El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, a pesar de la consternación que ha sufrido por el asesinato de Orlando Jorge Mera, ministro de Medio Ambiente, ha asistido a la Cumbre de las Américas, lo que demuestra su responsabilidad para con su pueblo.
Abinader ha considerado que tiene que estar presente en el evento porque es importante para la situación a la que se enfrenta el pueblo dominicano, en general, a causa de la crisis internacional y agravada por las herencias recibidas de desorden, desidia, corrupción y desatención en derechos humanos a la población dominicana.
La Comunidad Internacional debe ir en auxilio del pueblo haitiano
El mandatario dominicano no ha tenido ningún problema en responder a la primera pregunta que le han hecho sobre la migración haitiana. Ha afrontado el tema con dignidad, con política de Estado y con suma responsabilidad y compromiso, diciendo lo que realmente viene recalcando desde hace tiempo, es decir, “que ya Dominicana y el pueblo dominicano hizo y está haciendo bastante en favor de ordenar el desastre y la dictadura democrática del país vecino. Incluso del vandalismo humanista que también, desde otros países fuera de la isla, azotan a Haití”. Por lo tanto, le corresponde con transparencia y ética, a la Comunidad Internacional, principalmente a Estados Unidos y la Unión Europea, resolver esta injusticia social, política y humana. El pueblo dominicano ya se sacrificó más de lo humanamente exigible en conciencia en conductas solidarias con haitianos y haitianas.
La situación que vive el estado haitiano no es un problema de República Dominicana, es una dificultad de Haití, es un problema de la Comunidad Internacional. Lo mismo que se está haciendo desde muchos países con el apoyo a Ucrania, ¿por qué no apoyar también el orden, la democracia y la estabilidad del pueblo haitiano que tantos problemas tiene e incluso que acarrean al Estado dominicano?
Abinader abordará el tema de la migración y situación haitiana en dicha Cumbre, con criterio de Estado solidario y humanista. Ahí es donde queda manifestado un nuevo estilo de gobernar que ha caracterizado al presidente dominicano.