Cuando alguien piensa en algo con exceso de páginas recurre al dicho «más largo que la Biblia en verso», algo que se queda pequeño en extensión si se compilasen todas las estupideces y muestras de ignorancia supina de Isabel Díaz Ayuso. No hay semana en que no “suelte alguna perla” donde se combinan la ignorancia, la mentira y la falta de capacidad lingüística. Porque a la tontería une una morfosintaxis pésima. Como si le costase hablar. Algo que comparte con Alberto Núñez Feijoo y que debe ser parte de las características que se deben tener para mandar en el PP.
Solo esta semana ha soltado dos boutades de esas que hacen época y demuestran una incultura impropia para una persona que tiene las responsabilidades que tiene y a la que aspira. Respecto a los tejemanejes de Pedro Sánchez y los secesionistas de diverso pelaje y lugar, ha afirmado que España no es federal, ni lo va a ser nunca porque los Estados federales «no han hecho más que generar pobreza». La República Federal Alemana como todos saben es pobre; la (con)federación Suiza también es muy pobre; los Estados Unidos de América —lugar de donde extraen todas sus ocurrencias Miguel Ángel Rodríguez y ella misma— es muy pobre.
No solo eso sino que mezcla dos conceptos en su diatriba negativa contra el reparto de competencias entre distintos estratos de un país. Las comunidades no son Estados afirma y en la teoría es cierto, la práctica dice que no en el sentido federal. Claro que son estados federales las Comunidades Autónomas españolas aunque no se llamen así. De hecho los creadores de esa Constitución que defiende con uñas, introdujeron ese efecto federalizante con toda consciencia. Como ya se contó aquí, los políticos españoles no saben de lo que hablan respeto a este tema, por lo que es más preocupante lo que hace al asimilar Estado y Nación.
Una nación es indivisible, cierto, pero un Estado sí lo es y cuando se habla de federación no se habla de dividir lo nacional porque eso es algo que depende de factores subjetivos de creación de una comunidad (las comunidades imaginadas de Benedict Anderson). ¿Puede un Estado ser plurinacional? Sí, perfectamente y unirse los ciudadanos por otros mecanismos comunitarios. Cuestión bien distinta es analizar a qué se cataloga de nación y cómo se utiliza esa catalogación. Cierto que Sánchez no apoya una federación pero eso no exime de ignorancia a Ayuso pues está defendiendo un Estado cuasi federal como el constitucional.
Y claro quejarse porque España pueda pasar a ser un Estado laico como algo terrible es ignorar completamente lo que significa el laicismo. EEUU es una federación laica y la religión está muy presente en la vida de las personas. A su manera porque son herejes, pero presente está salvo en la escuela y otros lugares públicos. Lo paradójico es que el papa Benedicto XVI defendía el laicismo (lean su debate con Jürgen Habermas), como también lo defiende el cardenal Angelo Scola (antiguo cielino) en este libro, como hizo el Concilio Vaticano II. Laicismo no es anticleralismo y alguien se lo debería enseñar.
Lo último, entre otras muchas cuestiones que se podrían exponer semanalmente, es señalar que la izquierda quiere legalizar los porros para hacer pobres a las personas. Boutade máxima que le aplaudirán todos los farloperos que tiene como seguidores y aplaudidores habituales porque ¿la misma pobreza generará la adicción al juego, al alcohol y otras sustancias que son perfectamente legales? En el PP siempre han defendido el vino con entusiasmo (y los volquetes de putas) y el alcoholismo es un problema que destroza vidas y familias, generando pobreza.
Cierto que la izquierda tiene un estúpido idilio con las drogas por aquello de hacerse el más sesentayochista del mundo, mientras se venden al capitalismo en todo lo demás traicionando a la clase trabajadora, pero de ahí a pensar que es para generar pobreza es de mente corta. Tan corta como aquella de los que la creen. Grandes liberales de la historia, por cierto, han defendido el consumo como un espacio de la libertad personal.
Igual por eso quiere crear una casa de acogida para los hombres abusados sexualmente. Alguno en redes sociales ha dicho que los mande al Zendal para siga vacío pero es cierto que existen menores que sufren abusos, pero no son hombres. ¿Lo dice por la comunidad gay, que es donde se producen pocas veces (2,3%) este tipo de situaciones? ¿Lo dice por la Iglesia esa que tanto defiende? ¿Ha pensado lo que estaba proponiendo o ha sido un momento donde las dos neuronas se han separado?
Nada de esto lo verán en la mayoría de medios de comunicación, incluyendo algunos calificados de progres, porque a) los tiene untados a todos con publicidad; b) los tiene untados y no se atreven a defender los principios que exigen a los demás políticos o lo que dicen defender en sus propuestas editoriales; y c) los tiene untados el señor de Pío XII y no se van a meter con su protegida. Es curioso cómo desde distintas columnas se califica a cualquier político progre como ignorante (y los hay a patadas) pero ese mismo filtro no lo utilizan con los del otro lado. ¿Son independientes o unos vendidos?