Sin lugar a dudas, los Estados Unidos están actualmente experimentando un proceso de transformación en sus estructuras sociales, de esta forma muchos sociólogos y diferentes estudios han llegado a calificar el asentamiento población de Latinoamericanos en el territorio de EEUU como una «Latinoamericanización» del país norteamericano, este hecho contrastado con los diferentes censos poblaciones de los estados de EEUU es el que determina que en la actualidad el voto de la población latina fue decisivo en las últimas elecciones presidenciales del pasado 7 de Noviembre de 2020.
Lo anteriormente expuesto, marca una tendencia que, de aquí a pocos años, la población latinoamericana -hoy más de 44 millones de personas – se convierta en la comunidad de mayor crecimiento y peso poblacional en los EEUU. De esta forma, en un plazo de 50 años los EEUU vivirán una autentica transmutación de su estructura social, política y económica vinculada de manera directa a una realidad poblacional que determinará en ese placet de tiempo que 1 de cada 4 estadounidenses será latino.
Por todo ello se calcula que para el 2050, los hispanos constituirán alrededor del 24% de la población estadounidense. Siendo la tasa de crecimiento demográfico de los hispanos cuatro veces más elevada que la del resto de la población de EEUU.
De esta forma, actualmente y sobre la base de los estudios realizados por la American Community Survey, nos encontramos ante una realidad clara y decisiva: los latinos son una fuerza presente y emergente en el tiempo en los EEUU, siendo los principales países de origen de la población latina los siguientes: 1º México, 2º Puerto Rico, 3º Cuba, 4º El Salvador, 5º República Dominicana, 6º Guatemala, 7ºColombia, 8º Honduras, 9º Ecuador y 10º Perú.
Es aquí donde encontramos que, si bien la comunidad latina de EEUU es referenciada y tratada como un mismo grupo étnico y de similar idiosincrasia, la realidad es que aunque la población hispana comparte el hecho de ser inmigrantes del ámbito latinoamericano muchas son las diferencias educacionales, sociales, culturales y económicas de cada uno de dichos grupos. Hechos estos que determinan que el discurso político dirigido hacia dichos grupos poblacionales pueda resultar en muchas ocasiones positivo para un determinado sector de dicha comunidad y negativo para otro.
Por lo tanto, el cambio sociológico, político, económico y estratégico de los EEUU parece estar sujeto de manera directa a la fuerte presencia e impronta de la comunidad latina, comunidad que en su doble vertiente de latino-norteamericana tiene en sí un sentimiento cada vez más agudizado de identidad pan étnica, en definitiva compartida. Hecho este contrastado por las encuestas sobre población latina realizadas desde Departamento de Estado, por el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), por el Servicio Estadounidense de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
Además de su identidad estadounidense, quieren estudiar inglés, pero también desean transmitir el idioma español a la siguiente generación y suelen integrarse rápidamente a la cultura de Estados Unidos.
La encuesta halló que la identidad pan étnica cada vez mayor de la población hispana ocurre sobre todo entre las mujeres. Además, este sentido de pan etnicidad aumenta a medida que aumenta el nivel educativo de la persona. No obstante, este sentido pan étnico de la identidad no significa que los hispanos de hoy día carezcan de una identidad estadounidense, ni que hayan perdido sus lazos con los países de origen. Según los resultados de la encuesta, casi dos terceras partes de hispanos se sienten muy estadounidenses.
En definitiva, se conforma así el nuevo modelo de población «latino-norteamericana» en alza, siendo el poder del mismo decisivo para el presente y el futuro de los EEUU.
Es un buen momento para que la Cumbre Iberoamericana De Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno intenten trabajar en la vertebración de Latinoamérica en los EEUU e igualmente puede ser en Europa, creando un lobby de influencia que, sin duda, desarrollaría a los países mucho más de lo que la propia diáspora ya hace. ¿En qué sentido? Pues que lógicamente los más de 44 millones de latinos que residen en los Estados Unidos, pudieran poner o quitar gobiernos, sin lugar a dudas. En concreto, el objetivo de la Cumbre debe ser la vertebración de Latinoamérica en los Estados Unidos a través de su propia diáspora, mediante el voto y otras acciones.