Toda vez que ha saltado el último escándalo de corrupción del PP, con la imputación de la consejera de Agricultura andaluza, cabe preguntarse ¿por qué los votantes del PP no se han marchado todos a Vox ante el hedor que desprende el partido en el que han confiado año tras año? Casos como Gürtel, Púnica, Hispano Almería, Mañueco, etcétera donde se han llevado a los bolsillos del partido cientos de millones de euros (muchos más que los famosos EREs del PSOE andaluz) no provocan el abandono de un partido podrido por la corrupción. Hay alternativas. Si bien Ciudadanos ya no es alternativa de nada en realidad, queda Vox.
Dirigentes distintos
Lo primero que viene a la cabeza es que hay una diferencia sustancial entre los máximos dirigentes de ambos partidos. Pablo Casado es un chisgarabís, un mitomaníaco, un antipatriota (¿A quién se le ocurre ir a Europa a que no entreguen a España los fondos de cohesión y desarrollo?) y un mierdecilla que pacta con los independentistas potenciar las lenguas regionales contra el español. Cada vez que habla miente o es una patada a los libros de historia y/o geografía. Un personaje al que le regalaron los estudios porque no le daba para más y tenía que lucir en sus negocios turbios con dictaduras. Y lo más importante, un dirigente que mira para otro lado con los casos de corrupción.
Santiago Abascal, por su parte y hablando solamente desde una visión de derechas, es un patriota que incluso estuvo a punto de abstenerse para que Pedro Sánchez no tuviese que pactar con los bilduetarras y los separatistas catalanes. Algo que contó Federico Jiménez Losantos y no han negado ni Abascal, ni Casado. Sus estudios de sociología los ha conseguido estudiando y no ha cejado en su formación –son conocidas sus intervenciones en foros de seguidores de Gustavo Bueno-. Menos lustrosos para la prensa acomodaticia pero suyos bajo la presión de recibir un tiro en la nuca en el País Vasco. Conocedor mucho más de España y su historia que quien se sienta en la jefatura de la sede (pagada en B) de la calle Génova.
Ideas claras
El PP, como partido puro al servicio de la clase dominante, carece de ideas claras. No puede tenerlas porque lo que hoy opine mañana puede ser echado por tierra por intereses globalistas. Su catolicismo es del estilo que define Juan Manuel de Prada como pompier, muy de pose pero luego José Luis Martínez Almeida quita la subvención a la asociación Madrina. Mucho decir que el aborto es malo pero luego ni tocan una coma de la legislación. Con el postureo de denunciar ante el Constitucional les vale. Y sobre la España periférica o rural qué decir, llevan esquilmándola en favor de las distribuidoras allí donde gobiernan. En el tema de la inmigración, como buenos globalistas, son muy de la libre entrada para bajar los salarios de la clase trabajadora.
En Vox, cuando menos, no tienen doscientas ideas pero las que tienen son claras. Libertarios en lo económico respetan los valores de España como nación; las tradiciones que las distintas comunidades han ido forjando a lo largo del tiempo; son católicos (aunque algún pagano hay entre sus filas) de defensa de la vida; son anti-ideología de género; y defienden la soberanía de España frente a las élites globales. Respecto a la “teoría de la sustitución” son contundentes aunque sea políticamente incorrecto. Porque la diferencia esencial entre Casado y Abascal es que el primero es políticamente correcto y el segundo no.
Corrupción
La corrupción es algo que está completamente identificado con el PP. En cuanto sale algún caso de corrupción cada español piensa directamente que estará el PP detrás. No sólo corruptos sino despilfarradores y diligentes agentes del capitalismo de amiguetes. Dicen defender mucho la pequeña y mediana empresa, pero la realidad es que, en cuanto pueden, están soltando dinero a los grandes empresarios para obras innecesarias (¿se necesita soterrar otra parte de la M-30?) o a familiares (como los contratos a la empresa del hermano de Isabel Díaz Ayuso). Esto está publicado y las personas de derechas ni reaccionan. Les dicen que son de Tabarnia y votan como tontos. O les ponen fotos de Juan Manuel Moreno Bonilla comiendo espetos y todos entregados a la causa.
La realidad es que tienen tanta mierda que ni la nariz logran tenerla fuera de ella. Sólo huelen porquería en Génova. Pero cuentan con una prensa de derechas que les tapa todo, ocultan la corrupción (¿cuántas portadas ha tenido la imputación de la consejera pepera?) e impiden que Vox pueda ser alternativa. El partido de Abascal no tiene capacidad de subvencionar a los medios de comunicación como si tiene el PP y es por ello que les tienen comprada la voluntad y la verdad. Dan palmaditas en la espalda de Vox pero en realidad querrían su desaparición. Mientras crean que Vox es útil les dedicarán artículos, cuando no se lanzarán a su yugular. Y todo porque a la mayoría de los medios de derechas la corrupción les parece bien.
Plataformas de la España vaciada
Decían en Vox, Jorge Buxadé se quejó de ello, que las plataformas de la España vaciada se habían constituido contra el partido. No es cierto que ello haya sido así en la constitución de las mismas (hay mucho podemita en ellas), pero sí es cierto que el apoyo que están recibiendo de la prensa de derechas se dirige a laminar a Vox. Si hacen una revisión de los medios de la derecha, salvo excepciones, todos están dando cobertura informativa a esas plataformas. Es más, casi todos los medios les auguran diputados y representantes en distintos parlamentos autonómicos en las encuestas que solicitan. Manipulación de libro.
Mientras ocultan que Vox sube en apoyos. Si se fijan bien, en las pasadas elecciones autonómicas madrileñas, el partido encabezado por Rocío Monasterio tuvo una aceptación similar a anteriores comicios, pero si leen la prensa parece que Ayuso arrasó con ellos, lo que es una falsedad. Todo está dirigido a que sólo quede el corrupto PP y ya se está viendo en las próximas elecciones de Castilla y León. Un tipo que está a las puertas de ser imputados por diversas corrupciones como Mañueco recibe un apoyo enorme en los medios, así como las plataformas de la España vaciada –que no hay nombre tan insultante que ese-, con la finalidad de que Vox no obtenga buenos resultados.
Es raro que los votantes del PP no se hayan pasado en masa a Vox por culpa del sinsorgo que tienen al mando; por culpa de la podredumbre corrupta; por la carencia de valores; por la traición a España (hay que recordar que están entregados a varios lobbies sionistas); por su capitalismo de amiguetes; por su fe globalista; pero tienen “comprada a la prensa de derechas” y con eso les vale.