Si existe un político en España, además de Quim Torra, que tenga un comportamiento miserable, irresponsable y tacticista a más no poder ser, ese es Pablo Casado. Un ser inhumano criado a los pechos de la mentira aznarista y la manipulación aguirrista y que al carecer del mínimo necesario de inteligencia, no puede más que lanzar mensajes miserables. Hubiese sido un magnífico portavoz en los tiempos del 11-M señalando a ETA como responsable de una masacre yihadista. Hubiese disfrutado como un niño pequeño si le hubiesen dejado anunciar ejecuciones en la dictadura franquista. Hoy en día, sin embargo, está al frente del principal partido de la oposición (no se sabe por cuánto tiempo) y mientras a las once de la mañana habla de unidad y patriotismo, a las once y cuarto se lanza como un torete al que acaban de aguijonear contra el Gobierno. Un sin-ser político completo que ayer volvió a dar muestras de falta de palabra y de compromiso con el Gobierno en los tiempos del coronavirus.
“Estamos preocupados por el repunte de 1000 fallecidos y 20000 infectados hasta hoy. Es el doble de lo previsto por el Gobierno y coincide con las movilizaciones públicas que alentaron” escribió de forma miserable en las redes sociales. Sin ninguna prueba empírica, sin ningún dato objetivo, sin más que una lengua bífida necesitada de soltar el veneno de la ignominia señala que el aumento de los muertos es por culpa de las manifestaciones por el Día de la Mujer. No ha citado que era tal día para que las mujeres se le echasen encima de forma abrumadora, pero lo ha dejado caer para ir convenciendo a la población de una gran mentira que desde la derecha vienen incentivando, que el coronavirus se ha desmadrado por culpa de la lucha feminista. Saben que las mujeres son un sujeto muy potente de transformación y lucha contra lo que representan los señoros de la derecha y por ello hay que acabar con ellas. No quieren un sujeto político de cambio y si el postmodernismo no acaba con ellas, habrá que utilizar una pandemia para señalarlas.
Estamos preocupados por el repunte de 1000 fallecidos y 20000 infectados hasta hoy. Es el doble de lo previsto por el Gobierno y coincide con las movilizaciones públicas que alentaron. Mucho ánimo a los enfermos y a los que han perdido a sus seres queridos sin poder acompañarles. pic.twitter.com/VYevi1uniY
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) March 20, 2020
Pedro Sánchez podría llegar a gobernar durante décadas con este tipo de oposición porque, de tener alguna culpa en todo el tema del coronavirus, Casado tiene tan reducidas sus capacidades intelectuales que no sabe criticar con conciencia. Sin duda, hoy con una perspectiva temporal, se puede decir que el Gobierno no acertó a aplicar medidas antes de tiempo. Pero en aquel momento la dirigente del PP Cuca Gamarra bien que animaba a las mujeres de derechas a participar en las marchas que hoy denosta el presidente popular. ¿Por qué permitió Casado la participación de las dirigentes del PP en las marchas? ¿Por qué Casado se reunió con cientos de mujeres del PP esos mismos días si tan mal estaba todo? ¿Por qué no ofreció una rueda de prensa en aquel entonces pidiendo que se cancelasen el fútbol, el congreso de Vox, las movilizaciones y los vuelos? Si tan listo es ¿por qué no dijo eso en el momento en que tocaba? Porque es tan mendaz que quería su momento de gloria en la política espectáculo. Sin embargo, ahora no es tiempo de hacerse el listo, más cuando no se es, ni de tener visiones a posteriori, sino de cumplir la palabra dada de lealtad con el Gobierno y con España durante esta crisis.
Nadie puede negarle que pida material sanitario con urgencia, incluso sabiendo que si la sanidad está como está en buena parte de España es por su culpa, pero intentar señalar a unas movilizaciones como causa de la pandemia es de miserables. Como miserables fueron las palabras del presidente murciano contra las medidas de su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso. Sabiendo que fue un error cortar las clases sin medidas de respaldo y permitiendo a todas las hijas e hijos regresar a sus casas ya que no tenían universidad a la que acudir portando el virus. Fue un error de precipitación pero hoy lo que toca es salvar vidas, como ha dicho el alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida (también del PP). Podría también criticar que Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se salten la cuarentena (el tema preferido de Eduardo Inda y el resto de la Brunete mediática) pero hablar de forma miserable, lanzando un bulo para ganar tres votos mientras personas mueren por la situación en que el PP del que formaba parte de la Ejecutiva destrozaba la sanidad con recortes es muy miserable. Se queja de Torra, pero en cuanto a populismo, nacionalismo infecto y estupideces le va a la zaga. Esta es la derecha política actual… donde los mejores fueron apartados por los aparateros. Tiempo habrá de criticar al Gobierno, especialmente con lo que sucede con las mascarillas y demás material sanitario, pero señalar a las mujeres como diseminadoras del virus tiene un epíteto que no se debe poner (sí, ese que usted está pensando).