El Gobierno de Pedro Sánchez y Carmen Calvo están empeñados en que la igualdad real sea una de sus prioridades. Esto se demuestra, entre otras cosas, en la proposición de ley de Igualdad de Trato y no Discriminación presentada por el PSOE en el Congreso. Una de sus medidas más potentes es la creación de una autoridad independiente que sea la responsable de hacer cumplir con los principios igualitarios básicos. Sin embargo, tanto el gobierno como el Grupo Socialista se ha encontrado con la oposición del sector conservador. Ciudadanos quiere acotar tanto las competencias de esta nueva autoridad que se quedaría en un mero observador en vez de disponer capacidad y poder de actuación. El Partido Popular, directamente, la rechaza.
Esta autoridad independiente tendría la capacidad de investigar de oficio y ejercer acciones judiciales en defensa de la igualdad de trato y estaría dotada de recursos económicos de la administración.
Una propuesta que es un avance para la lucha por la igualdad se ha encontrado con la oposición frontal de los partidos liderados por Albert Rivera y Pablo Casado. El Partido Popular rechaza radicalmente la creación de este nuevo organismo y quiere eliminar todos los artículos incluidos en la proposición de ley relacionados con esta iniciativa alegando «mejoras técnicas». Hay que recordar un hecho histórico que, en otro orden, está relacionado con esta postura del PP. Tras la muerte de Franco, Torcuato Fernández Miranda se vio obligado a imponer un procedimiento de urgencia en la tramitación de las leyes que significaban la reforma de las leyes franquistas para evitar que los procuradores del bunker las frenaran con la excusa del «perfeccionamiento» de estas normas.
Por su parte, el partido de Albert Rivera no quiere eliminar el nuevo organismo, pero en las enmiendas presentadas lo despersonaliza de tal modo que lo convierte en un mero servicio asesor sin ningún tipo de competencia y en colaboración directa con el Defensor del Pueblo. También le limita su posibilidad de ejercer acciones judiciales para la defensa de la igualdad.
El perfil ideológico de Albert Rivera y de Pablo Casado está llevando a sus respectivos partidos a ocupar posiciones más cercanas a la ultraderecha que a la derecha democrática que dicen representar. Lo vemos en asuntos de Estado como la inmigración o las políticas territoriales. En la lucha por la igualdad real nos hallamos ahora con posicionamientos más propios de organizaciones como Hazte Oír que son contrarias a las reivindicaciones de respeto a los derechos humanos de los hombres y las mujeres feministas. No se puede olvidar la actitud de enfrentamiento que tomaron tanto los de Rivera como los de Casado respecto a la huelga de mujeres del pasado día 8 de marzo, llegando alguno de sus dirigentes a insultar a todos y todas las que defienden día a día la lucha por la igualdad.