El presidente de los Estados Unidos ha anunciado que desclasificará los archivos relacionados con el asesinato de John Fitzgerald Kennedy. Esta decisión estará sujeta a la recepción de más información y que aceptará liberar esa documentación que ha estado secuestrada desde el mismo momento en que se produjo el magnicidio.
Estos archivos están programados ser hechos públicos por los Archivos Nacionales durante la próxima semana puesto que se cumple el plazo de 25 años establecido por el Congreso. Si Trump eligiera revelar esos archivos queda la incógnita de si lo hará en su totalidad o de manera parcial.
Han sido muchas las voces en contra de esta decisión ya que, según diferentes funcionarios de la Administración, se podría hacer pública información secreta sobre operaciones estadounidenses que podrían afectar a la seguridad nacional, a la política exterior o revelar que se incumplió la ley.
Lindsay Walters, portavoz de la Casa Blanca, ha asegurado que se está trabajando para que el número de documentos sea el mayor posible para ser presentados ante el pueblo estadounidense el próximo jueves 26 de octubre.
Otro miembro de la Administración Trump afirmó que el presidente piensa que hacer públicos esos documentos es un ejercicio de transparencia, salvo que las agencias de seguridad y de inteligencia aportaran pruebas contundentes de que hacerlos públicos atentaría contra la seguridad nacional.