El referéndum de la Universidad Autónoma ha mostrado el sentir de la calle, el sentir del pueblo respecto al actual modelo de Estado. De un total de 7303 votos escrutados, 6111 fueron favorables a la República, 6038 en favor de la apertura de procesos constituyentes y, por tanto, 1.192 votaron por la permanencia de la monarquía.
El dato es importante porque los porcentajes se corresponden prácticamente con exactitud a los registrados el pasado domingo en el referéndum celebrado en el barrio madrileño de Vicálvaro. Es decir, la muestra sociológica que están generando estas consultas populares no vinculantes van reflejando el sentir del pueblo respecto a la necesidad de un cambio en la Jefatura del Estado o, al menos, la celebración del referéndum que fue hurtado a la ciudadanía durante la Transición.
Otro aspecto a resaltar de los resultados es la exigencia de apertura de procesos constituyentes que adapten la Constitución a la realidad del siglo XXI y blinden derechos fundamentales que la crisis ha demostrado que sólo se encuentran señalados en el papel.
Las consultas convocadas también están demostrando el nerviosismo que existe entre la derecha española a que el pueblo hable en libertad y con espíritu democrático. En ninguna de las consultas ha habido incidentes y la ciudadanía ha podido ejercitar su derecho al voto sin ningún tipo de coacción. Sin embargo, en este nerviosismo se comprueba que hay amplios sectores políticos en este país que no quieren que nada cambie porque, evidentemente, dar la voz al pueblo sacará a la luz lo que se lleva ocultando desde hace años, tal y como se refleja en la opacidad del CIS, por ejemplo, que lleva años sin preguntar por la monarquía.
España está cambiando. España necesita un cambio, pero esta vez desde abajo, no impuesto desde arriba. Estos días se está empezando a escribir una página de la historia en la que los estudiantes de la Universidad Autónoma de Madrid tendrán un protagonismo muy especial.