Fuente: Atlético de Madrid web

Quedan tres semanas y el Atlético de Madrid está entrenando con un central (Le Normand) porque Giménez —¡Qué raro!— está lesionado y Lenglet no se sabe dónde está —se espera no sea nada grave o familiar—. Cuando se habla de haber fichado bien no se mira a la situación de la plantilla y se dice aquello de que queda mucho mercado. Mal no se ha fichado pero quedan tres semanas para el inicio de la temporada y se han ido dos centrales multifuncionales, pero centrales para el entrenador.

En las dos sesiones en Los Ángeles de San Rafael —la familia siempre gana— el entrenador ha probado con dos sistemas (4-3-3 y 4-4-2) a decir de quienes allí han estado, pero no puede probar otros —como el 5-3-2 que más de una vez ha utilizado— porque como no se ponga él no hay donde elegir, pese a que Kostis siempre acabe sirviendo para un roto y un descosido. De ahí que el Cholo Simeone haya llamado a Miguel Ángel Gil Marín para exponerle la situación.

«¡Che, Miguel Ángel! Los chavales que trajiste bien pero voy a tener que poner a jugar a Vercellone. Te dije que primero los centrales porque ya sabes que Josema está siempre con sus dolores y Clemencio según el día». Al otro lado Gil Marín: «¡Diego no me jodas! Te dije que teníamos que sacar a unos cuantos jugadores. Mira, ya hemos colocado a Saúl, si no le da un algo en la cabeza y no va para Brasil. A Rodrigo que, desde que volvió con la pareja no funcionaba en el campo. Y si hay suerte a Lemar le empaquetamos para Francia».

«¡No jodás! El dinero en inversión todavía no lo veo en el campo de entrenamiento. Luego me ponés a la prensa en contra con ser candidatos a ganar el título. Mirá el cabrón del Aparicio ese que no para de atizar». Con hilillo de voz: «Hemos tenido mala suerte con Areso que casi estaba hecho, pero la no salida de Nahuel está complicando fichajes». «¡No me vendas panqueques Miguel Ángel! Centrales, te dije centrales, no laterales. ¿Cómo va lo del portugués ese que me dijiste?». Silencio al otro lado del teléfono lo que provoca a Simeone a afirmar: «¿No estarás otra vez dilatando fichajes por un millón? Por los pisos en pago de tu padre, Miguel Ángel».

«No, no Diego. Mira en la web del equipo que hemos anunciado el fichaje de Marc Pubill», con nerviosismo Gil Marín. «¿Marc qué? ¿De qué juega? ¿No me estarás colando algún fichaje de algún amigo de esos que tienes?» espeta el Cholo. «Es…, es… lateral» balbucea el CEO. «¡La concha de tu madre! ¡Centrales, necesito centrales! Y si me traés un regateador lo bordás». Y así hasta que Gil Marín logró calmarle, aunque Simeone sabe que está en la zona Gil y eso significa peligro.

Vale. Es inventado. Pero no me digan que más de una así han debido tener.

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