El pueblo italiano ha decidido dar su confianza a los partidos euroescépticos, tanto de la derecha como de la izquierda, dado que la suma de la coalición de Silvio Berlusconi, Matteo Salvini y Giorgia Meloni con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo y Luigi di Maio, alcanza casi el 70% del escrutinio (69,22%). También ha quedado claro que el pueblo no se cree las soluciones de la vieja socialdemocracia o de las formaciones europeístas puesto que el partido de Matteo Renzi apenas alcanza el 19% y el resto, como es el caso del partido de la ex comisaria europea Emma Bonino, no superan el 3,5%.
Con estos resultados, Italia queda en una situación de ingobernabilidad, porque ninguna de las coaliciones o de los partidos alcanza el 40% necesario para poder formar gobierno. ¿Podrá formarse gobierno a través de coaliciones? Es muy difícil pero el Partido Democrático (PD) de Renzi se convierte en la llave para lograr un gobierno, a pesar de ser prácticamente imposible puesto que las dos opciones que se le plantean son complicadas. Una Gran Coalición al modo alemán entre el PD y la coalición de Berlusconi es compleja porque obligaría a Renzi a pactar con el diablo, con la extrema derecha. Un pacto entre los partidos de izquierda PD+M5S sería, quizá, lo más lógico pero las diferencias entre ambas formaciones son irresolubles. Lo que queda claro es que las soluciones socialdemócratas han perdido totalmente la credibilidad para el pueblo, no sólo en Italia, sino en el resto de países de Europa.
El partido de izquierda M5S ha sido el partido más votado pero el nuevo sistema electoral italiano que buscaba potenciar las coaliciones para lograr una estabilidad política hace que la victoria final sea para la unión de los partidos de derecha y extrema derecha: Forza Italia (Berlusconi), Lega (Matteo Salvini) y Fratelli d’Italia (Giorgia Meloni).
En el ámbito ultraconservador también se han producido movimientos de importancia: el sorpasso de la Lega (antigua Liga Norte), la formación de corte mussoliniano liderada por Matteo Salvini, a la Forza Italia de Silvio Berlusconi. Esto muestra cómo el mensaje proteccionista y racista de la Lega ha calado en un país que está sufriendo las consecuencias de la crisis de refugiados y de las nefastas políticas de Europa.
Es resaltable la diferencia del voto de los italianos que viven en el extranjero respecto a los resultados en Italia ya que el ganador absoluto de los residentes en el extranjero es el PD de Renzi con un 25% frente al 20% del bloque de derecha/extrema derecha y el 15% del M5S.
La polarización del sentido del voto también se muestra en la distribución geográfica. En el norte gana el bloque de la derecha/extrema derecha, mientras que en el centro y el sur ganan los partidos de izquierda.
Por tanto, Italia ha hablado. ¿Nos hallamos ante la antesala a un Italexit? Los italianos lo han dejado claro: no quieren continuar en esta Unión Europea que prima los intereses de las élites financieras o las cifras macroeconómicas a las necesidades reales de la ciudadanía.