En efecto, como a los tontos acabará dando la razón el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) mediante la cuestión previa solicitada desde tribunales españoles a causa de la Superliga. O lo que queda de la misma. También dará la razón a la UEFA y al “diablo” Aleksander Čeferin. Vamos que como Poncio Pilatos se lavará las manos y dejará que la pelea se dirima en despachos deportivos o en cualquier tabernáculo oscuro.
¿De qué manera el TJUE hará la proeza de lavarse las manos sin que se note? Sólo hay que fijarse en dos cuestiones, legislación deportiva de la UE y límites fronterizos de la misma y de la UEFA. Como el insigne Florentino Pérez se mueve en los entresijos de la Unión Europea con el apoyo del gobierno alemán (cabe recordar que su empresa es máxima accionista de la una de las mayores constructoras alemanas) no recibirá un hostiazo en la boca, pero tampoco le darán la completa razón porque hay otros poderosos que también tienen mano dentro de la podredumbre burocrática del ente europeo. El TJUE dirá que en la Unión Europea no están permitidos los monopolios y que la Superliga podría llevarse a cabo… siempre y cuando sea entre equipos de la UE y fuera del marco normativo y competitivo de las federaciones nacionales. Porque las federaciones, al fin y al cabo, son parte del Estado y por ende de la UE.
Además, como los límites competitivos de UEFA van más allá de los límites territoriales y legales de la UE, se declarará incapaz de decidir sobre las competiciones que no están completamente bajo su jurisdicción. Así dará también la razón a Čeferin en su queja sobre la pretensión de una Superliga que controlen cuatro mafiosos, tanto como él cuando menos, y bajo el manto protector de la UEFA, que es lo que realmente pretendía el ser superior. Darán la razón como a los tontos y dejarán claro lo que siempre ha sido evidente que el Real Madrid, el FC Barcelona, la Juventus y quien quiera sumarse pueden montar su Superliga europea pero fuera del ámbito de las federaciones deportivas nacionales y por tanto de la UEFA/FIFA.
Ahora está toda la prensa nacionalmadridista celebrando como una victoria los autos, que parecen más cabreos prevaricadores que otra cosa, del juez de lo mercantil pidiendo que no se sancione a los tres equipos que quedan en la Superliga. Con ello creen o hacen creer, que constatando la capacidad intelectual mostrada es más lo primero, que la Superliga saldrá adelante como viudo con gafas desea. Esto es, jugando La Liga y decidiendo en la competición casi cerrada (como sucede con el baloncesto, donde se bajaron los pantalones la gente de FIBA, y que tampoco es una competición que tenga millones de seguidores). Y no, la UE no puede dictar en favor de eso porque carece de competencias para ello. ¿Han visto que los jugadores británicos han dejado de estar bajo la ley Bosman y ahora son extranjeros? Lo que la UE da, la UE quita.
Quizá hay que explicarlo para que lo entiendan. La Superliga es posible para mañana mismo. Si tienen el dinero, las infraestructuras físicas (VAR, por ejemplo) y humanas (árbitros contratados) y los equipos, mañana mismo podrían comenzar a jugar partidos. Eso sí, para poder establecer esa competición profesional sin sanción alguna deben actuar fuera del ámbito de la UEFA, lo que supone actuar fuera de las federaciones nacionales, lo que supone que Real Madrid y FC Barcelona deberían abandonar las competiciones de la RFEF (que es UEFA y FIFA). No podrían disputar ni La Liga, ni la Copa del Rey y saldrían del estatuto que les permite ser clubes y no SAD por lo que deberían comenzar su transformación en empresas deportivas. ¿Esto no se lo han contado a los socios de ambos clubes desde los medios? ¿Qué raro si saben mucho en la prensa del duopolio? Esto es lo que sucedería si UEFA no negocia y no tiene por qué hacerlo.
En ningún momento UEFA ha dicho que no puedan montar su chiringuito futbolístico (lean los documentos del organismo deportivo) sino que si montan esa Superliga quedarán fuera del ámbito UEFA tanto jugadores como equipos. Y si pretenden seguir se les sancionará y expulsará de las competiciones bajo ese marco deportivo. No es que la UEFA tenga monopolio sobre unas competiciones, visto desde la mirada mercantil puede ser, es que son competiciones que las federaciones han montado porque aunque haya empresas deportivas también hay clubes deportivos (curiosamente los dos que más se quejan en el caso español). ¿Recuerdan la liga profesional de baloncesto que se montó en España? Un año duró pero no hubo nadie que prohibiese su puesta en marcha y eso que FIBA estuvo mirando cómo meter mano. Legalmente no hay impedimento alguno, que es lo que mira el TJUE, pero lo que no se permite es jugar a dos bandas. Es como cuando los secesionistas catalanes decían que se salían de España pero que querían jugar La Liga y les dijeron que no, que no la jugarían. Si se salen del ámbito UEFA, que pueden, no pueden jugar la liga y ser clubes deportivos (de hecho que sean clubes y no SAD es ya un fraude de ley). Y ¿por qué les suelto esta reflexión? La culpa es del grandísimo editor Pere Sureda (por cierto si algún millonario quiere montar una editorial o quiere reflotar la que ya tiene pregúntenle que está a la orden) con el que llevo en debate desde hace meses por el tema. Nada mejor que explicarlo en un artículo que no viene mal al resto para entender las cosas mercantiles y jurídicas que intervienen, además de la cara dura de cierto personaje siniestro del mundo empresarial, financiero y futbolístico. Todo al final se resolvería con prontitud si la Superliga presentase los 5.000 millones que dice que se darían para televisar el evento. ¿Han visto el dinero ustedes? Los de la Superliga tampoco, por eso no pueden negociar con Čeferin para que acepte. Que lo que tenían era un préstamo de un fondo de inversión nada más.