Sólo son siete rectoras frente a los cuarenta y tres rectores de las 50 Universidades públicas españolas. Siete mujeres que quieren contribuir decididamente a la construcción e impulso del liderazgo femenino. Son Eva Alcón, rectora de la Universitat Jaume I de Castelló (UJI), Mavi Mestre, de la Universitat de València; Nekane Baslluerka, de la Universidad del País Vasco; Pilar Aranda, de la Universidad de Granada; Margarita Arboix, de la Autònoma de Barcelona; Antonia Peña, de la Universidad de Huelva; y María José Figueras, de la Universitat Rovira i Virgili.
La Cumbre de Rectoras se celebra en Castelló bajo el título Políticas universitarias en materia de género, a debate, y ha sido organizado por la Fundación Isonomía, entidad de la UJI para la Igualdad. El objetivo es compartir experiencias y reflexionar sobre los retos de la Universidad española para alcanzar la igualdad real, además de analizar las políticas universitarias en materia de género y los cambios que deben aplicarse para que las universidades sean espacios para la igualdad entre hombres y mujeres. Abordar la Universidad como eje de influencia social, como motor de cambio y avance ante las desigualdades. En esta jornada han participado también la directora general de Universidades de la Generalitat Valenciana, Josefina Bueno, y la secretaria general de la CRUE-Universidades, M. Teresa Lozano.
De las 50 universidades públicas sólo siete mujeres son rectoras. Según datos del Ministerio de Educación, la cifra de mujeres matriculadas en las universidades españolas superan el 54% del alumnado, pero la presencia de mujeres en las plantillas de profesorado no alcanza el 40% y sólo el 20% son catedráticas. De hecho, en todo el país, cuatro de cada cinco catedráticos de universidad pública son hombres.
Entre las conclusiones del Documento de Castellón la aplicación del lenguaje inclusivo, la perspectiva de género en cualquier estrategia de gobierno, académica y de actividades universitarias, así como la paridad en los órganos de gobierno son algunas de las resoluciones. Se ha valorado empoderar las políticas de igualdad, potenciar las unidades de Igualdad de las universidades y las políticas de tolerancia cero a cualquier violencia de índole sexista.
El encuentro de las rectoras ha sido clausurado por Eva Alcón que ha puesto de manifiesto la necesidad de que este posicionamiento y conclusiones “superen las fronteras de nuestras universidades y sean establecidas en el ámbito europeo”. La Universidad debe ser espacio para la reflexión pero también impulsar la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral y a los espacios de poder.
Hace ya diez años que se puso en marcha la Ley Orgánica para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, lo que obligó a modificar también la Ley Orgánica de Universidades. Desde entonces, estas instituciones han desarrollado planes de igualdad para la formación y para frenar las discriminaciones. Pero el tiempo pasa muy lento para las políticas de Igualdad y de inclusión, además, en 2015 la Comisión Europea ya advirtió de la necesidad de romper los techos de cristal en las carreras profesionales de las mujeres en los ámbitos universitarios, académicos y científicos.