La diáspora, la migración, es una de las bases fundamentales para el desarrollo de República Dominicana. Su gran aporte quedó demostrado de manera clara durante el auge de la pandemia del Covid-19. Independientemente de que los principales pilares económicos del país estaban paralizados en gran medida, las remesas recibidas evitaron que muchas familias de la sociedad dominicana sintieran de manera profunda los efectos de la inflación importada que ya se vivía en ese momento.
El valor de los dominicanos en el extranjero es reconocido por el presidente Luis Abinader, inclusive desde antes de ser presidente. La creación de la Asociación Española de Dominicanas y Dominicanos de Ultramar así lo deja evidenciado. El interés del presidente dominicano por su diáspora quedó demostrado en el fin y la filosofía de dicha asociación.
La asociación nace tras las observaciones de las dificultades a las que tenía que hacer frente el residente dominicano en España, tales como las consecuencia negativas producidas por el desconocimiento de leyes, normas y procedimientos, además de otros obstáculos como la integración, los abusos en la contratación laboral, estafas, engaños e inseguridad ante su propia situación y su futuro, a los que se le añadían los resultados negativos de la ruptura familiar, así también como vivir en un medio natural distinto.
La asociación surgió con unos objetivos sociales humanistas, donde se ponía de relieve el porvenir de todos los dominicanos y dominicanas que salen de su patria en busca de una mejor calidad de vida, tanto para ellos como para aquellos que dejan en la República Dominicana.
Entre las principales finalidades con la que fue creada la Asociación estaban, defender a los quisqueyanos en ultramar, velar por sus intereses culturales, económicos y sociales, crear una conciencia social colectiva, fomentar su integración en los países donde vivían, mantener el contacto con la República Dominicana y defender los hábitos, costumbres y filosofía existencial dominicana, bajo el concepto de libertad, ética y dignidad.
El populismo de Leonel frente al compromiso de Abinader
En otro discurso populista, Leonel Fernández, en la ciudad de Nueva York, se atrevió a decir que durante un próximo gobierno de su partido Fuerza del Pueblo, va a crear un ministerio de dominicanos en el exterior. A esa creación llega tarde el expresidente, porque parecido a un ministerio en el exterior lo debió haber hecho en uno de sus pasados gobiernos, cuando más sufría la diáspora y, posteriormente lo pudo haber hecho también Danilo Medina. Sin embargo, fue precisamente Luis Abinader quien, en la oposición en el 2012 y con sus propios recursos potenció, ayudó, desarrolló e inauguró una sede de la asociación, de la que ahora también el embajador en España, Juan Bolívar, ha tenido la idea de recuperar eso que hizo el mandatario dominicano en aquella época.
La Asociación Española de Dominicanas y Dominicanos de Ultramar, fue fruto de la sensibilidad y el compromiso de Luis Abinader desde la oposición a finales de 2012. Este es un fruto positivo que se entregaba a través de los servicios ofrecidos a los dominicanos residentes en España que consisten en bolsa de trabajo, protección a la mujer, corrección de los movimientos sociales de pandillas, pago aplazado de billetes de avión con garantía de resguardo bancario, economía social y cooperativismo, envío de remesas con cuota fija, con una tarifa inferior al 50% sobre mercado y servicios financieros ofrecidos por Banco Popular Español y BanReservas dominicano.
Además, la asociación se creó con todos los empleados dominicanos y dominicanas que residían en España en esa época, desarrollando diversas funciones profesionales en el derecho, la economía, la psicología, la sociología…, para ayudar con las becas internacionales que eran mal distribuidas, que se hacían con una empresa domiciliada en España y que beneficiaban a esa universidad privada con escasa transparencia.
Todo lo anterior fue creado en plena crisis 2008 y que prácticamente aún no ha terminado, porque en su final fueron añadidos los problemas de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Cuando se tiene vocación de servicio y el bienestar de tu pueblo es prioridad, no solo desde la silla presidencial puedes desarrollar acciones en pro de la ciudadanía, así lo ha demostrado el presidente Luis Abinader, dejando sin peso las acostumbradas promesas populistas de Leonel.