Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, se ha mostrado muy preocupado por la complicadísima situación humanitaria en que se encuentran las decenas de miles de refugiados saharauis en Argelia y ha pedido a la comunidad internacional recursos de asistencia vital.
El Programa Mundial de Alimentos, ante la ausencia total de fondos, se ha visto obligado a reducir las raciones de comida destinadas a estos seres humanos desde los primeros meses del año. Además de estas restricciones en los alimentos, la falta de recursos ha obligado a interrumpir la distribución de complementos nutricionales para tratar enfermedades como la anemia y, sobre todo, la desnutrición de mujeres embarazadas, lactantes y niños.
Según las previsiones del Programa Mundial de Alimentos el número de raciones de alimentos aumentarán, pero a costa de reducir su cuantía lo que va a provocar un fuerte impacto en la seguridad alimentaria de los refugiados saharauis.
El Secretario General de la ONU ha solicitado a la comunidad internacional la financiación de 8 millones de dólares para poder proporcionar ayuda humanitaria adecuada durante los próximos 6 meses.