No hay nada mejor para desmontar la supuesta imparcialidad de la derecha mediática que analizar lo que dijeron en el pasado y lo que dicen en la actualidad sobre un hecho similar, con la salvedad de que cambia la posición de los actores. Se demuestra entonces que no hay imparcialidad en la presentación de sus noticias, ni en la configuración de sus portadas sino un claro sentido ideológico en todo lo que hacen. Un posicionamiento ideológico, cuando no partidista, que utilizan para lo mismo una y otra vez, intentar conformar una visión de la izquierda acorde al discurso dominante de los partidos de derechas. Una fusión partido-medios que es similar, aunque no lo quieran reconocer, a lo que puede pasar en Cuba con Gramma. De hecho, la gran mayoría de los medios de comunicación españoles son, en las noticias destacadas, panfletos de los partidos políticos a los que se han entregado. ABC, El Mundo o La Razón claramente con el PP. OkDiario y EsRadio con Vox. Otros brujulean entre unos y otros.
En los últimos días ha aparecido con gran aparato mediático detrás Juan Manuel Moreno Bonilla (más conocido por gastarse todo el dinero de comidas oficiales en gambas de Huelva) quejándose por una carta que le han enviado desde el Ministerio de Hacienda debido a la deuda y los gastos de sus presupuestos. Una advertencia de intervención de las cuentas si no hacen lo que piden desde el ministerio, que realmente es lo que piden desde la Unión Europea. Una política de austeridad presupuestaria hasta que hayan reducido la deuda pública a lo recomendado. Para los medios de la derecha, que no sólo han mentido respecto a la intervención de las cuentas sino que se han lanzado a criticar la gestión de Susana Díaz (a quién, por cierto, el PP no dejó financiarse en el mercado mientras lo permitía a la Comunidad de Madrid). La culpa del PSOE (cierto en este caso) y por ello aducen los medios de la derecha que se debería dejar tranquilo a Moreno Bonilla sin acometer las políticas que tienen los demás gobiernos autonómicos.
En el pasado reciente Cristóbal Montoro intervino las cuentas del Ayuntamiento de Madrid, no por que estuviesen generando déficit, sino porque querían utilizar el superávit de miles de millones tanto para pagar deuda como para proyectos sociales. El PP de Mariano Rajoy, haciendo un uso político del ministerio de Hacienda (como hacen de la judicatura) impuso que se abonase toda la deuda posible y que los madrileños y las madrileñas se fastidiasen. ¿Qué dijo la derecha mediática entonces? Defendió al ministro popular y señaló al gobierno de la izquierda por querer gastar el dinero en cosas sociales. ¿Qué excusa utilizaron? La presión de la Unión Europea que hoy niegan para avisar al presidente andaluz. ¿Quién había dejado la tremenda deuda? El PP de Gallardón y Botella gastando miles de millones en llenar las arcas de sus amigos empresarios (en algún caso familiares de tapadillo) para que derivasen algunos milloncetes a la financiación del propio partido. Como buenos panfletos partidistas se entregaron a la causa de su propio partido.
No es el único caso. En la anterior legislatura autonómica, el ministro Montoro con el beneplácito de Rajoy hizo lo mismo con Castilla-La Mancha presidida por Emiliano García Page del PSOE. Le impidieron desarrollar ciertas políticas obligándole a ajustarse a lo dictado desde Madrid. ¿Dijeron algo los medios de comunicación? Nada, silencio. ¿De quién era la deuda? De la por entonces todopoderosa María Dolores Cospedal que en sólo cuatro años casi duplicó la deuda manchega. Lo paradójico es que lo consiguió haciendo recortes a diestro y siniestro. También entra dentro de la paradoja que siendo García Page uno de los preferidos del PSOE en la derecha mediática, al que vitorean cada vez que critica a Sánchez, no le defendiesen. Son medios de partido y evidentemente no dirán nada por mucho que le utilicen (y se deje utilizar el interfecto), no podían dejar mal a Rajoy, Montoro y Cospedal. Por eso se callaron lo mismo que hoy señalan como una intromisión intolerable a la gestión de los destructores de Andalucía. Incluso se atreven a señalar que quieren hacer lo mismo con la Comunidad de Madrid (la cual tiene una deuda mayor de 30.000 millones de euros) porque se financia en los mercados y no de manera pública. No sólo hacen dumping fiscal en Madrid sino que aumentan cada día un poco más la deuda por financiarse eternamente (¿por qué iba a prestarle una Universidad más de cien millones de euros si tan bien gestionan?).
Y todo esto ¿por qué ocurre? ¿Por qué han salido en defensa de Andalucía como si no hubiese otra cuestión más importante? Por molestar a Pedro Sánchez dirán la mayoría y algo de eso hay, pero el motivo es mucho más material que eso. Lo hacen porque la Junta de Andalucía da muchísimo dinero en publicidad institucional y hay que proteger las inversiones propias. Andalucía y Madrid gastan mucho dinero en publicidad, un dinero que sirve a estos medios para cubrir los gastos. El Ayuntamiento de Manuela Carmena no lo hacía de igual manera (de hecho vetada a medios que tenían derecho a publicidad por ley) y Castilla-La Mancha tampoco gasta mucho dinero más allá de sus medios regionales. Sin embargo, Moreno Bonilla tiene mucho parné para traspasar a las cuentas bancarias de esos medios de comunicación. Por ello no verán ni una sola crítica al lamentable estado de la sanidad y la educación en Andalucía (y no por culpa de los anteriores precisamente); ni verán críticas al despilfarro de personal y gastos extraordinarios de los cargos “puestos a dedo” (entrecomillado porque si son nombrados por la izquierda es dedazo y si es por la derecha por mérito, por mérito de ser hermana o sobrina del presidente). Así son los medios de la derecha, falseando la realidad cuando les interesa y escondiéndola cuando no les conviene a sus intereses pecuniarios.