La situación de los migrantes latinos en la Región de Murcia y especialmente en la Comarca del Guadalentín y localidades limítrofes a la provincia de Almería, muchos de los cuales trabajan para grandes empresas agrarias radicadas en estas zonas geográficas, revisten caracteres de “auténtica explotación” por parte de sus patronos, según cuenta uno de ellos a Diario 16.
Antonio Sánchez Flores, residente en España desde hace 10 años, se ha tenido que enfrentar y aún sigue, a numerosos episodios de contrataciones irregulares basadas “en altas y bajas laborales frecuentes” al no tener previsto la empresa contratante el lugar de recogida de la planta cultivada. Esta situación se produce regularmente y se transmite mediante mensajes de voz telefónicos, provocando el desconcierto de los obreros, que ven con rabia e impotencia la actitud despreciativa de sus jefes, ocasionando graves perjuicios para sus respectivas y maltrechas economías.
Otra queja expresada por Antonio Sánchez tiene relación con el transporte utilizado para el desplazamiento al punto laboral. Así, la norma estipulada pasa porque la firma contratante descuenta al trabajador parte de su salario en concepto desplazamiento, ascendiendo el importe a 5 euros diarios, lo que arroja una cifra de 120 euros mensuales, que a su vez hay que restarlos de los poco más de 1.000 euros de sueldo, sin duda, sigue diciendo Antonio, “una cifra exigua para la labor que hacemos”. Los obreros agrícolas pertenecen al Seguro Agrario, abonado conjuntamente por empresa y trabajador, parte de la cual también hay que detraerla del pago mensual.
Por último y acerca de las condiciones donde desarrollan su labor, concretamente en los conocidos invernaderos, auténticas calderas de altas temperaturas en verano, algunos realizan su labor de distintos modos, es decir, unos sentados y otros arrodillados, según el tipo de recolección, lo que a medio plazo significa un deterioro físico que afecta a partes sensibles del cuerpo como pueden ser la espalda, cintura y piernas. Es más, se da la circunstancia de que algunos capataces impiden al trabajador realizar su labor de rodillas.