Desde hace años nos han contado la milonga de que en España había muchos juancarlistas y pocos monárquicos. Lo que a nivel sociedad podía entenderse pues tantos años vendiendo un producto, que hoy se sabe en mal estado, hace maravillas. Especialmente cuando ha habido codazos, patadas y empujones para lamerle el culo y hacer la mayor genuflexión ante el emérito. Un viva-la-virgen que se ha forrado a costa de la ciudadanía española, haciendo chanchullos con esta o aquella empresa y acumulando una fortuna enorme fuera de las fronteras patrias. Tan patriota como siempre la borbonada escondiendo los dineros que despistan de las arcas públicas o de las comisiones. Normal que Jordi Pujol recurriese al 3% pues al creerse un ser superior al Borbón debía seguir, cuando menos, su ejemplo de desvío de fondos.
Lo lamentable es que ninguno de los juancarlistas de pro ha salido a abjurar del tipejo que ha sido jefe de Estado durante tantos años. Un “pichabrava” que ha dejado colocadas a las amantes con cargo a los presupuestos generales del Estado y que ha traicionado a todos los que le apoyaron en un momento u otro (Adolfo Suárez, Mario Conde…). Ni un solo juancarlista ha salido a pedir que se le empure y que se le quite la inviolabilidad personal (algo insólito en un democracia si es que merece ese nombre); ni uno solo ha salido a pedir un referéndum sobre la forma de Estado; ni uno solo ha salido… ¡Perdón! Sí han salido a lamer las botas del heredero, más conocido por el “preparao”. Los que decían que la monarquía era una cuestión de reconocimiento por traer la democracia; los que decían que la monarquía no dejaba de ser sino una forma temporal; los que decían que Juan Carlos de Borbón había hecho buenas cosas por España, callan cual esbirros atiborrados de salchichas y cerveza incapaces de hablar pues tienen la tripa llena y la panza tan grande que apenas se pueden levantar del asiento.
En estos momentos hay que acordarse del mayor traidor de todos, Felipe González, que si se ha destacado por algo ha sido por proteger todo lo posible al Borbón emérito y al Borbón “preparao”. Quedan dudas de que en algún momento haya sido republicano de corazón, al menos. Es el perro de presa de la monarquía española. De esa familia que lleva años viviendo del momio y despistando millones a paraísos fiscales. En Francia acabaron con el problema de forma rápida (el pretendiente a un inexistente trono francés es un fascista español), aquí personajes oscuros siguen cuidando y velando por la monarquía y González el primero. La dirigencia del PSOE (sin olvidar a pasadas como la comandada por Pérez Rubalcaba) se viene mostrando timorata pues sabe lo que se juega. Contra la opinión de la mayoría de sus bases, da igual si es Susana Díaz que Emiliano García-Page, todos son monárquicos pese al robo del dinero público y los mangoneos con empresas a costa de la Administración del Estado. Todos corren como si les fuese la vida en ello a hacerse fotos con la borbonada. No eran juancarlistas sino monárquicos porque saben que la borbonada está muy relacionada con ciertos poderes globales y la sumisión al poder es el signo de muchos dirigentes de partido.
Además, que tiene guasa la situación, Juan Carlos de Borbón es tan estúpido que le han guindado 65 millones de euros en su propia jeta. La amante y testaferro se ha cobrado muy bien aguantar al vejestorio y le ha birlado el dinero porque la borbonada tiene los genes averiados y siempre la acaban liando. En otras ocasiones era costando vidas de los españoles, ahora es perdiendo el dinero en su cara. Por no reconocer que ese dinero era despistado, que había eludido a la hacienda pública, ha dejado que la amante se lleve la pasta en su cara. Normal que haya enviado a esbirros para acosar a la mujer, le ha chuleado en su cara 65 millones de euros. El polvo, si es que lo hubo, más caro de su vida y eso que los ha tenido caros… aunque él no los haya pagado y sí los españoles con los fondos reservados.
Mientras los juancarlistas tragando y apoyando con su vida si hiciese falta al descendiente. En este punto hay que preguntarse ¿qué les dan para ser tan groseramente cortesanos cuando les están robando en su cara al pueblo español? A una de las que defienden la monarquía le dieron un banco de regalo quitándoselo a sus propietarios; otros siguen llenando sus buchacas con millones en contratos con la administración pública; pero a los políticos que se dicen de izquierdas ¿qué les dan? Porque al pueblo desde luego le dan por el orto, pero a esa recua de mulas que ostentan cargos y son incapaces de alzar la voz contra una nueva muestra de borbonada de extracción de dinero del pueblo a sus bolsillos nunca les han dado algo. La borbonada sigue ahí pese a mangonear y eludir fondos haciendo pasar lo del emérito como una cosa de un “pichabrava”. Pues lo que haga con su pene que lo sufrague trabajando y no eludiendo el dinero de todos y todas. Que hasta el viaje de bodas del actual inquilino del trono ha sido pagado de aquella manera y los juancarlistas tragan. Jamás dejarán que haya una república hasta que el pueblo se levante de una vez…, y allí correrán diciendo que son republicanos para dirigir el cotarro y mandar a la borbonada a Suiza. Mientras tanto despistando al pueblo con viajes por España haciendo que se preocupan por la salud (y eso que van sin mascarilla).