La crisis galopante por la que atraviesa la monarquía española ha llegado ya a la Revista Forbes. Según la prestigiosa publicación estadounidense, en los últimos años la familia real se ha visto “plagada de escándalos y divisiones”, incluso desde mucho antes de la abdicación de 2014 de su “antes patriarca y muy popular rey Juan Carlos”, que ahora se enfrenta a graves acusaciones de “lavado de dinero”.
Según Forbes, la última bomba que ha sacudido a la Casa Real incluye grabaciones de audio secretas de la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una aristócrata alemana que vive en Montecarlo y que durante años ha estado vinculada “románticamente” con el ex rey de 80 años, al que ahora acusa de usar su nombre para comprar una propiedad en Marruecos, de acumular una fortuna secreta escondida en varias cuentas bancarias suizas bajo el nombre de uno de sus primos, Álvaro d’Orleans Bourbon, de usar recortes falsos para cometer fraude fiscal y de “tomar millones en comisiones” de los contratos del Estado.
La aristócrata alemana afirma, según cuenta Forbes, que Juan Carlos se embolsó más de 80 millones de euros de un contrato con Arabia Saudí para la construcción de un tren de alta velocidad entre Riad y Medina que tenía previsto comenzar a operar en septiembre tras años de demoras y un costo “excesivo” de 210 millones de euros, según The New Arab.
Corinna ha revelado que Juan Carlos habría “repatriado” una parte de esos fondos gracias a la amnistía fiscal decretada por el Gobierno en 2012 porque necesitaba dinero “para divorciarse de su esposa”, la reina Sofía, y volver a casarse, esta vez con la noble germana. “Como si eso no fuera suficiente para avergonzar a la ya angustiada monarquía española y alimentar el rumor del verano, las grabaciones –originalmente publicadas por los sitios web españoles de periodismo de investigación Ok Diario y El Español–, revelaron las conversaciones entre el rey emérito y su antigua presunta amante Corinna. Las cintas tendrían que ver con el policía retirado José Manuel Villarejo, encarcelado desde noviembre pasado y bajo investigación por lavado de dinero”, prosigue Forbes.
Pero eso no es todo, según la revista, las revelaciones “desgarradoras” de la prensa española se basan en las cintas obtenidas en 2015 en Londres a través de un micrófono de solapa usado por Villarejo, quien, de hecho, supuestamente espió y grabó a docenas de personas influyentes. “Ese supuesto negocio lucrativo de extorsión proporcionó grandes beneficios al policía”.
El eufemismo que Villarejo supuestamente utilizó para sus actividades fue “proyectos de gestión de crisis”, a través de los cuales el policía hizo una fortuna a partir del año 1992, extorsionando 30 millones de euros solo entre 2013 y 2017. “Los investigadores sospechan que reveló las grabaciones que implican al ex rey como una forma de negociar una liberación o una sentencia más baja con los fiscales”, afirma Forbes.
Desde su abdicación, Juan Carlos I ha mantenido un “perfil bajo” en sus apariciones públicas, ya que su hijo de 50 años y jefe de Estado, Felipe VI, lucha para contener la embestida del secesionismo que amenaza la unidad del país y contra las fuerzas “antiimperialistas” que piden un final a la monarquía. “Si bien esos movimientos se han visto exacerbados por otros escándalos recientes, los observadores califican esta situación política como todavía más explosiva, y una pesadilla no solo para la Familia Real, sino también para el nuevo líder del Gobierno socialista, el primer ministro Pedro Sánchez”.
Según la revista Forbes, el Gobierno español y el público en general pensaban que “conocían bien la trayectoria del ex rey Juan Carlos, apreciaban sus cualidades y toleraban sus defectos: buen vivir, amistoso, deportista hedonista (vela y esquí), mujeriego, amigo de las grandes figuras y personajes más prestigiosos del mundo –recomendables o no– cazador inescrupuloso (en la década de 2000 disparó a los osos siberianos a quemarropa mientras estaba ebrio de vodka). Pero estar involucrado en el crimen financiero y la evasión de impuestos en detrimento de su país socava seriamente la reputación del ex rey y destruye un mito”.
Las nuevas revelaciones periodísticas, concluye la revista, han alimentado a varias figuras políticas y mediáticas que exigen el fin del “pacto de silencio” de la Transición, un acuerdo tácito para no criticar a la monarquía. “Hasta seis comisiones parlamentarias, incluidos Podemos y nacionalistas vascos y catalanes, han solicitado una investigación oficial”, dice Forbes. “En una democracia no puede haber espacio para la impunidad”, aseguran fuentes de Podemos.