A Miguel Ángel Gil Marín se le torció el gesto cuando la Unión Internacional de Peñas y Señales de Humo —perdón si se olvida alguna asociación más— decidieron no dar por buenas las respuestas de UEFA ante el atraco cometido contra el Mal en partido de Champions, cuando le fue birlado un penalti acertado por Julián Álvarez por algo que no han podido probar. El cabreo en la plantilla era y es similar al de la afición pue este verano el Cholo Simeone no mandó al comité de arbitraje europeo a «tomar por culo» pero poco le faltó cuando llegaron a reírse a casa del muerto.
Los arbitrajes UEFA tienden a ser caseros pero esta temporada solo cambia esa tendencia cuando juegan los dos equipos de Madrid. Uno porque se sabe que el Maligno mueve sus cables alemanes y el presidente de UEFA se hace de vientre y otro porque parece que existe una predeterminación contra el Atlético de Madrid a causa de esa denuncia interpuesta. Tiene miedo Aleksander Ceferin porque es conocedor que los jueces no suelen dar la razón a su organización —¿mafiosa se puede decir?— y que la afición rojiblanca haya decidido seguir para delante, caiga quien caiga y pase lo que pase le tiene más tenso que a Alex JackDaniels un partido de los suyos. No le hace ni gracia por si tienen que demostrar lo que hasta el momento no han logrado, saltándose su propio reglamento al impedir la repetición del penalti, de haber existido algo.
Los arbitrajes UEFA que viene sufriendo el Atleti son de esos sibilinos. Al contrario se le permite presionar al borde o más allá de lo punible, mientras que si son lo rojiblancos los que deciden hacerlo son cargados de faltitas y tarjetas amarillas. Penaltis que no son ni revisados por el VAR, goles anulados por fueras de juego de un tipo que estaba sentado en el córner, y concesión de goles con un jugador en claro fuera de juego tapando al portero rojiblancos. Se ve desde los primeros minutos de juego que el árbitro, da igual la nacionalidad pero es curioso que los británicos pisen poco Madrid, tiene la lección aprendida.
¿Es posible demostrar que Ceferin ha dado orden de machacar al Atleti? Imposible salvo que alguno decida hablar, en lo que sería el escándalo más grande en la UEFA desde que taparon varios casos de dopaje de dos equipos grandes y que tienen el color blanco en su indumentaria. Pero como dicen en Galicia haberlas haylas. Gil Marín no va a mover un dedo, ni cambiar el rictus facial para defender al Atleti, aunque debería si es que quiere vender a buen precio la SAD. Los nuevos dueños, por su parte, deberían conocer estas cosas para actuar nada más pisar el nuevo Metropolitano e intentar cambiar las cosas. Mientras tanto, la afición sigue defendiendo el honor del equipo.
















