El pasado 15 de enero, Ghada se encontró abandonada, sin padres o hermanos, en el cruce fronterizo con la Franja de Gaza, un lugar del que solo había oído hablar pero que nunca visitó siquiera por una vez en su vida.
La niña de 14 años y diagnosticada de epilepsia, viajaba de regreso a su casa en al-Ram, al noreste de Jerusalén, donde vive con su madre y sus hermanos, después de visitar a su tía en el barrio de Issawiya, en Jerusalén Este, cuando una patrulla de la guardia fronteriza israelí la detuvo bajo custodia por no tener permiso para estar en Jerusalén.
Ghada, cuyo apellido no se cita a petición de su familia, fue interrogada por la policía israelí y sometida a juicio ante el Tribunal de Magistrados de Israel el 15 de enero en ausencia de sus padres, según HaMoked, del Centro para la Defensa de los Derechos Individuales.
Abir Dakor, el abogado de Ghada, afirmó que uno de los familiares de su madre asistió al juicio y dijo que el juez ordenó que fuera liberada bajo fianza por 1.500 shekels, poco más de 350 euros, con la condición de que comparezca para cualquier otro proceso.
Esperando reunirse con su madre y sus hermanos, el Servicio de Prisiones de Israel despertó a Ghada de madrugada y la informó de que iba a ser liberada en el puesto de control militar de Qalandia, a solo unos minutos en coche de su ciudad natal.
Después de horas de viaje, se sorprendió al encontrarse en el puesto fronterizo de Beit Hanoun (Erez) entre Israel y la Franja de Gaza.
El abogado de Ghada explicó que el Servicio de Prisiones de Israel no contactó ni informó a la familia de sobre su deportación a Gaza. Pudo comunicarse con su madre a través de un oficial de enlace civil palestino que trabajaba en el puesto fronterizo de Beit Hanoun.
HaMoked se acercó a las autoridades militares israelíes para devolver a Ghada a su familia de la mejor manera posible. «Si no recibimos una respuesta hoy, iremos al Tribunal Supremo israelí el próximo lunes para presentar una petición urgente», agregó Dakor.
La niña sufre de epilepsia y experimenta convulsiones impredecibles cada tres meses. Antes de su deportación estaba recibiendo tratamiento médico en Al-Amal Medical Center en a-Ram.
Ghada no es el único palestino deportado a la Franja de Gaza, pero sí la más joven que ha sido deportada por Israel. Según HaMoked, Israel deportó a 27 palestinos de Cisjordania a la Franja de Gaza durante 2017. Hay aproximadamente 21,000 palestinos viviendo en Cisjordania, cuyas direcciones siguen figurando como Gaza e Israel continúa negándose a actualizar sus direcciones y los considera residentes ilegales a menos que tengan un permiso militar especial para vivir en Cisjordania.