Que la nueva clase política que nos gobierna sea de una calidad pésima en casi todos sus ámbitos es algo que tiene una opinión mayoritaria entre las personas, independientemente de su adscripción ideológica. Que los dirigentes políticos hagan de la soberbia ignorancia alarde comienza a ser algo común. Que la cultura de quienes deja que desear tampoco es cosa a despreciar. Pero que se atrevan a hacer gala de esa ignorancia con alegría y utilizándola en la campaña electoral es para pensar que estamos cerca de destruir los valores de la democracia en sí, porque si no ya los dirigentes principales sino también sus asesores son unos completos inútiles el adiós está cercano.
En Ciudadanos no han tenido mejor idea para advertir de un posible peligro del gobierno de la izquierda en la Comunidad de Madrid y en la capital que hacer una campaña, con lona gigantesca incluida, afirmando que PSOE y Podemos quieren convertir la Comunidad en una Comuna. Y además han añadido, como pueden ver en la fotografía del artículo, una bandera de la Comunidad con las estrellas en amarillo y añadiendo una hoz y un martillo. Muy bonito, muy inteligente, muy moderno y, sobre todo, una muestra de incultura general. No hay que ser grandes historiadores pero un mínimo es necesario para no mostrar que se es un ignorante. Respecto a bares de copas y restaurante de alto copete igual tienen conocimientos, pero cultura, lo que se dice cultura, ninguna.
No vamos a permitir que Gabilondo y sus socios conviertan la Comunidad de Madrid en una comuna madrileña.#STOPComunadeMadrid pic.twitter.com/VAQpIxc4hd
— César Zafra (@CsarZafra) May 21, 2019
César Zafra, secretario de organización de Ciudadanos, se ha regodeado de esa muestra de incultura por las redes sociales, mostrando unas formas infantiles más propias de la salida del instituto antes que de alguien que quiere decidir por los demás en la Asamblea de Madrid. Lo curioso es que los dirigentes estatales de Ciudadanos les han seguido la gracia inculta, aunque es sabido que tampoco es que superen el listón mínimo. Recuérdese que Albert Rivera decía que había que leer a Kant, aunque el no lo hubiera hecho nunca, ya que si lo hubiese hecho, de no explotarle la cabeza, igual no diría las barbaridades que dice. Y después de calificar como incultos e ignorantes a los próceres naranjas se preguntarán ¿dónde está la muestra de ignorancia e incultura? Se lo explicamos rápidamente.
Las Comunas como formas de organización sociales nunca han sido propias ni del socialismo, ni del comunismo. El hecho de que Marx dijese que la Comuna de París era un ejemplo de la democracia socialista y forma de la dictadura del proletariado no es que aprobase la comuna como forma de organización social. A lo que se refería, y explica perfectamente, es a la toma de decisiones democrática y asamblearia que tuvo aquella breve experiencia en la que ni marxistas, ni comunistas participaron, por cierto. Algunos blanquistas, unos pocos babeufistas, algunos saintsimonistas, muchos jacobinos y personas que se lanzaron a la febril revolución. Lo más cercano a lo que se entiende por comuna podrían ser los falansterios de Charles Fourier (aunque si supieran que los grupos industriales los llamaba falanges igual babeaban) o alguna comunidad industrial de las que creó Robert Owen. En la literatura marxista nada se dice de las formas a tomar por la futura sociedad socialista o comunista, de hecho eso es algo que siempre se ha achacado a Karl Marx, que ni explicó lo de la dictadura del proletariado (que tiene sentido romano), ni las fases de la transformación hacia la nueva sociedad. Si el marxismo carece de una teoría del Estado ¿cómo va a apoyar las comunas?
En el marxismo-leninismo la unidad de organización política es el soviet que nada tiene que ver con las comunas, así que la hoz y el martillo en un sistema comunal tiene poco sentido. Al menos para referirse al PSOE y a Podemos-Izquierda Unida. En ninguno de esos ámbitos ideológicos las comunas son la panacea de la organización social. Más que nada porque lo común serían los medios de producción no la vida de las personas (aunque en la URSS estalinista ya sabemos cómo acabaron las cosas y crearon los gulags, pero no deja de ser una perversión en sí de la ideología comunista, como el nazismo lo es del nacionalismo liberal). Metedura de pata al asimilar comunas con socialismo y comunismo, por tanto. Pero claro si tu medio de conocimiento es la Wikipedia, donde se yerra en este aspecto (sólo tienen que mirar que en el término Comuna hay una cita al respecto), normal que acabes pareciendo lo que realmente eres.
Los únicos que han apostado por algo como una comuna han sido los anarquistas, que por propia lógica, no participan de la disputa política al considerarla mera pantomima de un teatro de la clase dirigente. Así que quedan excluidos. Las comunas hippies, que es lo que les vendrá a casi todos ustedes a la cabeza, no son producto ni de socialistas, ni de comunistas, como mucho de los beatniks que no dejan de ser un colectivo romántico contrario a todo tipo de sociedad capitalista o socialista. Las comunas hippies que estaban formadas bien por gurús caraduras que sacaban los cuartos a las personas (como hacen ahora las comunas new age para multimillonarios), bien por los hijos de la burguesía que eran los únicos que podían permitirse estar por ahí haciendo el amor y no la guerra, pues sabían que al volver tendrían una vida acomodada. Digamos que eso de las comunas es más bien producto del pijerío rebelde de una época que fracasó porque la cabra tira al monte al final. Es más posible que los padres de los dirigentes naranjas estuviesen en comunas viviendo el amor libre y los psicotrópicos que los comunistas o los socialistas.
Esto es un simple resumen creemos que suficiente para mostrar que el peligro rojo que quieren inocular en la sociedad los niños del establishment si llega, llegará por otro lado, no por una comuna o con una hoz y un martillo. Son tan incultos que ni esto son capaces de hacer bien. Sacan la hoz y el martillo como símbolo del miedo, cuando ese mismo símbolo hizo lo indecible para que en España hubiese paz y una Constitución, con sus fallos si se quiere, que dotase de libertad a todos los españoles. Esa constitución que ellos se vanaglorian en defender está construida con sangre de comunistas, de socialistas y de anarquistas. Por lo que más que transmitir miedo deberían Rivera y Zafra estar besando la hoz y el martillo. Pero son tan mediocres y soberbios que ni eso harán. Aunque la realidad es que a ellos y ellas sí que les gustaría una comuna cerrada donde probar los placeres de la vida y los vicios ocultos de cada uno, algo así como La Finca, que no deja de ser una comuna de millonarios.
Antes de hacer lonas y campañas, lo mínimo si se va a utilizar, es conocer algo de la historia y de las ideas políticas. Un mínimo para no parecer estúpido, aunque se sea. A estas gentes los han criado con el miedo a la conspiración judeo-masónica y marxista y se han quedado así sin conocer nada de la historia real de las dos ideologías y partidos a los que critican. Es lógico que una Comuna les parezca horrible porque junta a los comunes, es decir, a los que son iguales, y ellos ya sabemos que no son iguales a los demás. Se sienten élite política y moral (al menos dan muchas lecciones que no se aplican a sí mismos) superiores, pero conocen que no son más que los edecanes de la clase dominante a la que pelotean para que les hagan suyos y les den cobijo para rozar algo de toda esa riqueza que están acumulando con esta clase política. Y esto incultos nos quieren gobernar. ¡Ayyyy!