El miércoles dimitió el ministro de Cultura, Maxim Huerta, por una supuesta infracción tributaria leve de 218.000€ en tres ejercicios, 2006, 2007 y 2008 por las que tuvo que pagar a la AEAT 366.000 euros.
En el año 2010 saltó a la luz la Lista Falciani que contenía una relación de presuntos evasores fiscales con cuentas en el HSBC de Ginebra. En aquella lista aparecía la familia Botín porque había mantenido oculto al fisco español un patrimonio de 2.000 millones de euros durante 70 años en Suiza. Entre los miembros de la familia Botín que ocultaron esa cantidad a la Hacienda española estaba la actual presidenta del Santander Ana Patricia Botín.
Al ya exministro se le abrió un procedimiento de inspección por la Agencia Tributaria (AEAT) para la regularización de tres ejercicios fiscales. Mientras tanto, la familia Botín fue amablemente invitada por la AEAT a regularizar los cinco últimos años no prescritos del total de 70 años en que los 2.000 millones de euros estuvieron ocultos, en vez de abrírsele un procedimiento de inspección que hubiese conllevado la imputación y condena por delito fiscal e inhabilitación de Ana Patricia Botín y demás familiares para dirigir entidades financieras.
El exministro tuvo que abonar 366.000 euros por las infracciones leves, mientras que la familia Botín pago 211 millones de euros a la AEAT para regularizar los cinco años no prescritos, y se beneficio de una «amnistía fiscal» encubierta.
El también exministro de Industria, José Manuel Soria, dimitió en abril de 2016 por tener una sociedad en el paraíso fiscal de Jersey, una de las Islas del Canal de la Mancha.
Ana Patricia Botín y el resto de su familia han reconocido a la AEAT tener un entramado societario y de fundaciones tras el que se ocultaban los 2.000 millones de euros y así consta en auto de 15-6-2011 del Juzgado Central de Instrucción nº 4 la Audiencia Nacional (Diligencias previas 70/2011):
Además es del dominio público que la familia Botín y el Santander ha hecho uso reiterado de sociedades en paraísos fiscales en las que presuntamente se ha ocultado su patrimonio: North Star Overseas Enterprises, Swissindependent trustee, Parasant, Cilantro Holdings, Camelia Finance, Tinre Etablissement, ABC Heritage Foundation, DEF Heritage Foundation, Euroshipping Charter, The Swanley Corporation, Cherokee Bay Limited, XYZ Heritage Foundation, Dolhisant Ltd, Frhisant Ltd, Chehisant Ltd, Flhisant Ltd, Belhisant Ltd, Swesant, Swesant Merchant, etc.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, dimitió el pasado mes de abril por el hurto de dos cremas con un valor de 40 euros.
Si el exministro, Maxim Huerta, dimitió el miércoles por unas infracciones leves de 218.000 euros; el exministro, José Manuel Soria, dimitió en abril de 2016 por aparecer en una sociedad del paraíso fiscal de Jersey; y la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, dimitió hace poco más de un mes por el hurto de dos cremas de 40 euros, podríamos preguntarnos si Ana Patricia Botín es inidónea o inhábil para ser presidenta del Santander y debería dimitir después de haber reconocido disponer de un entramado societario tras el que ocultaba a la Hacienda española un patrimonio de 2.000 millones de euros en Suiza, haber tenido que abonar 211 millones de euros para no ser condenada por delito fiscal o estar bajo la duda de la operación diabólica del Popular y estar denunciada ante la CNMV y la Secretaría General del Tesoro por una actuación de presunta administración desleal con un perjuicio de 50 millones de euros para el banco y sus propios accionistas.
¿Somos los españoles iguales ante la ley, como establece el artículo 14 de la Constitución, o solamente unos más iguales que otros?