El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y portavoz de Hacienda del grupo de Unidos Podemos, Alberto Garzón, ha instado hoy al Gobierno del PSOE a demostrar que está dispuesto a aplicar una política económica distinta a la del PP “en tres elementos interrelacionados: el techo de gasto, la regla de gasto y los nuevos Presupuestos”. Garzón aseguró que “tiene margen” para hacerlo y le trasladó una primera batería de “ideas” para ello porque “de lo contrario serán lo mismo que el PP y con la misma política económica que con el PP las promesas caen en el olvido”.
El coordinador federal de IU hizo esta valoración durante el último debate en el Pleno del Congreso para aprobar definitivamente los Presupuestos Generales del Estado para 2018, tras votar las enmiendas provenientes del Senado. Sobre este punto, advirtió de que “esta es una situación verdaderamente extraña y anómala, porque estamos debatiendo las enmiendas que vienen del Senado a unos Presupuestos que aprobó en PP cuando estaba en el Gobierno y la mayor parte de esas enmiendas son del propio partido que los hizo”.
Adelantó que “nuestro grupo va a votar en contra de la mayoría de las enmiendas. Hay algunas a las que votaremos a favor, como la enmienda de los afectados por la talidomida, que creemos que es adecuada, pero en última instancia este debate de los Presupuestos creemos que está sentenciado”.
“Estos son unos malos Presupuestos -recordó-, por eso votamos en contra en su momento y por eso también votó en contra el PSOE. Son malos no sólo por su distribución interna, es decir, por la priorización que se hace del gasto en determinadas partidas, sino porque no aprovechan la totalidad del crecimiento económico nominal para revertir los recortes que se iniciaron en el año 2010”.
Para Garzón, las cuentas generales aprobadas hoy “lo que hacen es seguir una senda que busca empequeñecer el peso del espacio público, es decir, cuestiones tan básicas para la vida como la sanidad, la educación, las pensiones o las prestaciones sociales. Es lo que ocurre cuando se incrementa el gasto social por debajo del crecimiento nominal; la tarta puede crecer pero la parte que corresponde a los servicios públicos es cada vez más pequeña”.
Pero Alberto Garzón quería interpelar al nuevo Gobierno y ponerle en el brete de cara al futuro para que vaya desvelando cuáles son sus planes concretos en materia económica, más allá de que encadene como hasta ahora promesas concretas inconexas. De ahí que avisara de que hasta ahora lo que hay es “la senda marcada por el Gobierno del PP con la Unión Europea y esa es, desgraciadamente, una senda que el nuevo Gobierno no está interesado en cuestionar, al menos de momento”.
El coordinador federal de IU consideró este debate “una oportunidad para hablar del futuro, de lo que se va a hacer a partir de ahora y para que el PSOE pueda explicar las líneas de su propia política de aquí en adelante”.
“Debe dar respuesta de lo que va a hacer con tres elementos interrelacionados: el techo de gasto, la regla de gasto y los nuevos Presupuestos”, enumeró.
Aclaró que se debe conocer ya “si el Gobierno va a cuestionar la llamada estabilidad presupuestaria, que no deja de ser un artefacto ideológico. Se puede reducir el déficit a través de diferentes caminos, no sólo exclusivamente con la reducción del gasto, sino por ejemplo invirtiendo en lo público o, por el contrario, el PSOE va a mantener esa línea”.
Con los pies en el suelo, señaló que un Gobierno sostenido con 84 diputados “es evidente que tiene menos margen que con mayoría absoluta, pero hay margen incluso para desbordar estos Presupuestos de los que hoy termina su tramitación. El propio Partido Popular mientras estuvo gobernando los desbordó cada verano con créditos extraordinarios para diferentes partidas”.
“Interesa hacerlo -razonó- porque hay formas alternativas de cumplir con unos objetivos de déficit razonables que no implican recortar el gasto sobre el PIB. Se puede hacer una ahí política de inversión y estímulo que nos lleve a un país más rico, en vez de a un país más pobre, con servicios públicos cada vez de peor calidad”.
Garzón recordó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, por ejemplo, se ha comprometido ya “de forma correcta a incrementar la cuantía de las pensiones, como resultado probablemente de la lucha que han hecho los/las pensionistas de nuestro país, y también de otras partidas presupuestarias como la dejación de existencia de determinados peajes de autopistas. Pero todo eso requiere dinero que debe de obtenerse en alguna parte. Creo que sólo hay una forma de hacerlo, actuar sobre los ingresos de este país”.
A partir de ahí, el portavoz parlamentario de IU trasladó algunas propuestas muy concretas. Indicó que este Gobierno “tiene margen para tocar el IRPF, tiene margen también para combatir una realidad contra la que todos los grupos de esta Cámara han protestado pero nunca se ha alterado en los últimos años, como es que la mayoría de personas pagan de media unos impuestos de entre 20-25% de tipo efectivo del IRPF mientras las grandes empresas pagan del 5 al 7 de tipo efectivo”.
Puntualizó también que “hay unos esquemas en el IRPF y en el Impuesto sobre Sociedades que hacen profundamente injusto y desigual el pago de impuestos, lo que vulnera el artículo 31 de la Constitución, que dice que el sistema debe ser progresivo, pero parece que aquí el ‘constitucionalismo patrio’ no sale tan a relucir como en otras cuestiones que todos conocemos”.
“También se puede modificar -recomendó- el peso y la correlación que existe entre impuestos directos e indirectos, sabiendo que un gobierno de espíritu progresista debe preferenciar los directos sobre los indirectos, al contrario de lo que llevó a cabo el PP animado por sus socios de Ciudadanos”.
Alberto Garzón dejó para el final todo lo relativo a la actuación contra el fraude fiscal. En su opinión, “hay que redistribuir los esfuerzos de la Agencia Tributaria para que no se centre en los pequeños y medianos evasores únicamente, sino en aquellos donde hay mayor capacidad de recaudación”.
Recordó que el Gobierno del PP “hizo incluso una amnistía fiscal, pero creo que una de las formas de desincentivar el fraude fiscal es que el nuevo Gobierno del PSOE haga pública la lista de los que fueron ‘amnistiados’ por el del PP y por Montoro con aquella amnistía que luego el Constitucional declaró improcedente. De esa manera se manda un mensaje y se le dice a los delincuentes fiscales, que son muy peligrosos, ‘no sólo vas a pagar por haber cometido un delito, sino que todo este país va a conocer que eres un delincuente fiscal”.