¿Se han preguntado en alguna ocasión por qué el PP comienza siempre su curso político en la localidad almeriense de Roquetas de Mar? Muchos plumillas andaluces lo sospechan o son conscientes pero los caudillos de la prensa madrileña no lo han hecho. Bien por falta de interés, bien porque más vale no preguntarse cosas cuya respuesta no se quiere obtener. Con la última aparición en la prensa estatal de los trapicheos del alcalde roquetero Gabriel Amat ¿se preguntarán el porqué de esos comienzos o pensarán que sólo es un caso local o regional? Seguro que Pablo Casado y Juan Manuel Moreno Bonilla están deseosos de que no se haga nadie esa pregunta, que nadie indague qué pasa realmente en Almería o quién es verdaderamente Gabriel Amat. No ha habido presidente del PP a nivel estatal que no haya acudido a rendir pleitesía al vetusto alcalde roquetero –algo que no han hecho con alcaldes de ciudades más populosas o capital de provincia- y eso tiene una explicación. Y no es porque les llene las panzas con ricos manjares, que también lo hace.
En Diario 16 se lleva años detrás de todas las investigaciones que existen en los juzgados almerienses y de todas las tropelías que ha cometido el ínclito Amat sin que nadie le haya puesto un dedo encima. De ahí que esos 7,2 millones de euros que la UDEF ha informado que un empresario de la provincia ha entregado a políticos del PP parezcan tan sólo la mínima punta del iceberg de todo lo que hay realmente sin salir. Hablar de “caja B” por menos de una decena de millones y estando Amat en el ajo es no saber bien qué ha venido pasando en Almería y por qué José María Aznar, M. Rajoy o Casado han acudido a ver al alcalde roquetero. Siempre acompañados por el factótum andaluz que ha sido siempre Javier Arenas. No sólo por su control del partido a nivel regional sino por las puertas que abría a que dineros andaluces cruzasen Despeñaperros para nutrir sobresueldos, campañas y demás gastos y fastos de la calle Génova. Y en esos dineros, siempre se ha sospechado en Andalucía, Amat.
¿No se lo creen? Entonces cómo pudo ser que Rajoy mandase a su ministro de Justicia, Rafael Catalá, a cambiar los jueces que estaban instruyendo las causas en las que aparece Gabriel Amat. No sólo eso, desde el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía no se “ha podido” ofrecer la ayuda humana y material a jueces y juezas que lo han pedido ante la enorme cantidad de documentación que han aportado las investigaciones judiciales de Policía Nacional y Guardia Civil. En el PP tienen claras pocas cosas y una de ellas es proteger como sea al alcalde de Roquetas de Mar. Si hace falta no construir una comisaría, necesaria a todas luces, en la localidad almeriense para que el alcalde no tenga a los investigadores en el epicentro de las tramas, el ex-ministro Juan Ignacio Zoido accede a ello y que los roqueteros se hagan el DNI donde puedan.
Los 7,2 millones, cuentan quienes han denunciado a Amat y conocen las instrucciones, es calderilla. Según narran la cantidad de dinero que se ha desviado desde lo público al partido dejaría en nada a los famosos EREs. A eso súmenle que al señor Amat los investigadores judiciales le han encontrado un entramado de más de 100 empresas familiares que han tenido contratos con las diversas administraciones almerienses que gobernaba el PP. Especialmente ayuntamiento de Roquetas y Diputación Provincial –durante años bajo el mando de Amat-. Piénsese que cuando el pepero llega al ayuntamiento roquetero estaba a punto de ser desahuciado de su casa y hoy se le calcula una fortuna de cientos de millones de euros… siendo sólo alcalde y presidente de Diputación. Mucho ahorrar va a ser eso. Las cifras del descosido que se ha hecho en Almería por unas cosas y otras se estiman en cerca de 2.000 millones de euros. Nada de caja B sino banco de barra libre ha sido aquello.
Casado dirá que de esto tampoco sabe nada, que a él le llevan a ver a un señor mayor y que eso de los dineros es de antes… de antes de cobrar del partido un salario por encima de su representatividad –de sus capacidades es obvio que sí-. Moreno Bonilla, que saber sabe, ya que no es tan tonto como parece –sabe mucho más su compañero de correrías Elías Bendodo-, debería preocuparse bastante más pues está en el ojo del huracán. Hay que pensar que actualmente el PP no controla el ministerio de Justicia, que el ministro es andaluz y debe haber escuchado los rumores de años y que igual hay cambios en el Poder Judicial que propician que las causas que investigan a Amat sigan adelante y no decaigan por eternizarse en los juzgados. Una vez que ha salido la última noticia sobre Amat es seguro que Casado se negará, llegando a negar la separación de poderes si hace falta –tiene cara para eso y mucho más-, a la renovación judicial para que no tiren del hilo roquetero. Si hay valentía judicial esta será la tumba de Casado, de Moreno Bonilla y en gran medida del PP. Un partido que ha hecho de la corrupción un modo de vida.