La pretemporada corta del Atlético de Madrid ha terminado. 1-1-1 en partidos ganados, empatados y perdidos. Una serie de partidos que no sirve para hacer grandes valoraciones más allá de las intenciones del equipo, la cuales deprimieron en el primer partido y han sido más positivas en el segundo. Entre otras cosas porque el Cholo Simeone ha comenzado a juntar a los posibles titulares, cuando menos por calidad y sobriedad, en el once y ha dejado para la segunda parte a la «unidad b». Parece que se quiere presionar arriba y jugar con cierta verticalidad sin rehuir el buen trato al balón cuando toque.

La supuesta llegada de Raspadori sería el final del mercado para el Atleti, salvo sorpresa en modo heitingada y/o salida y entrada de jugadores —algo que tampoco sería de extrañar, ni serviría para aumentar la calidad, en esos momentos de gilismo llegan los favores y las cosas raras—. Lo que se nota en el campo es que falta un centrocampista como el comer. Alguien que sepa que el balón es redondo y lo ponga al pie de otro compañero, tampoco mucho más. Lo que viene a ser un Schuster o algo por el estilo. Lo del central derecho está claro que lo acabará ocupando Pubill y en la delantera con el italiano basta. Lo de un regateador de banda es algo que se debe olvidar por completo. 22 o 23 fichas y a correr —falta saber qué pasará con Carlos Martín—. Plantilla corta de efectivos, que nada tiene que ver con el espacio salarial o de faiplay financiero, pues según los cálculos realizados deben quedar entre 30 y 50 millones disponibles.

Todo esto que parece muy bueno, al final da para ser tercero y ya. Primero porque los del duopolio controlan la estructura de poder del fútbol español y no van a permitir que alguien les moleste otra vez su continuo «el Mal-Barça» sobre el que han asentado la ruina del fútbol español. Vendrán arbitraje sibilinos, actuaciones raras del VAR, partidos en horarios imposibles o sin descanso y la campaña mediática de turno. Lo de siempre, vamos. Segundo, La Liga está para regalarla. La pelea por entrar en Champions va a estar poco reñida por lo que se ha visto en pretemporada. Tal vez el Villarreal pueda hacerse con el puesto sin mucha dificultad porque el resto de equipos dan lástima. De hecho los groguets serán los que más aprieten al Atleti. No se ve más, ni el Betis tiene pinta de estar por ahí —quedan las ayudas típicas de la RFEF al Bilbao y la Real, pero poco más—.

¿Cabría la posibilidad de que se despisten los dos primeros? Claro que cabe esa posibilidad. El Mal está reconstrucción hacia no se sabe bien dónde. El apoyo arbitral y federativo lo va a tener, más el nacionalmadridismo mediático habitual, pero igual las peleas de egos en el vestuario, no haber fichado bien y esas cosas que pasan de vez en cuando hagan que hay algún despiste. Asimismo el Barça debe refrendar lo hecho el año pasado bajo la batuta de Flick. El problema que pueden tener es la prepotencia, ese ir subidito por la vida que se nota en alguno, los malos rollos que está generando la directiva e, igual, lanzarse a por una Champions que hace años que no catan. Muchas casualidades que podrían darse y hacer que el Atleti cazase a la presa, pero casualidades y no causalidades por el equipo rojiblanco.

Miguel Ángel Gil Marín ya no va a gastar más. Ha llegado a su tope y espera que con lo invertido el Cholo haga algún milagro. Han fichado hambre y se espera que quieran comer en todos los partidos, no como el año pasado que si comían fuera de casa el menú no les complacía. Es año de Mundial y eso es un aliciente para muchos jugadores —salvo Giménez que ya se sabe— que no tienen tan garantizada su presencia en sus selecciones. Eso ayudará sin duda a no dormirse pero lo es impedimento para ver las carencias del equipo. Cierto que está por ahí Taufik, que ya que parece no le gusta a Torres, podría quitarse el verdor por la edad con los mayores, algo que será utilizado por la dirigencia para no fichar más o tener alguna excusa. Hay jugadores comodines y algunos que el año pasado estaban a verlas venir, igual este año espabilan. Con eso da para ser terceros y ver hasta dónde dejan llegar los mafiosos de UEFA.

Tras el partido con los amigos y casi socios del Newcastle United —el fondo PIF es dueño del equipo inglés y asoma como posible comprador del Atleti—, sólo se puede decir que si salen con esa actitud a todos los partidos, la tercera plaza está casi garantizada en España. ¿Más? Si fallan los otros y si dejan acercarse igual se podría tocar trofeo, pero es algo un tanto utópico. Lo suyo es que el «Atleti de los escalofríos» juegue bien y a esperar. Que las manías del cuerpo técnico queden a un lado y se vuelva a la meritocracia del primer cholismo. No van a traer más jugadores, incluso si hay alguna salida buscarán una excusa, y con estos mimbres se puede estar a la espera del fallo de lo otros. No hay que vender burras —como hacen desde la dirigencia MAG y Cerezo—, ni tirarse por un puente. Lo objetivo es la tercera plaza —aunque como discurso externo se puede hablar de salvación y alguna cosa parecida—, el resto va a ser chiripa. Aunque haberlas haylas…

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here