Tras la Ley del sí es sí, la Ley transgenerista (que causará atropellos y se quejarán), también se conoce que el Gobierno del PSOE (en esto del deporte Podemos ni pincha, ni sabe, ni corta) ha cometido otra tropelía legislativa. El nivel de incapacidad demostrada en referencia a lo que es la realidad de la vida supera lo que se podría haber pensado a priori. Salvo que haya sido parte de un acuerdo mayor… claro.
Ayer Javier Tebas, presidente de La Liga, lo expuso con claridad. Pese a que las investigaciones son de hace un año, a que podría haberse cometido un fraude deportivo, no hay nada que hacer respecto a las sanciones deportivas a causa de la no modificación de la sanción administrativa en la nueva Ley del Deporte. Ahí es donde el PSOE de Pedro Sánchez aparece en escena. Prometió hacer la mejor ley deportiva para que los tramposos no se fueran de rositas y… se van a ir si se acabase probando que ha habido algo mafioso.
La prescripción del delito deportivo es a los tres años de la comisión del delito. O lo que es lo mismo, si se supiera que un jugador ha dado positivo por dopaje, que la RFEF y el equipo se han conchabado para ocultarlo porque se jugaba una final de Champions o Copa del Rey, y se descubriese pasados tres años, no pasaría nada. ¡Ojo! Y esto ha pasado en España no hace muchos años. Igual a nivel UEFA-FIFA sí se actuaría pero quedarían sin sanción los tramposos. Parece que comprar árbitros o condicionar, más de lo que se hace desde la prensa, a los árbitros también va a salir gratis.
José Manuel Franco, presidente del CSD, y parte importante de la ley, debe ser que ha querido copiar las argucias partidistas que llevan acostumbrados a hacer en la Federación Madrileña, ahora PSOE de Madrid, desde los años del tándem Leguina-Acosta. O lo que pasaba en las JJSS de los años de Simancas y Paco Pérez (por cierto condenado en el caso tarjetas black y hoy mamando en RENFE). Maniobras para que los fuleros queden limpios.
Salvo que todo sea parte de algo pactado con los secesionistas catalanes, claro. La investigación de Hacienda es de hace más de un año. La ministra María José Montero pudo haberse enterado y negociar ampliar las penas para conseguir apoyo con ERC. Igual es ponerse en la teoría de la conspiración, aunque con este gobierno nunca se sabe. Lo que es obvio es que una nueva chapuza legislativa deja a los tramposos libres de polvo y paja.
El gobierno no ha entendido que la trampa siempre se tarda en descubrir porque es precisamente una trampa bien orquestada y con varios jugadores sacando beneficio. Vamos como si hubiesen copiado una tesis doctoral. Se acaba sabiendo pero pasados los años, porque nadie se pone a revisar todas las tesis. Chapuceros que rebajan penas a violadores, alientan la pedofilia, tragan con el secesionismo, no saben distribuir los fondos europeos y, al final, dejan libres a los tramposos del deporte.