Tal y como publicamos en Diario16, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha destacado que, desde que gobierna Luis Abinader, la economía de la República Dominicana mostró notable resiliencia. «Gracias a políticas sólidas que promovieron la estabilidad y mantuvieron un buen acceso al mercado, una campaña de salud eficaz y una reapertura adecuada —incluso del turismo— la República Dominicana pudo aprovechar al máximo la recuperación mundial y limitar los daños a largo plazo y el aumento de la pobreza. La recuperación es sólida y generalizada —el PIB a fines de 2021 se situaba 5% por encima de los niveles anteriores a la pandemia—y permitió que una consolidación fiscal temprana y la normalización de la política monetaria contrarresten las presiones inflacionarias», señala el FMI.
La sólida dinámica de crecimiento y una secuencia ordenada de políticas de respuesta continúan ayudando a la República Dominicana a enfrentar un contexto mundial difícil.A medida que las actuales crisis mundiales se desvanezcan, el crecimiento probablemente converja hacia su tendencia de largo plazo. Los shocks de la oferta han aumentado la inflación más de lo previsto, pero las medidas de política fiscal están aliviando el impacto y la normalización de la política monetaria debería permitir que la inflación converja hacia la meta en el horizonte previsto por la política monetaria.
Los riesgos están asociados principalmente a la guerra en Ucrania y el endurecimiento de las condiciones financieras en el mundo, es decir, que el propio FMI reconoce que la situación actual no es responsabilidad de la gestión de Luis Abinader, por más que desde la oposición populista liderada por Leonel Fernández se pretenda hacer creer al pueblo que es así.
El FMI se reafirma en que el principal impacto de la guerra está siendo el encarecimiento de las materias primas —el comercio directo y las vinculaciones financieras son limitadas— en tanto las condiciones financieras mundiales podrían tener un impacto mayor al esperado en los flujos de capital. La consolidación fiscal temprana, la emisión oportuna de deuda y una gestión proactiva de la deuda contribuyen a reducir las vulnerabilidades al reducir las necesidades de financiamiento a corto plazo. En conjunto, esto da cierto margen de maniobra para hacer frente a los riesgos a la baja.
En líneas generales, desde que gobierna Luis Abinader la posición externa de República Dominicana es congruente con los fundamentos económicos y con las políticas recomendadas. Las exportaciones y las remesas crecieron significativamente en 2021, si bien una mayor demanda interna y el encarecimiento de las materias primas aumentaron el déficit en cuenta corriente, el cual no obstante se encuentra totalmente financiado por una IED resiliente. Por otro lado, el FMI considera que la posición externa es sostenible y las reservas internacionales aumentaron considerablemente, mejorando así la suficiencia de reservas.
Por otro lado, el Fondo señala que las políticas económicas—la prudencia fiscal, medidas temporales para atenuar los precios de las materias primas y el endurecimiento de la política monetaria—siguen siendo adecuadas. La racionalización del gasto y las iniciativas de la administración tributaria implementadas por la Administración Abinader «contribuirán a mantener una consolidación fiscal gradual y a acentuar la trayectoria descendente de la deuda pública más de lo que se proyectaba inicialmente, protegiendo al mismo tiempo la inversión y el gasto social», afirma el FMI.
La utilización de medidas fiscales temporales para contener el impacto de los shocks de las materias primas en los precios internos de combustibles y alimentos es adecuada, como también lo son la continuidad que se ha dado a las reformas del sector eléctrico y las mejoras en la asignación de subsidios y la asistencia social. El proceso de normalización monetaria y de políticas prudenciales en curso tiene por objetivo mantener ancladas las expectativas de inflación y moderar la exposición a riesgos financieros, respectivamente.
Las medidas de regulación financiera en respuesta a la pandemia se han retirado adecuadamente y quedó demostrada la solidez a la que Abinader ha llevado al sistema financiero. «La salida estuvo bien diseñada y sigue apoyándose en una vigilancia intensiva y una evaluación de calidad de los activos transparente», afirma el FMI.
Para el Fondo, la implementación de reformas en la secuencia correcta puede ayudar a reforzar las políticas a mediano plazo. Por ello, el FMI valora muy positivamente cómo la Administración Abinader continúa tomando medidas para fortalecer los marcos de políticas, en particular mediante la mejora de la gestión y la transparencia de las finanzas públicas. Esto preparará el camino para la introducción de legislación que apoye la responsabilidad fiscal con miras a anclar mejor las políticas a medio plazo y seguir garantizando la sostenibilidad de la deuda.
«Junto con las reformas en curso en el sector eléctrico, un mejor marco de políticas puede generar consenso sobre las futuras iniciativas de movilización de ingresos que creen espacio para las inversiones necesarias en infraestructura y capital humano. Una hoja de ruta consensuada para la recapitalización del banco central también puede contribuir a mejorar su independencia institucional y financiera», señala el FMI.