Es todo sumamente raro. En los medios de comunicación comprometidos con la verdad (o lo que se puede entender como tal), la libertad y los principios democráticos venimos contando las trapicherías que la monarquía española ha venido cometiendo. Bien sea a nivel dineros, bien sea a nivel privilegios, bien sea judicialmente. Mientras la prensa controlada por el Ibex-35, la prensa del establishment, se hacía eco de algunas informaciones y se mantenía la defensa de la monarquía trasladando al presente el pacto mediático del año 1981. Defender al monarca era defender el sistema pensaron en aquellos años ABC, El País, La Vanguardia o Diario 16. Ya tras el caso Banesto y los líos que supuestamente tuvo el monarca con una vedette comenzaron a torcerse las cosas. Entendemos que gran parte del enfado de José María Aznar porque no le hayan concedido un ducado viene de haber ayudado a que aquello pasara desapercibido. Se utilizó al servicio secreto español, como se ha utilizado en esta ocasión, pero a Aznar le hicieron la trece-catorce.
La quiebra total entre el monarca y el establishment llegó justo con la relación de Juan Carlos de Borbón y Corinna zu Sayn-Wittgenstein y el incidente en Botswana. Ahí algo se rompió y ha estado macerándose durante todos estos años. Los problemas con el tren a La Meca, donde supuestamente el emérito se ha llevado 80 millones de euros, las excesivas peticiones de favores del Borbón, la acumulación sin medida de innumerables bienes y dineros hasta llegar a una fortuna de casi 2.000 millones de euros (y eso que la Casa Real sólo recibe una cantidad de 8 millones aproximadamente) y dejar tirados a todos aquellos a los que se ha utilizado durante años ¿podrían haber provocado que el establishment se haya cansado de la monarquía?
En un juego de poner las manzanas en ambos cestos, los medios de comunicación del propio sistema de extracción y saqueo han sacado a sus columnistas más “rosas” a defender al actual inquilino de La Zarzuela. A nadie se le escapa que Felipe de Borbón debe estar al tanto de los tejemanejes pues sus viajes han seguido estando guiados por las cuestiones comerciales, como los del padre, y nada mejor que sacar a los miembros del colorín para adoctrinar a parte de la población para ver qué ocurre. Pero es que han sido dos medios vinculados fuertemente al Ibex-35, a la fracción dominante de esa coalición dominante del capital, los que han difundido las cintas y están dándole mucho recorrido. El Español de Pedro J. Ramírez, que ha mantenido una relación de amor-odio con la monarquía y Ok Diario de Eduardo Inda, que no deja de ser el senescal mediático de Florentino Pérez y otros empresarios del Ibex-35, han lanzado el órdago. Medios no centrales del sistema pero medios directamente controlados por los poderosos. Lo cual no deja de causar extrañeza.
¿Por qué? Para contestar a esa duda epistemológica casi hay que entrar en la elucubración ya que el Ibex-35 no da puntada sin hilo y solemos conocer sus intenciones reales cuando todo está cocinado. Un dato a tener en cuenta, por si no lo han podido conocer o escuchar, es que Ciudadanos, el partido del Ibex-35 para dominar España, ha pedido que se investigue al emérito. Algo que no han pedido ni PSOE, en el gobierno curiosamente, ni PP, intentando recomponerse. Izquierda Unida y Podemos se sabía que saldrían a defender la República y llamar a los borbones ladrones, como hiciera Valle Inclán. Por tanto, si el partido del establishment, de la fracción dominante del bloque en el poder, del capital, habla de investigación es porque algo se está moviendo. Ellos que defienden la monarquía como garante de la unidad de destino de esa España imperial que desean, es raro que entren a ese juego sólo por cuñadismo ideológico. No sacan nada de ello porque nadie les puede creer salvo que estén, como lo están, dirigidos por el establishment. ¿Se cocería en Torino durante la reunión de Bilderberg algo y lo ponen en ejecución?
¿Qué ha pasado y no nos cuentan para que el Ibex-35 que ha llenado los bolsillos de los borbones, se haya cansado? Porque los medios que lo han sacado no son de dos empresarios medianos, no. Son de poderosos señores del capital. ¿Por qué los florentinos, los Botín y demás magnates sacan a la luz esto? Solo cabe entender que quieren acabar con la monarquía, esa que les ha saqueado a ellos (tras saquear ellos a los españoles), porque el emérito ya es cosa del pasado y todo el mundo sabía que era como era (no que robase presuntamente tanto). La cornamenta de Sofía de Grecia a nadie extraña y tal vez por eso se la ha querido mucho, pero sacar a la luz los dimes y diretes de los dineros tiene que tener otra explicación y otra causa que por ahora se escapa sin duda.
Y si la respuesta fuese instaurar la III República ¿para qué la querrían? El capitalismo, como la Historia ha demostrado, funciona perfectamente bajo una democracia, una dictadura, una república, una monarquía o un consejo de sabios. No tienen ideología preferente en sí los señores del capital. Quieren un mundo lo más abierto de fronteras pero para poder mangonear y explotar libremente, pero les tiene sin cuidado que gobierne un dictador caníbal o un demócrata ejemplar. La dictadura de Pinochet es el mejor ejemplo de ello. Entonces ¿para qué? El momento político, digamos, que favorecería el paso de su régimen político a otro. Un presidente socialdemócrata de un partido con tradición republicana, aunque en la élite no se acuerden mucho de ello si pequen de cortesanos, y que no piensa mover el sistema económico del establishment (tragar con las peticiones armamentísticas de Trump lo demuestra claramente). Un partido del propio establishment que dirá y hará lo que le pida quien le financia. Dos partidos a la izquierda claramente republicanos. Partidos nacionalistas que preferirían una república federal o confederal. Y un partido conservador que no sabe si va o si viene o si es mediopensionista todavía. Un escenario propicio para un gran cambio.
Un gran cambio sistémico que entierre el modelo de la Transición, como parece que apoya la ciudadanía, y propicie un sistema territorial donde encajen las burguesías y los intereses nacionalistas y que se establezca como República federal. Un gatopardismo de cambiar todo para no cambiar nada y que sigan gobernando los mismos que hasta el momento, pero bajo un aura renovada. Un sistema que persista con el saqueo de la ciudadanía y se someta a las voluntades de los poderosos. Esos mismos que, a día de hoy, parecen querer quitarse de encima la monarquía. Igual nada es así, pero hay que reconocer que todo es extraño, muy extraño.