Ataque frontal de la extrema derecha a la lucha por la igualdad y contra la violencia machista. Sólo así se puede calificar la campaña contra el feminismo de la igualdad real y los derechos humanos que ha iniciado Vox y que ha seguido el Partido Popular sin poner ningún tipo de contraargumento.
Sin embargo, desde la mayoría de los medios de todos los sectores de la comunicación identificados con la derecha más reaccionaria y la ultraderecha se está dando pábulo a las teorías que llevan tiempo difundiendo desde los foros que defienden el patriarcado y que tergiversan el lenguaje al hablar de la «ideología de género» que es un concepto que no existe más que para quienes quieren evitar una igualdad real entre mujeres y hombres. Un ejemplo de ello lo tuvimos en el programa de Carlos Herrera en la Cadena Cope donde se utilizó una interpretación interesada de las medidas incluidas en la Ley de violencia de género de Andalucía y de los presupuestos que manejan tanto la Consejería de Igualdad de la Junta como el Instituto de la Mujer.
Esta campaña contra la revolución pacífica y justa de la mujer, como consecuencia del maltrato y marginación sufridos a lo largo de la historia hasta nuestros días, en la que estamos implicados mujeres y hombres con conciencia, está utilizando sin ningún tipo de rubor algunos de los principios de propaganda de Joseph Goebbels, en concreto, el de la simplificación y el enemigo único, es decir, las políticas de género, y el de la orquestación, por el que los mensajes deben limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad». Para ello son necesarios los medios de comunicación cómplices con la manipulación y la propaganda machista.
Esa manipulación viene porque se utilizan como fuente foros machistas que llevan años denunciando una desigualdad falsa porque las leyes de género jamás han tenido como pretensión el sometimiento del hombre sino, precisamente, proteger a las mujeres de los hombres sin conciencia, de los criminales y terroristas que matan o maltratan. ¡Ya está bien!
Estos supremacistas machistas han encontrado en los fascistas de Vox el altavoz que necesitaban para poder introducir en la ciudadanía sus teorías que pretenden que en España haya alguien que haga lo mismo que ha ocurrido en países presuntamente democráticos, como Rusia o Brasil, pero que esconden verdaderas dictaduras: despenalizar la violencia machista.
El feminismo, como idea y como revolución, en la que estamos implicados e implicadas tanto las mujeres como los hombres, todos con conciencia, debe responder a este ataque a partir de los principios de la ética, de la coherencia, de la igualdad, de la conciencia y de la justicia social. Sin esto, la causa está perdida porque ellos, la ultraderecha y los programas como el de Carlos Herrera, sí que son coherentes tanto con su ideología patriarcal como con los objetivos que pretenden alcanzar que no son otros que el retroceso de la mujer a la situación en la que se encontraba hace años: sin ningún tipo de derecho y sometida al hombre.
La lucha por la igualdad real no puede perderse porque hay millones de vidas en juego y para lograr una victoria contra la intolerancia, el machismo y el fascismo de Vox y de sus altavoces mediáticos sólo se puede ser coherente y estar dispuestos y dispuestas al sacrificio.
En este punto, precisamente, es necesario dejar patente el hecho del papel importante de los hombres en la lucha por la igualdad real, tal y como, ha expuesto en su último libro la escritora y periodista mexicana Lydia Cacho, #Ellos hablan, y en la frase lapidaria que dejó en su ponencia en el Foro16 de Sevilla al afirmar que «ha llegado el momento de que los hombres hagan su revolución» en referencia, claramente, al abandono del machismo y del patriarcado como modelo ideológico y de conducta vital.
Cuando se forma parte de una revolución la coherencia conlleva sacrificio. Por eso no es congruente el comportamiento de aquellos que se involucran en la lucha por los derechos de la mujer, por la igualdad y contra la violencia machista, pero acuden a ese tipo de programas ultraconservadores que reniegan de las políticas de género, programas que durante años han venido sosteniendo también los gobiernos socialistas y progresistas. ¿Se darán ahora cuenta de lo que, desde su ego, han alimentado?
Si las ideas y el pensamiento se pesan con la medida del interés personal…, esto es lo que se cosecha. Quienes no estén dispuestos y dispuestas a sacrificarse por la coherencia y la ética de los valores que se defienden, es mejor que se aparten y dejen la primera línea a quienes sí que están dispuest@s a ello.
Por otro lado, sin negar que haya podido haber clientelismo a la hora de manejar los presupuestos, también hay que decir que las cifras dadas por el programa de Carlos Herrera se han exagerado, manipulado o se han sacado absolutamente de contexto. En Diario16 lo podemos confirmar. Hace tres meses inició su andadura Foro16 Feminismo por la Igualdad Real, un conjunto de jornadas que jamás tuvieron el apoyo económico ni de la Junta de Andalucía ni del Instituto de la Mujer, unas jornadas que tuvieron como ponentes principales a referentes del feminismo y de la revolución de las mujeres, unas jornadas que no recibieron un euro público de las instituciones andaluzas. Por tanto, afirmar que los presupuestos prácticamente se regalan al o a la primera que llega es una afirmación falsa.
Sin embargo, este tipo de programas, este blanqueamiento del discurso ultrafascista de Vox que se está perpetrando en los medios de la derecha reaccionaria y la ultraderecha —que en algunos casos han llegado a España desde países latinoamericanos, incluso cambiando la línea editorial y la esencia de cabeceras históricas que han luchado por la libertad, la democracia y la igualdad— no es más que el ejercicio de la coherencia de la extrema derecha. Por eso, si esta revolución de las mujeres, esta lucha por la igualdad real y la violencia machista no se enfrenta con la misma coherencia, la ética y el sacrificio al machismo, estaremos todos y todas perdidos y perdidas. Es el momento de la coherencia desde la conciencia social colectiva, la igualdad real y los derechos humanos.