:
El meollo de la cuestión es la rentabilidad real que pueden tener. Mbappé depende para su juego del físico y los espacios, sin eso baja estrepitosamente (recuérdense jugadores como Félix Ettien que tras tres años salvajes se hundió), por lo que nadie asegura galopadas muchos años. Cunha es más técnico y eso se conserva toda la vida. Pero lo importante es: ¿y si sale rana el jugador? En el caso del rojiblanco no se pierde gran cosa. En el del francés, como sucede con Hazard, pues se pierden cientos de millones. Si sale bueno y la rompe, el brasileño rojiblanco tiene muchas papeletas para que Gil lo venda por una millonada, y ahí se genera un enorme retorno de la inversión. Y en el Real Madrid si no gana tres Champions y seis ligas, Mbappé será como Beckham, y luego cómo lo vendes. Porque al final todo se trata del equipo en su conjunto. Y si los madridistas fuesen sinceros sabrían de sobra que con el francés van muy justos para ganar lo que quieren… aunque como les han vendido que el año que viene vendrá Pogba, Rudiger y cien más gratis viven en la inopia. Al final se verá cómo acaba todo esto, pero podría darse el caso de que Cunha acabe siendo más rentable que Mbappé. Guarden este artículo.