Ha logrado el presidente socialdemócrata lograr la cuadratura del círculo con los nombramientos de las ministras y ministros de su gobierno, a todo el mundo (salvo excepciones) le encantan. Especialmente efusivo en sus alabanzas y aprecios se ha mostrado el establishment español, tanto a través de sus medios de comunicación como directamente. Ya comenzó el martes Ana Botín alabando la llegada de la ministra de Economía, Nadia Calviño. Lo mismo ha sucedido con otros nombramientos, tanto como para que el gurú económico de Ciudadanos, Luis Garicano, haya aplaudido también los nombramientos. Los poderosos han acogido con alegría los nombramientos. Hasta le ha gustado a Susana Díaz.
Como ha dicho Juan Pablo Colmenarejo en COPE, es el “Gobierno Bonito”. Un gobierno que tiene encandilados a los señores del dinero porque van a seguir la ortodoxia económica. ¿Esto qué significa? Que no se van a mover ni un milímetro de lo impuesto por la Troika y los mandamases europeos. Por eso es un gobierno europeísta, porque todos conocen tan bien los entresijos de la Unión Europea que no se espera ninguna sorpresa. La Política Agraria Común va a ser recortada sí o sí, y las cuotas pesqueras que se están negociando son habas contadas casi. Por tanto, las capacidades de influencia no van a ser muy amplias en el ámbito europeo. Se nombra a gente conocida y del entramado europeo, no tanto por influir como para protegerse.
Un gobierno de tecnócratas (salvo José Luis Ábalos), de esa clase media incrustada en las entrañas del Estado de la que hablase Hegel hace más de dos siglos, un gobierno para contentar a numerosos lobbies. Así, las ONGs ambientalistas han valorado positivamente el nombramiento de Teresa Ribera, como lo han hecho desde las empresas de sector de la energía que más habían apostado por la transición energética. En presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, ha mostrado su alegría por el nombramiento y la creación del ministerio. En el Ibex-35 durmieron ayer tranquilos al conocer los nombres de las ministras y saber que aplicarán las recetas del liberalismo económico clásico que venían aplicándose durante el gobierno del PP. Josep Oliu, presidente del Banco de Sabadell, ha expresado su alegría porque sabe que el nuevo gobierno va a seguir la senda ya marcada.
Curiosamente, no es sólo el establishment quien aplaude los nombramientos porque saben que nada cambiará al fin y al cabo, salvo algunos matices sociales, sino desde la izquierda no socialdemócrata también han valorado los nombramientos. Reconocen que son unos nombramientos para contentar al establishment y hacer daño a Ciudadanos. Reflejan el giro que ya se había aventurado hacia la derecha para pelear el espacio del centro a la formación naranja. Un análisis compartido por Casimiro García Abadillo y Juan Carlos Monedero, que están en las antípodas. Un gobierno técnico para gobernar dos años, como pronostican casi todos los medios de comunicación. Y para contentar a los lobbies más poderosos. Un gobierno que deja todo el flanco izquierdo liberado.