La Marina de los Estados Unidos está elaborando una serie de nuevas pautas para que sus pilotos informen sobre los avistamientos y encuentros con «aeronaves no identificadas» con el fin, en principio, de «analizar esa información». Esta medida se debe a un incremento del número de encuentros con «aviones desconocidos y con una tecnología muy avanzada» que entran en el espacio aéreo de influencia de instalaciones militares estratégicas.
La Armada y las Fuerzas Aéreas no quieren dar a entender a los ciudadanos que sus pilotos se han encontrado con naves extraterrestres pero una modificación tan drástica de los protocolos de información de avistamientos está trasladando a la ciudadanía que existe un peligro de llegada de «naves extraterrestres», ya que desde el Pentágono se reconoce, por otro lado, que ha habido demasiados encuentros «extraños» por parte de personal militar muy cualificado y con credibilidad demostrada.
Este cambio, además, se produce en un momento en el que desde el ámbito político se ha incrementado el interés por el tema extraterrestre, sobre todo después de que el New York Times publicara que el Pentágono había creado una oficina especial dedicada en exclusiva para estudiar estos avistamientos. Este departamento secreto se ha gastado varias decenas de millones de dólares en realizar estudios técnicos y evaluaciones de estas incursiones. Así ocurrió cuando un avión no identificado superó a los cazas de la Armada y realizando maniobras que desafiaban las leyes de la física.
Por otro lado, altos mandos militares han criticado a los líderes políticos que no se tomen en serio este incremento de avistamientos de aeronaves no identificadas y, al parecer, con una tecnología superior a la que disponen los más avanzados aviones de combate, incluidos los prototipos.