Señora Calviño, señora Delgado y señor Grande-Marlaska. Nos dirigimos a ustedes, antes que nada, felicitándoles y como medio libre, ético e independiente, no podemos más que sentirnos satisfechos y así lo transmitiremos a nuestros lectores. Tras haber sido nombrados titulares de los ministerios de Economía, Justicia e Interior respectivamente y porque, a partir de hoy, ustedes tendrán la responsabilidad de hacer justicia con el pueblo, con un millón de españoles, con más de 305.000 familias que fueron arruinadas injusta y violentamente por una operación del sector financiero, tanto público como privado, que no tenía otra finalidad que rescatar a un banco que da una imagen de grandeza pero que está en una situación real límite y que fue declarado por el FMI como de «peligro sistémico». Nos estamos refiriendo, como ya sabrán, al Banco Santander, y, con ello, al Caso Banco Popular.
Señora Nadia Calviño, hemos sido informados por parte de quienes la conocen, refiriéndose a usted en unos términos muy elogiosos, recalcando su sentido de la justicia, de la ética y la honradez profesional como consecuencia de una personalidad firme y honesta. Transmitiremos a diario a los que sufren por esta diabólica operación la confianza en sus virtudes humanas anteriormente expuestas para que les sea devuelta la esperanza. En el Caso Banco Popular, tal y como hemos demostrado en Diario16 con documentos, los organismos que dependen de su ministerio, desde la Secretaría General del Tesoro hasta el propio Banco de España, pasando por la CNMV o el FROB, tuvieron, presuntamente, una implicación directa en la caída de un banco que apenas seis meses antes de su intervención cumplía holgadamente con todos los requisitos de capital y liquidez exigidos por la ley. Todos estos documentos que acreditan lo que afirmamos los ponemos a su entera disposición, si lo considera necesario. El FROB inició el proceso de intervención cuatro días antes del día de la resolución y se lo comunicó a los 5 principales bancos del país. La CNMV no frenó la cotización del Popular a pesar de saber que estaba siendo atacado por bajistas como Marshal Wace o BlackRock quienes llegaron a ocupar hasta un 24% del capital bursátil de la entidad, algo que sí que hizo con Liberbank apenas unos días después de la resolución. El Banco de España no obligó a Emilio Saracho a presentar todos los colaterales de los que disponía la entidad para conseguir acceder a la totalidad de los 9.500 millones de los que disponía en una línea de liquidez de emergencia, ni implementó medidas para frenar la provisión de activos crediticios al corriente de pago. Todas estas instituciones dependen de usted, señora Calviño, y, por justicia para con los afectados, sería deseable que, lo antes que le fuese posible, instruyera para que se pudiesen iniciar investigaciones internas en favor de esclarecer todo lo que en los organismos que dependen de usted se hizo para favorecer la caída de la sexta entidad financiera del país.
Señora Delgado, quienes la conocen ponderan su defensa de la justicia universal y del respeto de los derechos humanos. A las más de 305.000 familias arruinadas, que amparan a un millón de ciudadanos, en la «presunta» mayor estafa de la historia de España, hasta el momento les está sorprendiendo la lentitud de la instrucción por el hecho de que, a día de hoy, no se haya adoptado ningún tipo de medida cautelar contra el Banco de Santander o contra la operación, que no se esté realizando ningún tipo de interrogatorio o que, ante la negativa de entregar documentos a la Audiencia Nacional tras un Auto del juez instructor, no se haya ordenado ningún registro como el que el juez Ruz ordenó en la sede del Partido Popular de la calle Génova en el Caso Gürtel. Los afectados están sorprendidos de cómo, una vez que la Audiencia Nacional, a requerimiento, en su día, de la Fiscalía Anticorrupción, aceptó que la documentación presentada por Diario16 fuera incorporada a todas las causas interpuestas, aún no se haya tomado ninguna medida concreta. Señora Delgado, usted es la nueva ministra de Justicia, y la Justicia, hasta hoy, está dejando en los ciudadanos afectados la sensación de que sus derechos humanos están siendo vulnerados.
Señor Grande-Marlaska, usted, como ministro del Interior, tiene bajo su mando a las Fuerzas de Seguridad del Estado. Su compromiso con el pueblo es también proteger a los afectados y afectadas en este caso porque sienten que están sufriendo una indefensión que hasta este momento, como podrá comprobar en la nota de uno de los afectados, está generando una agonía que sufren a causa de una dictadura privada. Los ciudadanos y las ciudadanas de este país confían estar protegidos por el buen hacer y la profesionalidad en la aplicación de la Justicia de las Fuerzas de Seguridad del Estado a través de la investigación.
Nadia Calviño, Dolores Delgado y Fernando Grande-Marlaska, con el fin que puedan valorar la dimensión humana de lo que les estamos exponiendo, les invitamos a leer, con toda la atención que el Caso merece, esta comunicación que recibimos en Diario16 de una de las víctimas de la «presunta» mayor estafa de nuestra historia. Su ética, su humanismo, su honestidad y su conciencia con el pueblo español les hará estremecerse, tal y como nos ocurrió hace más en Diario16:
Hoy hace un año. A las 8:00 de la mañana encendí la radio. Por la noche, sobre las 00:30 me acosté viendo el Canal 24Horas de TVE, donde comunicaron que banco Santander ampliaba capital en 5.000 millones para comprar Banco Popular. A esa hora ya estaba todo hecho y decidido, ya habían filtrado la noticia al canal 24horas.
Eso iba en línea con lo que se barajaba desde hacía tiempo: BBVA ofreció 5.500 millones en noviembre de 2.016, el propio Santander en mayo publicaba en medios, a través de la periodista Ana Antón, que valoraba la acción de banco popular en 1,17 euros. Criteria Caixa había mostrado interés y reservado 4.000 millones. Los ministros salían en la TV diciendo que no pasaba nada, que tranquilidad absoluta, que Popular «será lo que sus accionistas quieran que sea».
Los movimientos en la bolsa en los días anteriores habían sido enormes, un volumen muy por encima de lo normal. Popular estaba retasando inmuebles, según se decía el mercado inmobiliario y empezaba a recuperarse. Tenía 5.000 millones en créditos fiscales. Saracho hablaba de posibles ventas de WiZink (1.000 millones), de TotalBank (600 millones). Antonio del Valle había ofrecido respaldar ampliación de capital con más de 2.000 millones (aún no se sabía en aquella fecha lo de Deutsche Bank y Barclays garantizando ampliación). Popular era líder indiscutible en Pymes, tenía el 15% del mercado interno, las oficinas en propiedad desde hacía muchos años, estaban a punto de mudarse a un gran edificio nuevo desde el edificio Beatriz, había entrado en el accionariado Luksic, Pimco, la mayor gestora de fondos de renta fija del mundo tenía una gran participación, en el accionariado estaba Allianz, Credit Mutuel, etc.
En mayo Popular había publicado en la CMNV varios Hechos Relevantes asegurando la solvencia, el patrimonio neto de 10.700 millones, negando tajantemente cualquier riesgo de quiebra, anunciando acciones legales contra medios de comunicación que estaban llevando a cabo una campaña salvaje día sí y día también.
Los 5.000 millones anunciados por Santander en el Canal 24horas a las 00:30 horas antes de, según dicen ellos ahora, haber tomado la decisión, me parecieron algo medio normal con los movimientos que se estaban dando. Así nos acostamos, yo y seguramente muchas personas que vieron lo mismo.
Recuerdo el tono, que a mí me pareció sorna y humor, de Alsina en la radio: Santander ha comprado el Banco Popular por un euro, pero por un euro todo el banco. Algarabía, qué buena operación, todos sabíamos que Banco Popular estaba quebrado (como si no hubiera pasado nunca test de estrés de BCE, como si el día anterior no cotizara en el Ibex 35, como si la CMNV no supiera nada, y sin hacer lo que luego haría con Liberbank, le hubiera pillado esto de sorpresa). Salían los mismos ministros de antes, pero esta vez a decir que Banco Popular era un banco zombi (mayorcitos ya para creer en los Zombis – o estaba muerto y con cuentas falsas o alguien lo mató – o muerto de antes o asesinato, los Zombis no existen). Se sucedían entrevistas a economistas que decían en los medios que ellos ya sabían que Popular estaba quebrado, que era normal lo que estábamos viendo. Salía Ana Patricia Botín a dar rueda de prensa. Estaba sumamente feliz, no podía ocultar la dicha. Para haber tenido que hacerse cargo de un banco quebrado, llamaba la atención tanta felicidad, como si se hubiera salvado de algo grave o hubiera sido agraciada con una lotería que a ella por lo que tiene no debería ya de hacerle ninguna ilusión. Era todo muy curioso, todo el mundo sabía que Popular estaba quebrado, los ministros que antes decían que era solvente, la directora de un banco que valoraba la acción en mayo a 1,17 euros, la CMNV, el BdE, el BCE, ahora sí, ahora ya sabían que estaba quebrado. Sin embargo, hacía escasos 15 días no tenían esa idea. Entrevista a Saracho, que aseguraba patrimonio positivo y hablaba de ventas de Wizink, Totalbank, etc. y ese día dijo que «esto que ha pasado es lo mejor», es estupendo.
Hay otras opiniones en algunos medios, algunos otros economistas dicen que lo que ha pasado es muy raro, que es un desastre, que hay cosas extrañas. Sale el señor Félix Revuelta en La Sexta, es un accionista (exaccionista tras la incautación) de Banco Popular, dice que esto no es normal. Es un señor que transmite tranquilidad y cierta sabiduría en sus palabras, parece que de esto de inversiones sabe algo, lo mismo que Pimco, Del Valle, Luksic, etc., pienso que algo han de saber, que, efectivamente, como manifiesta el señor Félix Revuelta, esto no ha sido normal.
Mientras una gran parte de medios aplauden la magnífica operación de la salvadora Ana Botín, una gran parte de la población sufre, algunos, a media mañana, aún ni saben que ha pasado. Los medios bombardearán con los beneficios de la operación y lo normal que ha sido y terminarán enterándose a lo largo del día.
Ese día algo quebró, efectivamente, no solo el Banco Popular. A día de hoy, 365 días después, Santander, Europa y el Gobierno de España luchan como gato panza arriba para negar la transparencia y la dignidad a más de 300.000 familias que ese día quebraron junto con Banco Popular, quebraron y no solo económicamente, quebraron en cosas mucho más importantes, quebró su confianza en las autoridades, en la Justicia, en algunos medios de comunicación, en Europa y, lo más importante, quebró la confianza en ellos mismos, porque aún no saben que pasó y como se les mantiene en la oscuridad absoluta, no saben el motivo de haber sido expropiados, no saben si de verdad lo hicieron tan mal y todo el mundo sabía que Popular estaba quebrado y que sus cuentas y Hechos Relevantes eran falsos y ellos eran los únicos que lo desconocían, o es que les han robado desde las instituciones que creían que estaban para protegerlos y darles seguridad y justicia.
Gracias Diario16. Sin vuestra luz y labor, la oscuridad en la que muchos estamos sumidos desde hace un año, sería insoportable.
Hacemos nuestro el compromiso de la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, en el acto de cambio de cartera, y, como consecuencia, apelamos al rigor, la pasión, el pundonor, la autoexigencia y el compromiso a la hora de realizar el trabajo que a cada uno nos corresponde en la sociedad. De ustedes esperamos, precisamente, por su entereza moral, una labor rigurosa y comprometida con todos los maltratados y maltratadas, arruinados y arruinadas, afectados y afectadas por esta operación diabólica porque, de este modo, se esclarecerá lo que realmente ocurrió en el Caso Banco Popular, caiga quien caiga. Con ustedes nos comprometemos a que nosotros haremos lo mismo desde la responsabilidad que nos exige el cuarto poder en el uso de la verdad, la ética, la libertad y la independencia.