Si bien el hecho de la existencia del nuevo modelo «Latino-Norteamericano» es a todas luces una realidad que no admite contestación alguna sobre la base de los estudios sociológicos y encuestas llevadas a cabo desde diferentes instituciones y universidades, existe un elemento que no se puede dejar de lado: la vertebración cultural de la población latina en EEUU.
Dicha vertebración tendría como objetivo la creación de un modelo social de latinoamericano, siendo la sincronización de los valores culturales de los EEUU con el respeto a sus raíces de origen el leitmotiv de este ideario, de tal forma que la construcción del discurso para la población latina se fuera conformando en base a diferentes puntos de unión entre las diferentes comunidades latinas. Y qué mejor herramienta para vertebrar que la palabra.
Por otro lado, y en consideración sociológica estoy en condiciones, desde mis estudios, reflexiones, observaciones, vivencias y pensamientos, de afirmar que los EEUU de América están en el momento extremo de saber y aceptar el concepto de que los Hispano Latinos, base social en un presente o futuro muy cercano para ellos es un igual en todo lo conceptual.
Este hecho y afirmación representa un gran error de dimensiones negativas incalculable generado en primer lugar para su propia sociedad y en segundo lugar, y por eso no menos importante, para el hecho de que un EEUU fuerte, cohesionado en sus capas sociales representa un aliado natural en el discurso de transformación mundial y desarrollo sostenible que junto con UE sirva para construir nuevas realidades prosperas en favor de los seres en general del » Sexto Continente» y confirmarse de una vez por todas en estos momentos de la historia de la humanidad, con la conjunción de “nobleza y sabiduría “ en lo que nadie hasta hace poco tiempo le discutía “La Centralidad de la civilización” con la cual siguen garantizando con su propia regeneración la garantía ética e intelectual del mundo desde el reconocimiento, el respeto y la admisión a esta plataforma de lucha por reconquistar los valores, principios e ideología de cualquier hombre pueblo o ser humano que desde la conciencia social venga o esté en cualquier lugar del mundo .
Como consecuencia, repito, es el momento histórico y sociológico para que EEUU comience a reflexionar e incluso aceptar que su pueblo, su sociedad, su cultura y el Estado tienen la obligación de ver y entender desde su valor sin miedo, que al menos como tal, en EEUU no son una sola etnia ni clase social y cultural. Por el contrario están formados y compuestas por muchas culturas y problemáticas sociales distintas y como consecuencia son también distintos los motivos que les hicieron llegar a la sociedad y territorio estadounidense.
Cabe, por tanto, un solo mensaje desde las administraciones o poderes legítimos o fácticos de los EEUU a los latinos, de una u otra manera todas humanamente legitima, son inútiles, no integradores, caducas, ineficaces, incluso contradictorios para las buenas intenciones y más aún…, con perdón…, torpes.
Los latinos, tanto en la UE como en los EEUU, mantienen en un 70% su propia realidad histórica y ancestral solo un 20% en cualquier lugar del mundo lo identifican con una causa común, solo en el Sexto Continente aumenta este porcentaje pero también en su más menos 10 o 15% o sea llegaría al 20 o 35%.
EE UU por ser el mayor receptor de latinos y en una menor superficie por metros cuadrados, con una sola disciplina social en general (justicia, idioma, cultura, convivencia, comportamientos, costumbres, etc.) tiene la obligación histórica, repito, de intentar desde el máximo de los respetos culturales y humanos construir, crear, fomentar y concebir, y todo esto lo digo desde sentimientos de igualdad y humanistas, una nueva etnia humana, una nueva extirpe humana, una nueva identidad humana la “HISPANOLATINAESTADOUNIDENSE”.
Sin lugar a dudas, los latinoamericanos se han convertido en una fuerza solida en los Estados Unidos y, por ende, puede ser decisiva en los comicios. La Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno debe convertirse en un escenario en donde se trate esta realidad con el fin de lograr que este fenómeno, producido por los millones de latinos que viven en EEUU, cambie la actualidad.
Por ejemplo, que en el Senado estadounidense, en vez de los 6 senadores de origen latinos de 100 que lo conforman, el número pueda ser mucho mayor, a igual que en la Cámara de Representantes, en donde de los 435 miembros, solo 47 congresistas son de origen latinoamericano.