Mientras ustedes están preocupados por la llegada de las hordas fascistas o comunistas, hay acontecimientos alrededor del Real Madrid. No, no es la llegada de Kylian Mbappé (este año se están tapando algo e incluso dicen con la boca pequeña que igual les hace la trece-catorce otra vez), son los chanchullos habituales orquestados por su presidente, Florentino Pérez. El ser superior que, prefiriendo que gane Feijóo (ahí tienen a Inda sacando hasta lo de los prostíbulos del suegro de Sánchez), sabe que de ganar los comunistas él sería un camarada más. De ahí que se permita hacer todas las trampas posibles, se cree intocable.
Ocultando deuda y salvándose de poner dinero
Como en España la prensa es nacionalmadridista, unos por convicción, otros por subvención (ya saben todos esos periódicos con publicidad encuebierta de Clece o ACS), nos hemos tenido que enterar que las cuentas del señor Pérez en el Real Madrid incluyen trampas contables. Según The Telegraph (y todavía no ha salido ningún medio, de esos que se arrastran para obedecer a su verdadero jefe, a desmentirlo) el Real Madrid no habría justificado 122 millones de euros en gastos operativos. La investigación del rotativo británico induce hacia la ocultación de pagos de deuda mediante la pignoración o “alquiler” de diversos ingresos a futuro.
Es cierto que la UEFA no hará nada, salvo machacar al Osasuna con los grandes se caga en los pantalones, pero de sus informes se puede conocer que la situación operativa del Real Madrid no es tan óptima como nos venden desde los medios nacionalmadridistas. Aquí ya se ha contado en más de una ocasión que tanto con la construcción del Bernabéu como por los ingresos extras, Florentino estaba mintiendo sobre las cifras de negocio. Esos préstamos encubiertos, que hoy no quieren desvelar como cuenta The Telegraph, habrían servido para tapar pérdidas durante tres años y por ende no hacer uso de los avales de la Ejecutiva madridista. O lo que es lo mismo, hacer que el ser superior y sus colegas pusiesen dinero de su bolsillo.
Mentir con préstamos concedidos, pero no ejecutados, para presumir de tener 200 millones de euros disponibles para fichar a Mbappé mañana mismo, puede servir para engañar a todos esos que se creen lo que les cuentan los Teleñecos de la noche, el roncerismo inilustrado o el virginal tito Gárgamel. Pero las cuentas son las cuentas y parece que Vinicius y compañía no venden una camiseta (como símbolo de ingresos extraordinarios). Si se le añade que el Bernabéu va a costar 500 millones más, pues igual no están tan bien.
En general La Liga es una ruina porque nadie tiene dinero. El Real Madrid lleva gastados 170 millones de euros y miren cómo debe estar engañando a Hacienda y a la UEFA. No les reducen el límite salarial, ni la capacidad de fichar porque hacen trampas. Pero casi mejor porque tampoco dan mucho más de sí. Incluso duden de que pudiese acometer el fichaje de la tortuga francesa sin que el próximo Gobierno, sea del color que sea, le conceda algún aval o préstamo ICO. No sería la primera, ni la última vez que lo hacen.
El parking del que nadie habla
A la clase política la tiene controlada. De hecho su único enemigo es Javier Tebas, al que saca de vez en cuando en el diario del patillas alguna cosa medio inventada. Así lo demuestra el alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida. El tipo al que Florentino pega collejas, ha modificado un concurso público para que una empresa (de hecho se ha esperado hasta que la empresa estuviese constituida), cuyo administrador único es José Ángel Sánchez y el propietario es el Real Madrid, pudiese optar a la concesión del parking del Santiago Bernabéu. La próxima vez no se extrañen si el alcalde hace una felación en público al ser superior, total ya dice Mazón que para los del PP chupar una polla tampoco es para tanto.
Aquí sí que ha salido algún nacionalmadridista a mentir. En concreto quien más activo está, hasta que cualquier periódico haga el publirreportaje, es Ramón Álvarez de Mon, conocido en Twitter por el pajillas por las supuestas ganas de ver en cueros a la cantante Aitana. Si ayer se advertía en este periódico que la formación en universidad privada del presidente se dejó notar en el debate del lunes, aquí habría que revisar lo mismo porque no se entiende que no sepa lo que es un concurso público, ni calcular los posibles beneficios empresariales del parking. Normal que se dedique a aparecer en los medios deportivos, en los económicos o jurídicos le deben tener fichado.
Dice Álvarez de Mon que el resultado operativo del parking no es para tanto, que esa graciosa concesión de Almeida solo daría unos cinco millones netos de beneficio. Aunque solo fuesen cinco, ya serían un regalo, pero es que no son cinco. Calculen 600 plazas de residentes y les saldrá un ingreso de más de un millón de euros. El resto de plazas (900) quedarían para parking libre. Si se calcula por el precio más barato (consultar tablas en la web del Ayuntamiento de Madrid) y una utilización casi perfecta, en un año la sociedad del Real Madrid ingresaría más de 20 millones de euros. Descontando gastos, IVA, canon e impuestos, el resultado mínimo sería de 10 millones de euros. El doble de lo calculado por Mon. Y esto tirando por lo bajo. Con diez millones algún sueldo o plazo de créditos pagan.
Como sucede con todo lo que rodea a Florentino, no faltarán quienes escriban mentiras, oculten las trampas (todavía siguen negando que se les regalasen terrenos el Valdebebas) y alaben al ser superior como ejemplo de buen gestor. Cierto que también lo hacen con Miguel Ángel Gil, otro que se sabe todas las trampas pero no dice que todo sea perfecto. En Barcelona, al menos, hay cierta parte de la prensa que atiza a Joan Laporta. Con Florentino es un arrastrase constante, un hacer de felpudillo, un callarse todo por miedo a perder el trabajo y, por supuesto, un ocultar todas las trampas y apaños con olor a tráfico de influencias. Florentino siempre gana porque los tiene comprados o acojonados. Elijan ustedes qué utiliza con cada personaje del nacionalmadridismo y de la política (recordar que el último pelotazo lo ha dado con la gente de Sumar en el gobierno del ayuntamiento).